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domingo, 15 de diciembre de 2019

Domingo de la Alegría.

Domingo de la Alegría.



Hoy domingo de la alegría, o Gaudete, el Evangelio de San Mateo en el Capítulo 1, versículo 6 trae una frase que llamó mucho mi atención:

"...¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!»"

Que equivale a decir: "Dichoso el que no se sienta defraudado"

Y es que, decía el sacerdote, donde quiera que vayas, incluso en la misma Iglesia, en cualquier apostolado encontrarás gente que llega a dividir, y donde vaya divide. Pero eso no debe desanimarnos. Es importante, dijo, para poder crecer: Advertir y Corregir, pero hoy, domingo de la alegría se nos invita además a alentar la esperanza. Hay que tener ilusión sin ser iluso.

Y contó una anécdota sobre los problemas y discusiones cotidianos que me hizo reflexionar sobre algo que constantemente me cuestiona: la corrección fraterna.

Me cuestiona en parte, una muy pequeña, porque vivimos en la generación de los frágiles delicaditos, pero por otra parte, más importante, porque es algo que, aunque no lo crean, me cuesta mucho hacer.

Hace muchos años, cuando estaba en la prepa, participé como parte del equipo coordinador de la Pascua Juvenil, y hubo un suceso, un juego, que los otros coordinadores mal interpretaron y nos regañaron. Nos quisimos defender diciendo que no estábamos realmente discutiendo sino bromeando y los coordinadores nos respondieron: "no se defiendan, les estamos diciendo lo que se vió"
Aprendí que cuando la gente te corrige puede estar equivocada, pero puede que finalmente no lo esté, porque te está diciendo: "lo que se vió"

Luego, varios años después, me inscribí con mi novia, ahora esposa, a   algunos talleres de Paternidad Responsable, y una de tantas frases que se me quedaron fijadas en la mente era que cuando vas a reclamar algo a alguien, generalmente es algo que tú mismo has estado haciendo y que no te das cuenta hasta que te lo hacen y te afecta a ti. Dicho de otro modo y con otra frase celebre: "cuando señalas con un dedo, recuerda que los otros te señalan a ti", es cierto, observalo, señalas con el indice pero todos los demás, hasta el pulgar apunta a ti.

Entonces, un poco por temor a estar equivocado, mal interpretando al otro, con mucho más temor de estarme auto acusando, finalmente me cuesta decirle a alguien, que la está regando.

Y es que, entre que da un poco de pereza decir al flojo que lo es, también da un cierto «noseque» decirle al soberbio que es soberbio, a la vanidosa que es muy FEO, que se ve muy mal lo que hace, al egoísta pedirle que PRESTE atención a nuestra corrección bien intencionada, y así, porque además también frena un mucho la conciencia que nos dice de qué pie cojeamos y que más rápido cae un hablador que un cojo.

Total que ni lo digo la mayoría de las veces y por lo tanto,  la mayoría de ellas,  las otras personas no se enteran yo me quedo con la disyuntiva si estoy fallando por eso a las obras espirtuales de Misericordia.

Luego también uno no quiere involucrarse en discusiones eternas y estériles, pero eso no nos exime de la responsabilidad y por si fuera poco algunos de nosotros creemos que molestarse es pecado.

El sacerdote gracias a Dios contó otra anécdota de una discusión fuerte con otro hermano sacerdote, y que entonces llamó a otro sacerdote que le aconsejó: "hay personas que son difíciles, pero a veces llega un momento en el que alguien tiene que ponerle un alto; ni modo, hoy te tocó ponerle el alto, haz tus oraciones, díselo a Dios y descansa"

Dios nos dé en este domingo de Gaudete, la alegría que conlleva la Sabiduría de saber dónde, cuando y como advertir, corregir y alentar a la esperanza;  la humildad para marcar el alto a quien haya que marcarlo, y determinación para hacerlo y una vez tomada la decisión hacerlo con profunda caridad y paciencia.

Nos conceda también sus luces para no autoengañarnos y sepamos, mediante la práctica del examen de conciencia, que somos ese amigo soberbio que a todos parece incorregible, ese perezoso que no quiere salir de su zona de confort, esa vanidosa que ha descuidado la belleza interior, etcétera, para que seamos motivo de esperanza para todos.


Dios te bendiga, feliz Gaudete.


MEJORAM
15/12/19

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