Del Paraíso al feminismo.
Ayer, sábado por la tarde, aún no había revisado de qué trataría el Evangelio de hoy, pero estuve pensando en hacer un meme que reflejara una posible relación entre un relato que hace María Valtorta sobre una visión de las tentaciones de Nuestro Señor Jesucristo y el feminismo. Y cuál ha sido mi sorpresa al ver que precisamente el tema del Evangelio era precisamente las tentaciones en el desierto.
Poco antes de escribir estas líneas, estaba leyendo el libro del cardenal Robert Sarah, "Se hace tarde y anoche" y justamente hace referencia a una frase atribuida al engañador, al mentiroso, divisor y asesino enemigo de nuestras almas: "
no serviré", que también, curiosamente, tiene relación con el tema que traía en mente.
Así pues, ante la providencial insistencia de "coincidencias" en vez de hacer un meme, he optado por desarrollar esta reflexión y si la Providencia hace nuevamente de las suyas al final quizá también surja el último a modo de resumen.
Comencemos recordando una parte de la primera lectura de este domingo:
"La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?» Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.» Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos
y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.» Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió."
Génesis 3,1-6
En este texto, podemos ver que la serpiente, tienta a la mujer, con la misma tentación que ha sido la causa su propia ruina: Querer ser como Dios.
Finalmente, ambos, hombre y mujer, el primero de cada uno, cayeron en la tentación, también quisieron ser como Dios y probaron el fruto, el único fruto sobre el que se les había advertido que no probaran, todos los demás, incluso el de la vida, estaban a su disposición, sin embargo, ser como Dios era bastante atractivo y lo probaron.
La soberbia, la vanidad, o a lo mejor ambas, cegaron a nuestros primeros padres y a pesar de que era la palabra de una serpiente contra la del Creador, eligieron Ser como Dios.
Ahora, les compartiré un fragmento de las revelaciones de María Valtorta sobre las tentaciones, ya sabemos, espero, que las revelaciones privadas no pertenecen al depósito de la fe, sin embargo no deja de ser interesante cómo encaja con el relato del génesis, el deseo de ser como Dios, la frase: no serviré y lo que posteriormente les contaré.
María Valtorta está hablando de las tentaciones:
Veo aparecer el feo hocico de Satanás. No se presenta de la forma con que nos lo imaginamos: con cuernos, rabo, etc. etc.
Parece un beduino envuelto en su vestido y en su gran manto, que se asemeja a un disfraz de dominó. En la cabeza, el turbante, cuyas faldas blancas caen sobre los hombros y a ambos lados de la cara para protegerlos. De manera que, de la cara, puede verse un pequeño triángulo muy moreno, de labios delgados y sinuosos, de ojos negrísimos y hundidos, llenos de destellos magnéticos. Dos pupilas que te leen en el fondo del corazón, pero en las que no lees nada o una sola palabra: misterio.
Lo opuesto del ojo de Jesús, también muy magnético y fascinante, que te lee en el corazón, pero en el que tú lees también que en su corazón hay amor y bondad hacia ti. El ojo de Jesús es una caricia en el alma. Este es como un doble puñal que te perfora y quema.
Se acerca a Jesús:
-¿Estás sólo?
Jesús lo mira y no responde.
-¿Cómo es que estás aquí? ¿Te has perdido?.
Jesús vuelve a mirarlo y calla.
- Si tuviera agua en la cantimplora, te la daría, pero yo también estoy sin ella. Se me ha muerto el caballo y me dirijo a pie al vado. Allí beberé y encontraré a alguien que me dé un pan. Sé el camino. Ven conmigo. Te guiaré.
Jesús ya ni siquiera alza los ojos.
-¿No respondes? ¿Sabes que si te quedas aquí mueres? Ya se levanta el viento. Va a haber tormenta. Ven».
Jesús aprieta las manos en muda oración.
-¡Ah, entonces eres Tú! ¡Hace mucho que te busco! Y hace mucho que te vengo observando. Desde el momento en que fuiste bautizado. ¿Llamas al Eterno? Está lejos. Ahora estás en la tierra, entre los hombres. Y sobre los hombres reino yo. Pero, me das pena y quiero ayudarte, porque eres bueno y has venido a sacrificarte por nada. Los hombres te odiarán por tu bondad.
No entienden más que de oro, comida y sensualidad. Sacrificio, dolor, obediencia, son para ellos palabras más muertas que esta tierra que tenemos a nuestro alrededor.
Son aún más áridos que este polvo. Sólo la serpiente y el chacal pueden esconderse aquí, esperando morder o despedazar a alguno. Vámonos. No merece la pena sufrir por ellos. Los conozco más que Tú.
Satanás se ha sentado frente a Jesús, lo escudriña con su mirada tremenda y sonríe con su boca de serpiente. Jesús sigue callado y ora mentalmente.
Tú desconfías de mí. Haces mal. Yo soy la sabiduría de la Tierra. Puedo ser maestro tuyo para enseñarte a triunfar. Mira: lo importante es triunfar. Luego, cuando uno se ha impuesto, cuando ha engatusado al mundo, puede conducir a éste a donde quiera. Pero primero hay que ser como les gusta a ellos, como ellos. Seducirlos haciéndoles creer que los admiramos y seguimos
su pensamiento.
Eres joven y atractivo. Empieza por la mujer, Siempre se debe comenzar por ella. Yo me equivoqué induciendo a la mujer a la desobediencia.
Debería haberla aconsejado de otra forma. Habría hecho de ella un instrumento mejor y habría vencido a Dios. Actué precipitadamente. ¡Pero Tú...! Yo te enseño porque un día deposité en tí mi mirada con júbilo angélico y aún me queda un resto de aquel amor, escúchame y usa mi experiencia: búscate una compañera. Adonde Tú no llegues, ella llegará. Eres el nuevo Adán, debes tener tu Eva.
Además, ¿cómo podrás comprender y curar las enfermedades de la sensualidad si no sabes lo que son? ¿No sabes que es ahí donde está el núcleo del que nace la planta de la codicia y del afán de poder? ¿Por qué el hombre quiere reinar? ¿Por qué quiere ser rico, potente? Para poseer a la mujer. Ésta es como la alondra. Tiene necesidad de algo que brille para sentirse atraída. El oro y el poder son las dos caras del espejo que atraen a las mujeres y las causas del mal en el mundo. Mira: detrás de mil delitos de distinta naturaleza, hay al menos novecientos que tienen raíz en el hambre de posesión de la mujer o en la voluntad de una mujer consumida por un deseo que el hombre aún no satisface, o ya no satisface. Ve a la mujer, si quieres saber qué es la vida. Sólo después sabrás atender y curar los males de la Humanidad.
...
Volvamos brevemente al Génesis:
"A la mujer le dijo: «Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos y darás a luz a tus hijos con dolor. Siempre te hará falta un hombre, y
él te dominará.""
Gen 3,16
Ahora tomemos del relato de Valtorta el fragmento que ha motivado esta reflexión:
"Yo me equivoqué induciendo a la mujer a la desobediencia. Debería haberla aconsejado de otra forma. Habría hecho de ella un instrumento mejor y habría vencido a Dios."
¿Será que aquel que cegado por su soberbia se atrevió a tentar al mismo Dios haya dejado atrás la oportunidad de servirse de nuevo de la mujer? ¿Debemos pensar que no volvería a intentarlo?
Pensemos ahora en el feminismo, sí, el feminismo, ese movimiento que utilizando las mismas estrategias que hoy se usan para imponernos las nuevas ideologías anti iglesia, anti familia, anti vida, etcétera, se ha dedicado a reivindicar unos supuestos derechos valiéndose de falacias que apelan al sentimiento, para, supuestamente liberar a la mujer, mientras que lo único que ha logrado es empeorar su situación. Porque ¿a quien beneficia "liberarla" para que pueda ofrecer sexo gratis, desenfrenado, sin compromiso, sin consecuencias, sin hijos, sin responsabilidades y finalmente sin amor?
El feminismo desde siempre se ha tratado de servirse de la mujer haciéndole creer que le importa. ¡Que voten! Porque a un hombre le interesaba que su mujer y sus amigas pudieran votar por él. En un momento en el que como hasta hoy, la mayoría de las personas tenemos demasiada ignorancia en tema de política y lo único que sabemos, repetimos y defendemos es lo que nos dicen en los medios que deberían ser de información pero que ne la realidad son medios de adoctrinamiento y manipulación. No sólo la mujer, la mayoría de los hombres en esa época no tendrían por qué votar, a menos que fueran gente buena, verdaderamente católica y que supiera del tema.
¡Que trabajen!, dijo otro, a quien los impuestos cobrados a los varones no saciaban su avaricia, y necesitaba cobrar el impuesto de las mujeres.
Pero, y quizá habrá quien me acuse de fanático, pero ahí están los protocolos de los "sabios" de Sión, donde se habla de todo esto. ¿Qué había detrás de todo esto? Lo estamos viendo, si no está el papá, ni la mamá en casa ¿quién queda para adoctrinar los hijos? La televisión, en aquel entonces, hoy además smarphones, computadoras, etc.
No es de extrañar que hoy en todas las familias, incluso las de costumbres más católicas, surjan de pronto hijos, hermanos, amigos, librepensadores, con tendencias progresistas, relativistas, anti católicas y que además sientan que nadie se los impuso y que a ellos mismos se les han ocurrido esos pensamientos. No es de extrañar que llegados a este punto, después de casi 200 años de influencia prácticamente sin resistencia, las ideologías de origen marxista sean tan efectivas en confundir a tanta gente que queremos.
No ha sido de la noche a la mañana, ha sido una labor pensada, cuidadosamente reflexionada y meticulosamente llevada al cabo, como si se hubiera empezado a planear justamente cuando el demonio le dijo a Jesús: "Yo me equivoqué induciendo a la mujer a la desobediencia. Debería haberla aconsejado de otra forma. Habría hecho de ella un instrumento mejor y habría vencido a Dios."
De acuerdo con el relato del Apocalipsis, llegaría un momento en el que al demonio se le concedería poder para perseguir a los cristianos, incluso poder para derrotarlos, sin embargo, Jesús ha prometido acompañar a su Iglesia hasta el final. De modo que esta derrota será únicamente en apariencia. Justamente como quizá nos sentimos muchos de nosotros al ver que nuestros hijos, hermanos y demás personas que queremos se expresan y actúan como si hubieran cedido a la mentira, como si nos hubieran traicionado, incluso algunos como si nuestros pastores nos hubieran tapado la boca.
No me extenderé más sobre ese punto, baste por ahora, tomar en cuenta lo anterior para tener un poco de paz, y retomemos el sentido de lo que decía.
Parece ser que desde entonces hubiera parecido buena idea a Barbablu, servirse de la mujer pero de otra manera, una más sutil, pero a la vez eficaz. Recordemos que el Señor impuso una pena a cada uno, el hombre trabajaría de sol a sol y con mucho esfuerzo obtendría el fruto de su trabajo, buscaría frutos y al tierra le daría espinas. A la mujer le dijo que estaría sometida a su esposo y tendría a sus hijos con dolor. Pero seamos un poco más minuciosos, ¿será que estar "sometida a su esposo" era realmente un castigo? ¿no era que la había creado como ayuda adecuada?
"Dijo Yavé Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Le daré, pues, un ser semejante a él
para que lo ayude.»"
Gen 2,18
"El hombre puso nombre a todos los animales, a las aves del cielo y a las fieras salvajes. Pero no se encontró a ninguno
que fuera a su altura y lo ayudara. Entonces Yavé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Le sacó una de sus costillas y rellenó el hueco con carne. De la costilla que Yavé había sacado al hombre, formó una mujer y la llevó ante el hombre"
Gen 2, 20.21.22
Sé que a estas alturas del partido no faltará quien defina estos textos como machistas, pero como refutación a esto tengo el testimonio de muchísimas mujeres que me han dicho que les gustaría casarse y servir a su esposo, prepararle la comida, atender a sus hijos, y que quieren a un hombre que sea varonil, a veces incluso me han dicho que les gustan "los machos" y me han aclarado, no queremos alguien que nos golpee, pero si alguien que sea muy macho.
Y es que golpear a las mujeres, de ninguna manera tiene relación con ser hombre, como si lo tienen otros rasgos como estar dispuestos a dar su vida defendiendo a su familia, exponer su vida ante los peligros en defensa de niños, mujeres y ancianos.
¿No será que está en su naturaleza, el ser "ayuda adecuada de sus esposos?
Claro que al día de hoy, que las han engañado y les han vendido la idea, de empoderarse, de supuestamente "liberarse" , esto que escribo debe sonar horrible para no pocas y para no pocos.
¿Estoy negando que haya violencia contra la mujer? De ninguna manera, pero la mayoría de las veces, los que tanto dicen preocuparse por ellas, parecen negar que la violencia no es exclusiva de ningún sexo.
Así como es cierto que existe la violencia hacia la mujer, también es cierto que es prácticamente imposible demostrar que el maltrato sea porque se les odia. Es mucho más fácil correlacionar la violencia con la historia personal (antecedentes de violencia), con ignorancia, alcoholismo, drogadicción, pornografía, etc. También es cierto que la violencia ejercida por hombres y mujeres son de diferente tipo.
Lo cierto es que nada de esto justifica que aceptemos ninguna ideología que atente contra la naturaleza de nadie, ni de nosotros los hombres, ni la de las mujeres. Atentar contra nuestra naturaleza de ninguna manera puede considerarse "liberador".
Pero, retomando la idea inicial, quiero atraer la atención de ustedes que me leen hacia este dato interesante:
El demonio primero indujo a la mujer a querer ser como Dios y posteriormente hoy le quiere hacer gritar a coro junto a él:
NO SERVIRÉ.
El feminismo les ha dicho que «servir» al marido, a los hijos, a su familia, está mal mientras que servir a un desconocido para ascender por la escalera corporativa está muy bien. Y ¿A quién realmente sirven, "no sirviendo"?
Desafortunadamente la mujer, no todas, gracias a Dios, pero sí demasiadas, porque una ya era demasiado, han vuelto a caer en la tentación y después, muchos hombres han caído en el engaño de sentirse culpables de serlo. Han elegido probar también este fruto, el resultado tarde o temprano comprobaremos que será un gran desastre.
Les invito a reflexionar sobre el tema del divorcio, piensen en sus causas, en sus consecuencias en tantos hijos, ¿Qué papel juega el supuesto empoderamiento de la mujer en las causas de divorcio? ¿Qué tanto ha contribuido el feminismo con su insistencia en los mentados micromachismos como una forma de hacerlas hipersensibles por no decir intolerantes e insoportables? ¿Sabes la cantidad ridícula de cosas que consideran micromachismos?
Ruego a Dios que derrame gracias suficientes para todos, gracias eficaces que nos asistan para hacer un buen discernimiento de todo lo que está sucediendo y que seguirá atentando finalmente contra: la iglesia, la familia, la vida, la verdad, la verdadera libertad y la salvación de las almas, a fin de cuentas contra La persona. Contra ti, contra mí, poniéndonos unos contra otros causando divisiones donde debería reinar el amor.
Agradezco mucho de antemano a quienes se unan en oración por todos.
MEJORAM
Predicador Católico.
01/03/2020
