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jueves, 15 de abril de 2021

LAPSI CONTEMPORÁNEO

 LAPSI CONTEMPORÁNEO





Lapsi es la palabra latina (los que han tropezado) con que se designó a los primeros cristianos que abjuraron de su fe ante la presión de las autoridades romanas, particularmente intensa durante el reinado de Decio. Es una apostasía exclusivamente cristiana y de carácter temporal.

He llamado así desde hace algún tiempo, a quienes en la actualidad han tropezado, renunciando a su fe, lo hagan de manera consciente o no.

Hoy quisiera reflexionar algunos aspectos sobre esta cuestión con la finalidad de hacer un autodiagnóstico de nuestra fe.

Muchos cristianos en aquel entonces renunciaban a su fe por miedo a perder la vida, hoy, por mucho menos. 

Entonces, la amenaza era grande, hoy para muchos lapsi, la amenaza es a su comodidad. 

En ambos casos, es probable que la Palabra, haya sido como la semilla que cayó entre piedras o la que lo hizo entre espinas. ¿Acaso no dijo Jesús:  ¿"El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará" ? (Mt 10,39)

¿O es que para la mayoría de bautizados, absolutamente todo el mensaje del Evangelio se encuentra redactado en sentido figurado?

Existen Católicos, por ejemplo, que sin razones lógicas, han decidido que  nada de lo anunciado por la Sma. Virgen, Nuestro Señor Jesucristo, o San Miguel Arcángel es real. Porque "nadie sabe ni el día ni la hora", "porque no son conspiranoicos", "porque no es posible que haya tanta maldad".

La verdadera razón: desconocen el Evangelio y el Catecismo de la Iglesia Católica. 

Las "teorías de conspiración" en realidad podemos encontrarlas en el Apocalipsis y el Catecismo de la Iglesia.

Es  cierto, de las cosas anunciadas en el Apocalipsis, muchas han sucedido ya, otras se repiten con el tiempo, pero otras sucederán cuando vaya a ocurrir la Segunda Venida de Nuestro Señor. 

Cada vez estoy más convencido de que cuando sea el momento, siempre habrá una mayoría incrédula que dirá: "nadie sabe el día ni la hora", "no creo en teorías de conspiración", "no es posible tanta maldad". Siempre será una mayoría más dispuesta a poner su fe en chucherías que en Dios y su palabra. 

Hoy, algunos se toman a juego el tema del chip, sin embargo  en Apocalipsis, se habla de la marca de la bestia. 

La gravedad de esto no es poca cosa. Será nuestra gente, nuestra familia, amigos, seres queridos quienes irán presurosos a solicitar su marca. Hoy vemos un ensayo, cuánta gente querida corre a ponerse una vacuna que no los protegerá de nada más que del cargo de conciencia, ¿qué será cuando dependa de eso para comer, comprar, etcétera?

Cuán verdaderas resultan hoy estas palabras: 

«Perece mi pueblo por falta de conocimiento.» Oseas 4,6


Y con razón pregunta Nuestro Señor:

«... Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?» Lc 18,8


   Sí, si hay tanta maldad

No es nuevo, ¿recuerdan a Caín matando a su hermano Abel? ¿ Recuerdan a José, hijo de Jacob, vendido como esclavo, por sus hermanos? ¿Recuerdan la forma en que fue torturado Nuestro Señor?

¿Recuerdan a tantos hermanos que hoy pierden su vida nada más que por ser cristianos, en medio Oriente y China?

Sí y mil veces sí, hay tanta maldad casi desde el inicio de nuestra existencia. 

Nadie sabe ni el día ni la hora

En efecto y por lo tanto, nadie puede asegurar que aún no sea el tiempo.  Sin embargo, muchas personas de Oración intensa, llevan varios años advirtiéndonos, unos porque reciben gracias especiales y son avisados desde el cielo, otros, por ser espirituales reconocen la voz del Pastor en esos mensajes y otros, simplemente lo sentimos en el corazón. 

Nadie sabe el día, ni la hora, pero los lapsi, ni el día, ni la hora, ni el Evangelio, ni el Magisterio de la Iglesia. 

Las revelaciones privadas, no obligan a creerlas. 

Totalmente de acuerdo, pero tampoco es sensato usar esto como excusa para no creer absolutamente nada de lo que dicen. Y no es sensato porque con una mirada amplia, considerando la información que recibimos cotidianamente ya debería decirnos mucho. 


Lamentablemente, nuestra sociedad se ha quedado sin aceite en las lámparas, se ha quedado incluso sin lámparas y ya ni hablar de las vírgenes, en el Evangelio, la mitad fueron previsoras y la otra mitad necias. En la actualidad quedará una virgen por cada diez y nueve sin lámparas,  aceite,  fe y sin evangelización. 


Ruego a Dios toque nuestros ojos, oídos, mente y corazones para que teniendo ojos veamos; oídos  escuchemos; mente, entendamos; corazón y amemos.

No seas un lapsi, es una condición temporal, si ya lo eres,  puedes dejarlo, si aún no has tropezado, ponte alerta, ora, lee la Sagrada Escritura, ponte la armadura de Dios. (Ef 6)


Este momento, lo creas o no, es para redoblar esfuerzos en la oración y el sacrificio. Es tiempo de volverse mucho más espiritual de lo que eras antes y si no lo has sido  es hora de empezar y se hace tarde.


MEJÓRAM

15/04/21