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domingo, 27 de noviembre de 2016

Invitación a la conversión constante.



Comienza el Adviento, y casi todas las reflexiones comienzan así: “ Comienza el Adviento, tiempo de preparación”.  Pretendo por lo tanto empezar diferente, quisiera comenzar recordando algunas lecturas que hemos estado leyendo en misa durante la semana.

Mt24, 36 Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre.



Mt 24 , 42.44
42 Velen, pues y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor…
44 Por eso, estén también ustedes preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos esperan.

Rom 23, 11-12 Comprendan en qué tiempo estamos, y que ya es hora de despertar. Nuestra Salvación está ahora más cerca que  cuando llegamos a la fe. La noche va muy avanzada y está cerca el día…

Lc 21,  8-12 porque muchos  usurparán mi nombre y dirán: “Yo soy el Mesías, el tiempo está cerca”. No los sigan. No se asusten si oyen hablar de guerras y disturbios, porque estas cosas tienen que ocurrir primero, pero el fin no llegará tan de inmediato.” Entonces Jesús les dijo: “ Se levantará una nación contra la otra y un reino contra otro. Habrá grandes terremotos, pestes y hambre en diversos lugares. Se verán también cosas espantosas y señales terribles en el cielo. Pero antes de que eso ocurra los tomarán a ustedes presos, los perseguirán, los entregarán a los tribunales judíos y los meterán a sus cárceles.

Venida del Hijo del Hombre

Lc 21 ,26 La gente se morirá de espanto con sólo pensar en lo que va a caer sobre la humanidad, porque las fuerzas del universo serán  sacudidas.

Lc 21, 34-36 Jesús dijo a sus discípulos: “Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre.

Es bueno saber que Jesús dijo que : “Nadie sabe el día ni la hora” (Mt 24,36) pero quisiera invitarte a leer de nuevo atentamente las citas anteriores. Jesús dice que cuando se hable de guerras que no nos asustemos porque no será tan de inmediato. Sin embargo aunque nadie sabe el día ni la hora, nos invita con insistencia a estar vigilantes, preparados porque ese día caerá como una trampa, cuando nadie lo espere.

Preparémonos como quien se prepara para recibir a un familiar muy querido que vive en el extranjero y vendrá de visita. Preparémonos sin miedo, pero oremos por aquellos que al no estar preparados “morirán de espanto al ver lo que está por caer sobre la tierra”. Lc 21 ,26 Es decir que Jesús nos invita a estar preparados para no ser de los que sí temerán y morirán de espanto.

Muchas veces me pregunto, ¿Quién lo está esperando? En alguna ocasión que tuve la “ocurrencia” de invitar a algunos hermanos en Cristo a orar para que vuelva pronto nuestro Señor, alguien comentó que no era para tanto. Resulta que sí lo es, es para tanto. Es para tanto porque dijo que no temamos, es para tanto porque (se supone) le amamos, y no podemos vivir un día más sin tenerlo frente  a frente. Es para tanto porque deseamos contemplarle. Además es para tanto porque estamos ya tan enredados en nuestra maldad que difícilmente podamos dar marcha atrás así “nomás” sin ayuda extra.

Que nadie sabe la hora, es verdad, no la sabemos, pero que tiene razón  san Pablo con su lógica, cada vez falta menos para ese maravilloso día. La noche, que por cierto aplica muy bien a la situación actual  tanto en lo intelectual como en lo moral de nuestra sociedad, está mucho más que avanzada. No sé ustedes pero mi corazón anhela ver por lo menos los primeros rayos de sol.

Vivamos continuamente pendientes de nuestra conversión. Hagamos con frecuencia nuestro examen de conciencia y no sólo en Adviento y Cuaresma, estos son tiempos fuertes, ojalá siempre lo fueran y que en estos dos momentos en que la Iglesia nos invita, se volvieran "momentos más fuertes".

Sí, si es para tanto, oremos con toda la Iglesia, Ven Señor de la Justicia, ven Señor no tardes, ven que te esperamos, ven Señor, Maranatá.

MEJORAM
27/11/ 16






jueves, 24 de noviembre de 2016

DISCUTIR O PELEAR


"Para evitar la crítica, 
no hagas nada, 
no digas nada, 
no seas nada.", 
Anónimo

Comenzaré como es mi costumbre aclarando los términos sirviéndome de un diccionario.

Discutir: t. Examinar entre dos o más personas en las que se analiza o se examina un asunto o un tema para solucionarlo o para explicarlo. II Contender dos o más personas por opiniones o intereses opuestos en una conversación.
Discusión: s.f Acción y efecto de discutir. II Conversación entre dos o más personas en las que se analiza o se examina un asunto o un tema para solucionarlo o para explicarlo. II Conversación entre dos o más personas en las que se defienden opiniones o intereses opuestos.
Contender: intr. Luchar, competir. II Debatir, disputar sobre algún asunto.
Pelear: intr. Batallar, combatir, contender. II Reñir de palabra. II fig Combatir entre sí u oponerse las cosas unas a otras. II  fig.  Desavenirse, enemistarse . II  Afanarse.

"Los amigos se hieren con la verdad 
para no matarse con la mentira.",
Anónimo

Hoy quiero tocar este tema de suma importancia, pues una vez que has decidido seguir este camino (el de la Santidad, Conversión) te enfrentarás no con una, sino con muchas personas (la mayoría) que estarán en contra de lo que crees. No es ser pesimista, es así desde siempre, al mismo Cristo lo crucificaron. Te tocará escuchar críticas constantes a la Iglesia (a la jerarquía), al Papa, a ti mismo (a). Nunca faltará quien esté constantemente presionándote para que explotes y en cuanto lo hagas recriminarte: ¿Eso vas a aprender en la Iglesia?, una pregunta bastante hipócrita pero por el momento la haremos a un lado, el punto es este: "Si te has decidido a servir al Señor, prepárate para la prueba" dice la Sagrada Escritura (Eclo 2,1), que por supuesto está hablando de  la batalla espiritual, la lucha interior. Sin embargo Jesús prometió a quienes le siguieran el “ciento por uno” junto con persecuciones y la vida eterna. (Mc 10, 29-30) 

De todos modos tampoco es mi intención en este momento hacer exégesis de estos textos, sino hacer una invitación a aprender a discutir o en su caso a perder el miedo a hacerlo.

Los católicos, muchos de nosotros, crecemos acomplejados con la falsa idea de que “de política y de religión, no se habla”. Por supuesto que se habla, porque se habla de cosas importantes. De lo que no es importante no se habla. Se tiene que hablar de ambas cosas porque ambas son realidades por demás importantes para el ser humano. El no hablarlas, es una de tantas razones de que la política esté tan desvirtuada (casi desde siempre), y la Iglesia enfrente tantos problemas como personas hay.

No se puede hablar con gente ignorante, eso sí, definitivo, en esos casos vale la pena un “corte fino”, cambiar el tema o alguna otra estrategia. Pero si consideras que estás con personas inteligentes, adelante, a discutir se ha dicho. 

"No me da vergüenza confesar que soy ignorante de lo que no sé.",
Marco Tulio Cicerón

Bueno, bueno todo lo anterior porque a propósito del tema de las discusiones traigo unas anécdotas y consejos.

Hace un tiempo en un grupo sucedió que alguien comentó que Dios seguramente estaba enojado por tantas barbaridades que hacemos, específicamente hablando del tema del aborto. Y otra persona, le rebatió diciendo que Dios es misericordioso y no iba a castigar a nadie. Entonces, un servidor, metió su cuchara por dos razones, la primera, había observado que la persona que rebatió, constantemente disentía de los comentarios de la primera persona, lo cual para mí significó que había ya algo personal, y la segunda razón porque consideré que era importante aclarar que Dios ciertamente es misericordioso pero también es justo. Mi comentario era algo así como: Tengamos cuidado con esto del tema de la misericordia… y puse unos videos del entonces cardenal Jorge Bergoglio (hoy Papa Francisco, para quien no sepa quién es) en el que el Cardenal asegura basándose en citas bíblicas que Dios sí castiga.  La persona brevemente se defendió y se fue.

"Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender.", 
Charles Dickens

La otra anécdota que quiero contarles es sobre un amigo, él es médico, y éramos compañeros en  el diplomado de Teología básica, con él, discutí no sé cuántas veces y nunca terminó molesto, ni yo y siempre somos amigos.


Constantemente estoy participando en debates y discusiones y la verdad es que las disfruto mucho porque aprendo mucho y es sobre lo que he aprendido que quiero contarles.


"Nunca he encontrado un hombre 
de quien no haya aprendido algo.", 
Alfredo de Vigny

Primero que debatir no siempre es pelear, no tiene por qué ser así a menos que alguno de los dos sea ignorante. Recuerda que ignorante no es una mala palabra. Todos somos ignorantes en muchas cosas pero si estás hablando de política o religión con un profano terminará en pleito. Porque el ignorante cree que lo poco que sabe es todo lo que hay que saber y siempre piensa que el otro es el ignorante. Si tú no eres el ignorante en la situación, probablemente te quede una sensación extraña (de extrañamiento) porque no tenía por qué terminar así algo que pudo ser de crecimiento mutuo. El ignorante terminará tratando de hacerte sentir culpable y se irá molesto.

¿Qué hacer? Recuerda que las palabras que utilizas tienen un efecto en la otra persona, también hacer buen uso de las mismas. Por ejemplo las palabras: Nunca, Siempre, Todos, Nadie, son injustas, son inexactas, uno no siempre está molestando a alguien, uno no puede nunca hacer caso. Nadie puede molestar a nadie, siempre la ofensa está en quien escucha, si alguien te dice algo para ofenderte está en ti dejar que la ofensa cause o no efecto. Evita usar estas palabras y no te asustes cuando te las digan, no las tomes literal, la otra persona probablemente no sabe estas cosas.


También están los acusativos, “es que tú”…, “estás mal”, “estás equivocado”…, “es que tú crees que”… mucha gente utiliza este recurso, creen saber lo que estás pensando, sintiendo, etcétera, que yo sepa hasta ahora nadie (ahora sí) puede leer la mente o adivinar los sentimientos del otro, la ciencia no está tan avanzada. Cuando le dices a alguien: “estás mal”, lo que realmente estás transmitiendo es “yo estoy bien”. Un poco egocéntrico o soberbio, ¿no crees? No uses estas frases, y si te las dicen, no las tomas tal cual, la otra persona está muy acostumbrada a hacerlo, pero tú puedes aprender a discutir mejor.

"Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.", 
Nicolás Maquiavelo

Recuerda que una cosa es la persona y otra cosa es el acto, una cosa es la persona y otra cosa es su opinión en su caso el argumento, de manera que cuando te rebatan tu argumento, la otra persona no te está agrediendo, está nada más, en contra de tu postura, no la comparte, punto. No es obligación que todos opinen lo mismo, recuerda además que de las aproximaciones de la mente a la verdad, la opinión es inferior a la evidencia, puesto que la opinión es generalmente impulsada por una emoción (o varias) y la evidencia es la prueba de la veracidad de lo que estás diciendo. Esto es importante, presenta entonces evidencias de lo que dices.


"La vergüenza de confesar el primer error,
 hace cometer muchos otros.",
Jean de la Fontaine

Escucha (o lee ) bien antes de responder, me he encontrado demasiadas veces con gente que no lee. Es una triste realidad de nuestro país, tan lamentable que la gente no puede ni leer un texto breve conteniendo una postura, a lo mucho echan un vistazo y luego regurgitan toda la emoción que llevan dentro en lugar de pacífica y racionalmente articular una respuesta sensata. Y en cuanto a escuchar, la historia es aún más triste, en 41 años no he encontrado más que dos o tres personas que sepan escuchar. Y muy poca gente sabe que me he entrenado en hacerlo precisamente por haber lamentado esta falta. (Si necesitas ser escuchado, espero algún día me des la oportunidad de hacerlo)

"El silencio es una de las artes más grandes de la conversación.", 
William Hazlitt

Piensa bien. Convéncete que la otra persona tiene buena intención, no es que se haya despertado decidida a acabar contigo. Aunque no descarto la posibilidad que suceda, la mayoría de las personas aun cuando el acto es malo, lo llevan a cabo pensando que es un bien, de alguna forma en su deformada escala de valores lo es. No es frecuente que alguien haga el mal simplemente por ser mal.


"Nuestra cabeza es redonda 
para permitir al pensamiento cambiar de dirección.", 
Francis Picabia



Si no te gusta que te rebatan, pues como dice el dicho: “calladito te ves más bonito”. Si le vas a contestar a alguien, esa persona tiene derecho de réplica. Me ha pasado que alguien me mande un mensaje vomitando toda su frustración y luego me bloquean. Ese mensaje pierde todo su valor y significado en tanto la persona es cobarde y verdaderamente intolerante, de lo contrario hubiera esperado tu respuesta. Un mensaje así no vale la pena ni leerlo, ni darle importancia.

"Bienaventurados los que se ríen de sí mismos 
porque la felicidad les durará toda su vida.", 
Anónimo

El que se enoja pierde, aprovecho para hacer la aclaración, de que el discutir no tiene por qué ser una competencia, no tendría que haber un ganador, sino tantos ganadores como personas hayan participado en el debate. Si aprendemos ganamos todos. Quien haya tenido razón no “ganó”, si pudo demostrar que tenía razón ganó la persona que no tenía razón  puesto que ha aprendido algo nuevo. Si quien tenía razón “perdió” porque la otra persona gritaba, aporreaba, se enrojeció, refunfuñó y se fue, perdieron todos. 

"Nada tan estúpido como vencer;
 el verdadero triunfo esta en convencer.",
Victor Hugo

Pero sobretodo el que se enoja, hace el ridículo, pero mucho ojo, el que se enoja generalmente es quien acusa: “Ya te enojaste”. No lo olvides, este es un recurso muy bajo para hacerte enojar, no lo “compres”, cuando escuches “ya te enojaste”, es el momento de ser humilde y no discutir más con un ignorante, discúlpame, pero en eso es un experto y te ganará en su área. Callas, y si es posible te das la vuelta, o simplemente permaneces callado escuchando. No digas más. Si te es posible has un chiste y cambia la conversación. ¿Dirán que es un cobarde? Bueno, a mi me preocupa más pasar por tonto que por cobarde, ¿y  a ti?

"Todos los que no tienen nada que decir hablan a gritos.", 
Enrique Jardiel Poncela

"Es mejor estar callado y parecer tonto 
que hablar y despejar todas las dudas.",
Groucho Marx

"No hay ninguna cosa seria 
que no pueda decirse con una sonrisa.", 
Alejandro Casona

Consigue un diccionario, esto es vital, considero que la principal razón para que una discusión pase de ser acalorada a un pleito, es que hay muchas, demasiadas, palabras que usamos mal. Ignorancia es una de tantas. Derecho es otra, iglesia una más, discutir, eficaz, eficiente, sendos, por poner algunos ejemplos.

"Quien de verdad sabe de qué habla, 
no encuentra razones para levantar la voz.", 
Leonardo Da Vinci

Invoca al Espíritu Santo,  solo quien ha estudiado el tema de la gracia, los dones etcétera del Espíritu Santo, pero sobretodo quien tiene una relación cercana con él, comprende la certeza que da a través de sus dones, y que a la hora de debatir, discutir, refutar, etcétera te ayudarán a mantener la calma, y muchas veces llevará al otro a la desesperación que desemboca en amenazas y groserías. Esta es la mejor de todas las recomendaciones antes mencionadas.  no se preocupen por lo que van a decir, sino digan lo que se les inspire en ese momento; porque no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu Santo.” (Mc 13,11)

No dudes en defender la verdad por evitar una discusión, eso sí que no, pues como dijo una vez Albert Einstein: "El mundo no está amenazado por las malas personas sino por aquellos que permiten la maldad." Recuerda que sacar a alguien del error es una obra de misericordia. Discutir no es pecado, dejar a alguien en el suyo sí. Si por discutir puedes sacar a alguien del error Dios no te juzgará por eso, en cambio te pedirá cuentas de todos aquellos a los que dejaste perderse. 

Recuerda que comencé con las definiciones de las palabras discutir y pelear, por favor eso sí no pelees, ni con tu familia ni con nadie, pero eso sí discute y discute mucho por favor.


"Siempre es más valioso tener el respeto
que la admiración de las personas.", 
Jean Jacques Rousseau

MEJORAM
24/11/16

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sábado, 19 de noviembre de 2016

Las dimensiones de la vida espiritual.


Ya he dicho varias veces que la gente muchas veces no sabe que la razón de su existencia es alcanzar la santidad. Por lo mismo tampoco distinguen entre salvación y santificación. Hay diferencia, el chiste no es solo "salvarse". También hay un "cómo" serás en la otra vida. La cuestión no es únicamente morir en gracia de Dios y ya. También hay que procurar ser lo más santo posible.

Si llegará a tu ciudad tu artista favorito, no me dejarás mentir, que no da lo mismo ver el concierto desde la Tv, que estar ahí, y tampoco da lo mismo ir al concierto en última fila, lo màs lejos, mirando quizá desde unos binoculares, que estar lo más cerca posible, en primera fila, poder "tocar" a tu artista favorito, tomarte unas selfies, subirlas a las redes para que todos se enteren de que fuiste y casi casi lo tocaste. La experiencia adquirirá totalmente otra dimensión si lograrás subir al escenario y cantar un pedazo de una canción, hacerle coros.

Pues imagina la vida en el cielo. Imagina la diferencia entre   "a penas" lograr entrar, probablemente después de una breve o no tan breve estadía en el purgatorio. Imagina si no lo logras. Será el destino "ETERNO" de tu alma. ¿Cómo quisieras verte en la otra vida, por la eternidad? ¿No crees que valdría la pena esforzarse por alcanzar el lugar más cercano al Señor?

Bueno se necesita ayuda para esto. y ciertamente estas son sólo algunas de las muchísimas cosas que no sabemos y que deberíamos conocer.

Hoy quisiera contarte acerca de las dimensiones de la vida espiritual.

Son tres, y deben ocuparnos  durante toda nuestra vida, no siempre las tendremos en cuenta al  mismo tiempo, pero es bueno conocerlas y procurar tenerlas siempre presentes.

La Primera es la Purificación, la segunda la Iluminación y la tercera la Unión.

Cada una puede ser pasiva o activa.

La Purificación activa consiste en todos tus esfuerzos por superar la vida de pecado. Tu esfuerzo por hacer diariamente tu exámen de conciencia y tener un firme propósito de enmendarte. Las medidas que lleves a cabo como el ayuno, los sacrificios darán a tu alma la fortaleza para vencer. Entonces Dios hará su parte, en lo secreto, casi sin que lo notes, pero los demás lo notarán, esa será la forma pasiva de la purificación.

La Iluminación activa, son todos tus esfuerzos por conocer más a Dios. ¿Cómo? Leyendo su Palabra, libros espirituales, vidas de santos, más adelante conforme vayas madurando quizá quieras estudiar algo más serio y formal, algún área de la teología, quizá moral, liturgia, etc. Entonces Dios, también responderá a tus esfuerzos, haciendo lo suyo, también como anteriormente en lo secreto.

Recuerda que el Amor, implica el conocimiento y aceptación del otro, en la medida que conozcas más sobre el Amado, también favoreces la Unión, pero estudiar no lo es todo. Jesús , nos dejó los Sacramentos, recíbelos con frecuencia, en la medida que lo hagas estarás haciendo la parte activa de la Unión. Visitale en el sagrario, comulga lo más seguido posible, reza mucho, muchísimo, también nuestro Amado hará su parte, ahí en lo secreto.


Pues bien, nuestra relación con Dios, no es una relación matemática, no desesperes. el que te haya descrito con tanta brevedad esto no quiere decir para nada que será así de rápido. El proceso durará, te lo aseguro, toda la vida, pero al final notarás que valió la pena. Ojalá cuando te encuentres frente a Él, me hayas hecho caso, sobre todo en lo de orar mucho y frecuentar los sacramentos, creeme, te acordarás de mi justo en ese instante, no olvides pedirle por mi alma.


MEJORAM
19/Nov/16

sábado, 5 de noviembre de 2016

LOS SANTOS



¿Sabes por qué naciste?
¿Sabes por qué vas a la escuela?
¿Sabes cual es la principal responsabilidad de los padres para con lo hijos?


Pues fijate bien, que el ser humano es una criatura con cuerpo material y al mismo tiempo es un ser espiritual, no como dos cosas separadas sino cuerpo y espíritu en una sola cosa.

Y como tal su vida es de importancia tal que no se limita solo a la vida terrenal. Esperamos una vida futura, en el cielo, una vida que durará para siempre y en la que contemplaremos a Dios.

La realidad es que pocas veces nos detenemos a pensarlo. Nos dedicamos a seguir consejos, instrucciones, de nuestros padres, parientes, etc., que nos dicen que estudiemos "para ser alguien en la vida", que si nos esforzamos conseguiremos un buen trabajo.

¿Alguna vez te has detenido a cuestionar o reflexionar en esto?

Tú ya eres alguien en la vida, eres tú, hijo o hija de Dios, con Inteligencia, Voluntad y Memoria. Eres una PERSONA. 

Si los hijos nos son prestados para llevarlos de nuevo a Dios, ¿En qué momento los preparamos? ¿En la escuela?, ¿En la catequesis?...

Tú naciste para ser SANTO, tus hijos te los han prestado para que los ayudes a ser SANTOS. 

Si no estamos preparándonos para esto, lo más probable es que tampoco lo estemos haciendo con nuestros hijos. Qué triste sería fracasar como santos y que además fracasemos como padres.

Existen muchas razones para explicar por qué la gran mayoría de los "creyentes" no estamos pensando en esto, no me detendré, al menos hoy, para mencionarlas o analizarlas, hoy me concentraré en decirte que comiences a pensarlo, proponte por lo menos pensar en el tema. Ya luego hablaremos de lo demás. Mientras tanto recibe mis mejores deseos para ti y tu familia, espero que pronto nos encontremos aquí de nuevo.


MEJORAM

05/11/16