Para un diccionario,
paz significa:
Nombre femenino
1.
Situación o estado en que no hay guerra ni luchas entre dos o más partes enfrentadas.
2.
Acuerdo para poner fin a una guerra.
Pero en sentido Biblico, Paz (Shalom) significa un deseo de bienestar entre las personas, las naciones, o entre Dios y el hombre.
Sucede algo interesante con la paz, y es que Jesús Resucitado se aparece a los apóstoles deseándoles la paz (Lc 24,36; Jn 20,19.21.26) pero también en otro momento les pregunta: "¿Creeis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división" Lc 12,51 cfr. Mt 10,34. Y sin embargo cuando los envía les dice: "En la casa en que entréis, decid primero: "Paz a esta casa." Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros." Lucas 10,5-6 cfr también Mateo 10,12-13 Y qué decir de cuando Jesús sanaba o liberaba a alguien y le decía: "vete en paz" (Mc 5,34; Lc 7,50; 8,48) o en las bienaventuranzas: "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios." Mateo 5,9
Pues pongamos un poco de orden.
Jesús dice que quienes trabajan por la paz son dichosos, porque serán llamados hijos de Dios, de modo que a nosotros los cristianos nos toca trabajar por la paz. Jesús nos enseña a desear la paz y que la paz estaría en aquellos lugares donde hubiera gente de paz. Jesús mismo, como vimos deseaba la paz a las personas que curaba, liberaba o perdonaba y se la deseaba a los apóstoles cuando se les aparece después de la Resurrección. Les dice que tengan paz en ellos y entre ellos (Mt 9,50).
De modo que Jesús siendo Dios es paz, y quiere que nosotros lo seamos, la tengamos, la ofrezcamos y la deseemos.
Entonces ¿Qué quiere decir: creen que he venido a traer paz?
Pues simple y sencillamente trate de hablar de algún tema que sin ser necesariamente religioso, pero que tenga olor a religión con alguien cuya falta de criterio o información le haya hecho dócil a la opinión popular y note cómo pronto estará tentado(a) con el dilema entre ceder a la mentira para conservar amistades o defender la verdad. Si bien la paz no es imposible en estas circunstancias, vaya que lo parece, dependerá en gran medida de las habilidades personales para darse a entender pero sobretodo del deseo del otro de conocer la verdad.
Pero vale la pena insistir y aclarar esto, pues esta situación viene a ser algo así como un pelo en la sopa, ya que el cristiano debe entrenarse a vivir en paz en medio de esta y otras posibilidades.
La vida agitada nos distrae muchas veces de pensamientos que deberían estar presentes permanentemente en nuestra mente día y noche, especialmente en los momentos difíciles: Dios me ama (1Jn 4,10), soy hijo de Dios, su Gracia me basta(2 Cor 12,9), todo es Gracia, si Dios conmigo ¿Quién contra mí? (Ro 8,31), Dios es fiel (Num 23,19)
Con facilidad perdemos la paz y cedemos a la preocupación, la tristeza, el miedo, la ira, el deseo de venganza, depresión, etcétera, cuando si de verdad somos creyentes, discípulos, hacemos la Voluntad del Padre, vivimos en Gracia (, frecuentando los sacramentos) lo único que debería reinar en nosotros es esa confianza total en aquel que prometió estar con nosotros hasta el fin (Mt 28,20)
Un cristiano no debe vivir rumiando el pasado, debe dejárselo a la Misericordia, ponerlo en manos de Dios, y confiar en que nos perdone, teniendo en cuenta que en el Padre Nuestro pedimos que nos perdone como perdonamos a los que nos ofenden, pero entonces perdonémos a todas esas personas y si se nos hace difícil recordemos que no somos una perita en dulce y también hemos lastimado a mucha gente que Gracias a Dios no nos ha reclamado nada y no nos enteramos.
El cristiano no puede, no debería ceder a la paranoia a la que nos invita el ambiente actual, de temer el futuro, dejémoslo en manos de la Providencia, confiemos en que Jesús no nos engañó en Mateo 6, 24-34.
No cedas al miedo o al rencor, no des cabida a la envidia o a la desesperación. Dios está contigo, si tú estás con Él, Él es tu fuerza, tu Roca, todo, absolutamente todo lo que nos pasa es para bien de los que le amamos (Ro 8,28) entonces ¿qué sentido tiene vivir en el pasado o en el futuro mientras nos perdemos la vida que pasa?
En alguna fórmula de Consagración a la Santísima Virgen decía que cuando alguien hable mal de ti o haga algo que te perjudique, no vayas a reclamarle o a decirle que ya sabes lo que hizo, confía en Dios, ponlo en sus manos, ofrécelo.
Por favor, busca la Paz, vive en Paz, esparce la Paz, desea la Paz, sé una fuente de Paz, conviértete en un(a) pacificador (a), el mundo lo necesita, tus nervios y todo tu cuerpo lo necesitan, pero sobretodo tu alma.
¿No sabes cómo?
Ora, ve al Santísimo, ofrece rosarios, haz jaculatorias, lee la Sagrada Escritura, todo es don de Dios pídela.
Evenu Shalom Aleijem
MEJORAM
24/10/19
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