EL MONOPOLIO DE LA VERDAD parte I 

Me gustaría iniciar aclarando algunas cosas básicas que todo ser humano debería saber.

 La verdad, es una, universal, es objetiva (la conozcamos o no), inmutable (que no cambia), no admite grados (es o no es) y se puede conocer.

La verdad es, la adecuación de la mente con la realidad.

Para nosotros, los católicos, la verdad es una Persona. Una persona que además es Dios. 

Hasta hace aproximadamente dos siglos creíamos también estás dos cosas:

1. El hombre es un incesante buscador de la verdad.

2. Los Católicos sabemos que la Iglesia, que es nuestra Madre y Maestra es la única que posee la plenitud de la verdad y nos la va explicando. 

Hoy, no estaría tan seguro de que el hombre siga siendo ese buscador y respecto a la segunda idea, al menos eso era lo que los católicos creíamos hasta antes que el modernismo y sus profetas nos dieran a beber el veneno de la duda originando un descenso de consecuencias nefastas.

Pero hablemos un poco sobre la duda, es verdad que la duda nos puede servir para generar nuevo conocimiento, ya que la duda es una aproximación a la verdad, como también lo son la opinión, el error y las certezas. 

Sin embargo, en un momento dado de la historia de la ciencia, el hombre cayó en una especie de idolatría de la duda y ha comenzado a dudar sin ton ni son, a tontas y a locas. 

En otro momento de la historia, como ya mencioné antes, se nos ha hecho dudar si la Iglesia realmente posee la plenitud de la verdad, lo cuál, con un poco de buena intención y de voluntad, preguntando y estudiando, es perfectamente demostrable, pero, qué va, es más fácil dejarse seducir por la novedad y la «cosquillita» de parecer muy docto sólo por inventar teorías que vayan contra la "opinión popular". 

En pocas palabras, a la verdad, la traen de aquí para allá y entre esos ires y venires resultó que en algún momento "cada quien tenía su verdad" y más adelante que la verdad "no existe" y aquí viene lo más "curioso" y que ha motivado el presente escrito.

Resulta que la que finalmente no existiera hoy tiene un  nuevo dueño (o varios): Las redes sociales y los medios de desinformación y manipulación mediática. 

Las redes sociales, no es un secreto,  han estado censurando publicaciones que no sean políticamente correctas, pero más recientemente deciden qué es verdad y qué no, eliminan publicaciones so pretexto de que su equipo "de expertos" determinaron que alguna información es falsa, no hay presentación de pruebas de tal afirmación sin embargo sí es posible encontrar una relación: las noticias que contradigan lo que todos tenemos que creer porque así lo dicen los medios, son falsos, punto. 

¿No era que cada quien tenía su verdad? 

Llevo nueve meses extrañado, preguntándome si soy el único que jamás le ha creído nada ni a políticos ni a los medios; preguntándome, si es que no soy el único, en qué momento se volvieron inmaculados y veraces. 

¿Sigue siendo el hombre un incesante buscador de la verdad? Pienso que el hombre ahora, es un perezoso receptor de lo que sea que tranquilice y mantenga su adormecida conciencia en "paz". Incesante ya no, buscador quizá pero con intermitencia y pusilanimidad. Principalmente, se ha vuelto un receptor pasivo   incapacitado para discernir, pero eso, será lo que hable en la segunda parte...

MEJÓRAM

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