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viernes, 23 de julio de 2021

¿Y cómo tendrán Fe?

 ¿Y cómo tendrán Fe?


"El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo..." Mt 13, 24-30


"Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.

Pero ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique?

Y ¿cómo predicarán si no son enviados? Como dice la Escritura: ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el bien!

Por tanto, la fe viene de la predicación, y la predicación, por la Palabra de Cristo."

Rom 10,13-15.17


Empecé a escribir esto hace unos tres días y como empecé en la noche, después de la oración, me he quedado dormido y no lograba terminar, hoy providencialmente, el Evangelio proclamado en la misa fue el de las semillas que caían en distintos lugares, la parábola del sembrador (Mt 13, 18-23), de modo que hoy será un buen día para hablar de esto, ya que la semilla, es buena, falta que seamos aquella semilla, que cae en tierra buena y seamos quien entiende y da fruto. 

Un pequeño grupo de hermanos en Cristo, estamos estudiando la Sagrada Escritura, junto con el Catecismo y un libro de espiritualidad. Cuando iniciamos, la idea que tenía en mente al iniciar, hace unos meses, era leer pasajes que fortalecieran nuestra fe. Había pensado, escoger dichos pasajes, como si la idea de hacer esto hubiera sido mía, ingenuo de mí. 


Finalmente, estamos leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento. Iniciamos con el libro de Josué, y ahora vamos en 1 Samuel, los martes y los miércoles, unas semanas más tarde empezamos con Hechos y ahí continuamos. Y digo ingenuo de mí, y que terminamos leyendo libro por libro porque, siendo la idea fortalecer nuestra fe, resulta que eso precisamente encontramos página a página, historia tras historia.

Al mismo tiempo, me sucede que no dejo de pensar en lo difícil que nos ha resultado tener la fe que Dios merece que le tengamos. 


Basta mirar al pueblo de Israel, el pueblo elegido,  a quien el Padre dedicó tantos prodigios como parte de la pedagogía que planeó para él. Vemos un pueblo que como respuesta, está siempre reclamando, quejándose, desconfiando. 

Será así a lo largo de todo el Antiguo y Nuevo Testamento. Y , lamentablemente, así somos nosotros.

En la Sagrada Escritura, encontramos abundantes intervenciones de Dios en la Historia de la humanidad, e inmediatamente después, alguna prueba de falta de fe. 

Abundan ejemplos en los que Dios elige a alguien para una misión, y el elegido pide alguna señal tras otra de que de verdad está siendo elegido (vease Gedeón en Jueces 6). Casos en los que el pueblo es salvado de sus enemigos y al instante siguiente los encuentras temblando de miedo.

Para dudar, tenemos nuestra propia debilidad, flaquezas, miedos, inseguridades, traumas y desconocimiento de la Palabra de Dios.  Tenemos además, ideas (creencias) que, muchas veces con buena intención, nos han inculcado. 

Como resultado de estas enseñanzas, tenemos una creencia no explícita,  sino obviada, de que se puede tener fe en que Dios nos ayudará sí y solo sí el lío en que estemos no haya sido propiciado por nosotros mismos. Como si su compromiso fuera únicamente con aquellos buenos ciudadanos "responsables", pero déjenme preguntar algo: La caída ( el pecado) de Adán y Eva, ¿fue una cosa involuntaria?

Conocemos las consecuencias del pecado: muerte y sufrimiento. Sabemos muy bien, el premio (por aquello de que los progres no creen que Dios castigue): ganarás fatiga sacarás de él (del suelo) el alimento (Gn 3,17), parirás a tus hijos con dolor (Gn 3,16)...

La respuesta es: no, no fue algo que "pasó no sabemos cómo", nuestros primeros padres escucharon directamente del Señor: "si lo comen, morirán" (Gn 2,17) y eligieron no escuchar a Dios sino a una serpiente (Gn 3). El Padre, no los abandonó, sino que prometió un Salvador. Pregunto de nuevo, este Salvador, ¿debía venir por nuestro increíble sentido de la responsabilidad?

Les invito a leer la Historia del pueblo elegido. Se alejan de Dios una y otra vez. Sufren las consecuencias de su indiferencia e idolatría y el único que puede ayudarles, es Dios. Y después de varios años, porque ni siquiera eso logran aprender, es decir, a reconocer su error e invocar la ayuda pronto, cuando por fin, reconocen su error y claman por ayuda, la ayuda llega. El Señor hace maravillas  prodigios impresionantes, después de una intervención de gran Poder, los libra del peligro y el pueblo poco después vuelve a la misma vida de pecado y se repite el proceso.

Lo diré más claro: de 10 cruces que cargamos, 1 nos da el Señor y nueve nos las ponemos nosotros mismos. Es decir, la mayoría de nuestros problemas y dificultades nos los acarreamos nosotros mismos. Y es perfectamente comprensible que intentemos resolverlo también nosotros. Sin embargo, muchas veces, aún viendo que no podemos con eso, tampoco queremos «molestar» o "tentar" a Dios. Nos decimos: "si yo me metí en esto, yo tengo que salir", de ese modo, unimos la falta de fe con una buena dosis de orgullo, vanidad y soberbia.

El mundo y la Creación entera necesitan que tengamos fe. Fe, capaz de transplantar árboles y montañas, de curar enfermos, de transmitir a los demás un Dios cercano, Vivo, y que nos muestra su Amor involucrándose (porque le interesan, porque nos ama)  en nuestras vidas. 

Responsabilidad, debe ser una  Respuesta de amor a quien nos ama, no una excusa para escudarse detrás de la adicción al trabajo o cualquier otra "responsabilidad" que no sea una respuesta lógica a esto que nos dice el Señor:

  «No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben.  Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

«Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mt 6,19-21.25

  No es posible decir que esté sacando de contexto estas citas, ya que el pasaje es bastante insistente:

"Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.  Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal."  Mt 6, 33-34 

  Todo, es don de Dios, ¿A quién más podemos acudir y de qué manera si no es a Dios por medio de la oración?


"Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?"  Mt 6,27


Mira qué más nos dice:

"En vano madrugáis a levantaros, el descanso retrasais, los que coméis pan de fatigas, cuando él colma a su amado mientras duerme." Sal 127 (126),2

  Sé que me he extendido demasiado, pero necesitaba decirte esto, y rogarte que lo enseñes a otros. 

"Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»

 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna..." Juan 6,67-68


MEJÓRAM

23/Jul/21

2 comentarios:

  1. Dios ha sido infinitamente misericordioso con nosotros. Han pasado miles de años en los que nos llama a la conversión y aun así seguimos siendo infieles. Qué más necesitaremos vivir para volver a Él?

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