Del miedo al Santo Temor de Dios

 Del miedo al Santo Temor de Dios

"No tengan miedo"

     Dios, tantas veces en el Antiguo Testamento

"No tengan miedo"

      Jesús, tantas veces en el Nuevo Testamento

"No tengais miedo"

   San Juan Pablo II, varias veces.

Parece que «no tener miedo» es un mensaje bastante importante por algo es tan repetido en la Sagrada Escritura y por San Juan Pablo II.

Sin embargo, el ser humano siempre cree que sabe más incluso que Dios mismo por lo que hemos cambiado el «no tengas miedo» por "favor de no asustar". 

El libro de Daniel y el Apocalipsis tienen mensajes que, mal interpretados pueden asustar a quien vive apartado de la fe, pero para el católico comprometido, que está luchando por la santidad, que desea la conversión del mundo entero, ambos libros son mensajes de esperanza. 

=La zona del silencio=

 

La Zona del Silencio​ es un área localizada en la parte central del Bolsón de Mapimí, entre los estados mexicanos de Chihuahua, Coahuila y Durango.(1) Es un lugar lleno de misterio y leyendas. Un desierto donde las señales de radio se pierden y tu brújula deja de funcionar.(2) Los sacerdotes, catequistas, predicadores, la iglesia en general, parece que hablamos en la zona del silencio. Los medios de manipulación, que no de información, no pierden ocasión de tergiversar lo que diga el Papa, los obispos y laicos comprometidos, confundiendo a la "brújula" de la fe del pueblo de Dios. 

El progresismo, el modernismo y posmodernismo y sin fin de ideologías han contaminado las prédicas. Nos han pintado un falso Jesús que poco tiene que ver con el Salvador. 

¿Y qué tiene que ver el miedo?

Tenemos miedo de perder. Miedo de decir la verdad por miedo a que quien no le guste lo que escucha se vaya. Pero, ¿el Evangelio puede enseñarnos algo respecto a esto? Leamos:

"Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?» Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza?

Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»

Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»"

Jn 6,60-61.67-69

 Es curioso que por no perder hemos permitido que la corrección política se infiltre y de todos modos las vocaciones van disminuyendo y las filas de agnósticos en aumento. 

Si creemos que Dios existe y que el cielo es real y accesible y que es posible la condenación eterna, la verdad no puede negociarse por miedo. 

=El misterio de Judas=

El cardenal Sarah en "Se hace tarde y anochece" tiene un apartado sobre el misterio de Judas, referente a la pretensión de hacer las cosas mejor que Dios, mejor que la iglesia, pero al fin y al cabo, vana ilusión. 

La Virgen María (Fátima) mostró el infierno a tres niños, nosotros lo haríamos mejor, no asustando. 

Tenemos miedo de asustar y yo no me canso de preguntar ¿Cuál creemos que será la reacción de alguien que se está yendo al infierno sin remedio? Por miedo a asustar,  condenamos a muchos hermanos a un susto peor por irremediable. 

Muchos hay para los cuales Cristo no es suficiente y por miedo a perder popularidad, a perder en cantidad, recurren a prácticas hasta esotéricas con tal de presentar algo novedoso y que atraiga, algo que no aburra ¿No Evangelio significa Buena Nueva? El mensaje de Jesús parece no ser suficiente, ellos lo harían mejor.

¿Cómo hemos permitido que en las iglesias se limite la acción del Espíritu Santo por miedo a lo "desconocido"(carismas), mientras le abrimos las puertas de par en par al racionalismo que finalmente ha derivado en psicologismo y falta de fe y vocaciones? ¿Y por qué seguimos haciendo lo mismo?

El Espíritu Santo nos da sus virtudes, dones, frutos y carismas, pero nosotros lo haríamos mejor con psicología y racionalismo. Decimos creer que Dios está vivo pero con la razón le hemos prohibido ser todopoderoso, sanar enfermos y expulsar demonios. ¿Cómo puede alguien experimentar en la vida diaria que Dios es amor, cercano, más íntimo a nosotros que nosotros mismos, que está pendiente, que es providente, que le interesa el hombre completo si es solo algo teórico y no le permitimos actuar sobrenaturalmente?

Por miedo a perder, por creer que lo haríamos mejor que Dios, hemos vendido al Maestro para poder hacerlo a nuestro modo. Como dijo el padre Meinvielle, no queremos la ciudad de Dios sino la ciudad del hombre. 

Finalmente, obrando a nuestro modo, hemos pasado dos años sin fe, sin sacramentos (porque no te puedes confesar ni comulgar por TV), y ahora se presenta la amenaza de guerra y ¿Nos va a salvar el baile de la palmera o el de la abejita?

¿Sin fe?

Sí, sin fe ¿Han visto cuánta gente volvió a misa presencial? ¿Han visto cuánta gente perdió el sentido común?

Han visto el número de páginas de efectos secundarios del experimento de Pfizer? Ocho páginas de efectos secundarios, ocho páginas de efectos amontonados para que no les lleve 16 ¿Saben cuánta gente a pesar de leer tantas páginas de tantos efectos secundarios se pondrá "por amor al prójimo" todas las dosis que les digan?

Por falta de fe parece fanatismo pensar que Dios puede (y quiere) cuidarnos, protegernos, y que sería incapaz de contagiarnos recibiéndole en la Eucaristía en la boca, dándonos la paz en misa. Peor aún la falta de fe nos ha impedido darnos cuenta de que se ha tratado de una gran farsa internacional. Hoy la OMS dice que con el tiempo esta enfermedad será solo una gripe (como lo ha sido desde el inicio) y la diferencia entre lo que es y será estriba en la publicidad. 

¿Por qué? Por falta de fe. Falta de fe en que Dios todo lo puede, falta de fe en que la Eucaristía es Jesús en cuerpo, sangre, alma y divinidad. Falta de fe en su Santo Nombre.

=Del miedo a la ingenuidad=

 No queremos ver la realidad, nos cuesta aceptarlar pero ni la ingenuidad, ni la abejita , ni la palmera nos van a salvar. Esconder la cabeza para no ver lo que está pasando, negar que algo esté sucediendo no es solución para nada.

Tenemos todos esos miedos porque no conocemos al Dios en quien decimos creer. Y no le conocemos porque o no leemos las Sagradas Escrituras, o las leemos con la mente ya viciada por ideologías.

Lo he repetido, como siempre, como todo lo que digo, muchísimas veces en la zona del silencio, es muy cómodo etiquetar lo que nos asusta como teorías de conspiración, eso sí, sin miedo de cometer blasfemia, herejía o incluso sacrilegio al llamar teorías de conspiración al mensaje contenido en la Sagrada Escritura o el Magisterio de la Iglesia.

La ingenuidad e ignorancia o la ingenuidad por ignorancia y falta de fe, nos está poniendo en aprietos de proporciones que no alcanzamos a sospechar. Ha cobrado muchas vidas y cobrará aún muchísimas más.

 Por ingenuidad obedeceremos siempre cualquier cosa que papá gobierno diga, que los falsos mesías (OMS, ONU, OTAN, OPS, etcétera) ordenen por "nuestro bien" porque no somos capaces de discernir ni de disentir, porque la corrección política nos ha infectado hasta los huesos.

[¿Qué cuentas daremos al dueño del huerto? 

Los cristianos estamos en aprietos no solo temporalmente sino también transcendentalmente por no asumir la responsabilidad de anunciar e instaurar el Reino de Dios y hacernos cómplices de la imposición de la ciudad del hombre.

=Del miedo al santo temor de Dios=

Tantas veces se nos ha dicho que no tengamos miedo sino fe, que deberíamos prestar atención y tomar las medidas pertinentes. 

¿Cómo pasar del miedo al temor de Dios?

Propongo lo siguiente: primero, darle a nuestra mente herramientas para creer con firmeza en que el Poder de Dios Padre Todopoderoso, es eso Omnipotente, todo lo puede, leyendo con avidez la Sagrada Escritura, pero pidiendo insistentemente la ayuda del cielo, pidiendo al Espíritu Santo sus luces, porque no sólo es leer sino permitir que esa información descienda al corazón y lo eleve. Porque leyendo le conoceremos y al conocerle veremos que es razonable creer con absoluta confianza en quien dió la victoria a David contra el enorme Goliat, a su pueblo contra el poderoso Egipto, a los Macabeos, a la Reina Estér...

Pero es verdad, somos humanos, y pronto se nos olvida lo que hayamos leído y orado, por eso es muy importante reflexionar, meditar, rumiar  reflexiones o pensamientos que nos mantengan vigilantes. A mí me ayuda mucho pensar que un día voy a estar frente a Jesús, me ayuda a desconfiar siempre de mí, a esperarlo todo de él, entonces tengo que pedirle la gracia de serle fiel, de ganar almas para Él, de no olvidarme nunca qué nos envió a anunciar el Reino, no a tolerar cualquier cosa, sino a anunciar, predicar,  evangelizar, nos envío como ovejas enmedio de lobos. qué lejos está esto de la corrección política que ha infectado a los católicos en todos los niveles. De esta reflexión de brotar un santo temor, no miedo, porque por mí bautismo y confirmación soy responsable de anunciar, y denunciar, anunciar el bien y denunciar el mal. De anunciar a Cristo, el de las escrituras, el que vino a traer fuego (Mt 10,34) y no aún filósofo, revolucionario y hippie. 

Piensa, medita, rumia esto que digo: daremos cuenta, todos, hasta de las palabras ociosas.(Mt 12,36) y frente Aquel que es la Verdad, no habrá pretextos, falacias o eufemismos que valgan. Daremos cuentas, y esta vida no es la definitiva, aquella sí.

Que Dios nos conceda que a su venida nos encuentre trabajando por su Reino y vigilantes. 

"Así pues, queridos míos, de la misma manera que habéis obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajad con temor y temblor por vuestra salvación,..." Fil 2,12

1. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Zona_del_Silencio

2.

https://visitachihuahua.com/zona-del-silencio/