CREER EN Y CREER A
Muchas veces he escuchado esta expresión: “Yo si creo en Dios,
pero…”, la lista de los peros es variada, el que me llama la atención es aquel “pero
no soy fanático”. Trataré de no detenerme en ellos, sin embargo es curioso,
cómo mucha gente dice que cree en Dios solo por sus beneficios y aunque muchas
veces aunque digan que creen, ni saben qué creen ni por qué. Es más hasta rezan
como una forma de tranquilizar la conciencia, pues si tengo un problema, rezo,
si sale bien es porque soy muy fregón y si sale, mal, “y eso que hasta recé”
(tan difícil era).
Jesús dijo: “El que tiene mis mandamientos y los guarda,
ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y
me manifestaré a él” (Jn 14,21), es decir no basta con decir que se cree, sino
que se demuestra cumpliendo sus mandamientos.
Jesús insiste: <> (Jn 14,23 -24)
De manera que tanta gente repitiendo lo mismo, más podría
pensar que se trata de una especie de mantra tranquilizador de conciencias que
de algo verdadero.
Hoy no solo no
cumplimos los mandamientos sino que además ponemos en tela de juicio cualquier
cosa que nos diga Jesús. ¿Cómo nos habla hoy Jesús? ¿Qué nos está diciendo?
Pues nos habla, nada más y nada menos que a través de la
Iglesia. Nos habla a través de su magisterio, de sus pastores. Esos pastores
tan atacados hoy, un 99% de ellos es atacado por los errores de un 1% y falta
ver si ese 1% no es nada más que un grupo de personas que están en la iglesia
con toda la intención de destruirla desde dentro. Esto lo pienso por aquel
sacerdote que en lo mejor del Sínodo, se “acordó” que era gay.
Cierto, hay de todo en la viña del Señor, hay gente buena
y gente que no lo es tanto, hay pastores dignos e indignos, hay feligreses
comprometidos y demasiados que no. Esto lo sé, lo tengo claro, pero no me
gustan las proporciones y siento el deber de pronunciarme al respecto, no es
que espere que mi opinión logre
revertirlas pero por aquellos que me leen, vale la pena.
No basta decir que crees en Dios, si no estás dando pasos
concretos por buscar estar unido a Él y ser iluminado por Él. No basta si no
estás dando pasos serios por conocer y cumplir su Voluntad, si no estás
avanzando en tu camino de conversión y no estás en vías de ser santo.
Criticar a la iglesia, no se relaciona en forma alguna
con dar estos pasos, cuando criticas a la iglesia estas realmente dañándote a ti.
Estás pateando tu salvación pues por muchos defectos que ella pueda tener,
estos tan solo son la suma de los defectos de cada uno. Y mientras más la
criticas menos oportunidad te das de considerar que tanto contribuyes para que
sea así como es.
Muchas decisiones que ha tomado nuestra madre la Iglesia,
podrías cuestionarlas bíblicamente pero olvidas que las ha tomado porque
nosotros hemos abusado. Pongo por ejemplo una critica que alguien hizo. El tema
es “expulsar demonios”, cierto, la biblia dice que es una de las señales de los
que crean. La Iglesia ha decidido que solo los obispos. Ciertamente es una decisión
llena de Sabiduría divina, imagina el ridículo que haríamos cometiendo abusos y
viendo demonios en todas partes.
Involúcrate en la vida comunitaria, sufre y crece con los
defectos de los hermanos de comunidad, y entonces si aun así perseveras,
entonces y solo entonces te creeré que crees en Dios, en Cristo y que tienes al
Espíritu Santo.
Mientras no haya vida de comunidad, no haya frecuencia de
recibir los Sacramentos, no haya vida de oración, no podré creer, que crees.
MEJORAM
05/12/16
Muy cierto. Obras son amores, y no buenas razones.
ResponderEliminarGracias por escribir, Ramiro!
Gracias por leer! :-)
EliminarGracia por comaprtir y por comentar, bendiciones hermana.
La acción nos falta muchas veces, podemos amar a Dios con la boca pero a Él le agradada amarlo en acción.
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