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lunes, 5 de diciembre de 2016

CREER EN Y CREER A




Muchas veces he escuchado esta expresión: “Yo si creo en Dios, pero…”, la lista de los peros es variada, el que me llama la atención es aquel “pero no soy fanático”. Trataré de no detenerme en ellos, sin embargo es curioso, cómo mucha gente dice que cree en Dios solo por sus beneficios y aunque muchas veces aunque digan que creen, ni saben qué creen ni por qué. Es más hasta rezan como una forma de tranquilizar la conciencia, pues si tengo un problema, rezo, si sale bien es porque soy muy fregón y si sale, mal, “y eso que hasta recé” (tan difícil era).

Jesús dijo: “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él” (Jn 14,21), es decir no basta con decir que se cree, sino que se demuestra cumpliendo sus mandamientos.

Jesús insiste: <> (Jn 14,23 -24)

De manera que tanta gente repitiendo lo mismo, más podría pensar que se trata de una especie de mantra tranquilizador de conciencias que de algo verdadero.

Hoy  no solo no cumplimos los mandamientos sino que además ponemos en tela de juicio cualquier cosa que nos diga Jesús. ¿Cómo nos habla hoy Jesús? ¿Qué nos está diciendo?

Pues nos habla, nada más y nada menos que a través de la Iglesia. Nos habla a través de su magisterio, de sus pastores. Esos pastores tan atacados hoy, un 99% de ellos es atacado por los errores de un 1% y falta ver si ese 1% no es nada más que un grupo de personas que están en la iglesia con toda la intención de destruirla desde dentro. Esto lo pienso por aquel sacerdote que en lo mejor del Sínodo, se “acordó” que era gay.

Cierto, hay de todo en la viña del Señor, hay gente buena y gente que no lo es tanto, hay pastores dignos e indignos, hay feligreses comprometidos y demasiados que no. Esto lo sé, lo tengo claro, pero no me gustan las proporciones y siento el deber de pronunciarme al respecto, no es que  espere que mi opinión logre revertirlas pero por aquellos que me leen, vale la pena.

No basta decir que crees en Dios, si no estás dando pasos concretos por buscar estar unido a Él y ser iluminado por Él. No basta si no estás dando pasos serios por conocer y cumplir su Voluntad, si no estás avanzando en tu camino de conversión y no estás en vías de ser santo.

Criticar a la iglesia, no se relaciona en forma alguna con dar estos pasos, cuando criticas a la iglesia estas realmente dañándote a ti. Estás pateando tu salvación pues por muchos defectos que ella pueda tener, estos tan solo son la suma de los defectos de cada uno. Y mientras más la criticas menos oportunidad te das de considerar que tanto contribuyes para que sea así como es.
Muchas decisiones que ha tomado nuestra madre la Iglesia, podrías cuestionarlas bíblicamente pero olvidas que las ha tomado porque nosotros hemos abusado. Pongo por ejemplo una critica que alguien hizo. El tema es “expulsar demonios”, cierto, la biblia dice que es una de las señales de los que crean. La Iglesia ha decidido que solo los obispos. Ciertamente es una decisión llena de Sabiduría divina, imagina el ridículo que haríamos cometiendo abusos y viendo demonios en todas partes.

Involúcrate en la vida comunitaria, sufre y crece con los defectos de los hermanos de comunidad, y entonces si aun así perseveras, entonces y solo entonces te creeré que crees en Dios, en Cristo y que tienes al Espíritu Santo.

Mientras no haya vida de comunidad, no haya frecuencia de recibir los Sacramentos, no haya vida de oración, no podré creer, que crees.

MEJORAM
05/12/16


3 comentarios:

  1. Muy cierto. Obras son amores, y no buenas razones.
    Gracias por escribir, Ramiro!

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    Respuestas
    1. Gracias por leer! :-)
      Gracia por comaprtir y por comentar, bendiciones hermana.

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  2. La acción nos falta muchas veces, podemos amar a Dios con la boca pero a Él le agradada amarlo en acción.

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