¿QUÉ ES LA FE?
La
fe es fundamento de lo que se espera,
y
garantía de lo que no se ve
Heb
11,1
La fe es certeza de lo que no se ve, ¿qué significa esto?
Pues que crees algo aunque no lo veas.
Aunque nunca hayas viajado a Japón, sabes que existe, porque
lo dicen los libros, porque hay películas, quizá conoces a alguien que ya viajó
ahí, y tienes FE, tienes la certeza de que está ahí.
Nunca viste a los héroes de la nación, pero están
mencionados en los libros y les crees, les tienes fe, tienes certeza de que
existieron y dieron sus vidas por los intereses de la nación.
Lo más seguro es que a menos que hayas pasado por alguna
rara cirugía, nunca has visto tu cerebro o alguno de tus órganos internos, pero
crees que están ahí, tienes la certeza de que está ahí y funcionando, es más
sin el cerebro no podrías tener certeza de nada.
Yo nunca he visto un virus, en los libros de virología se
les mencionan, anexan fotos tomadas con microscopios especiales, pero es más,
ni siquiera esos microscopios he visto y sin embargo he creído lo que me han
dicho mis profesores.
Nunca he visto una aurora boreal y sin embargo sé que
existen.
Y podría seguir dando ejemplos de cosas que no vemos o no
nos constan, como es el caso de la Historia pero creemos “de buena fe”, que los
historiadores no nos han mentido, tampoco nuestros profesores, aunque tampoco
es que sea imposible, seguro no es lo común.
Por
la fe, advertido Noé
de
lo que aún no se veía,
tomó
precauciones y construyó un arca
para
salvar a su familia;
por
ella condenó al mundo y
heredó la justicia que viene de la fe.
Heb_11:7
Hemos crecido con fe. Fe en que nuestros padres siempre
tendrán alimento en la mesa, aunque eso sí que lamentablemente no puede
afirmarse para absolutamente todas las personas, pero de pequeños, nuestra fe
estaba con nuestros padres que nos aseguraban comida, ropa, cama, educación,
etcétera.
Hemos tenido fe en que si respetamos los señalamientos de
transito todo irá bien.
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Ahora resulta que sabemos tanto de ciencia y tenemos el
conocimiento a la mano y sobre todo tanta tecnología que tener fe se nos
dificulta.
Otras personas se refieren a la fe como una especie de
“polvillos mágicos” que da igual a que se los pongas, pero una vez que lo hagas
funcionará, es decir si tienes fe en las estrellas, te ayudarán, si tienes fe
en una patita de conejo, te ayudará y así con lo que te vaya mejor.
Pues no, eso sí que es un error, y aunque no pretendo
escribir un tratado sobre la fe, sí que quiero dejar claro algo.
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Pero no nos confundamos, si pones tu fe en que las
estrellas pueden cooperar contigo o confabular contra ti saldrás estrellado.
Imagina que las estrellas tuvieran tiempo para ayudar o
perjudicar, o peor aún ambas cosas al mismo tiempo a tantos millones de
persona, esto es imposible porque las estrella no son seres inteligentes.
Es decir, cuando hablamos de fe, estamos hablando también
de que esta fe está puesta en alguien real, que existe aunque no le hayamos
visto, pero es un Ser, el único que es Es (con mayúscula porque Él es el Ser) y
que gracias a Él somos, todos los demás.
No es como si pudiera inventar cualquier fetiche y
automáticamente por ponerle dos pizcas de fe entonces cobra vida, inteligencia
y entonces de la nada se vuelva confiable.
Tener fe implica creer que Dios existe y que nos creó para
relacionarnos con Él y esta fe debe permear en toda mi vida, en todas mis
acciones.
Jesús les dijo:
«En verdad os digo que si tuvierais fe y no
vacilaseis,
no solo haríais lo de la higuera,
sino que diríais a este monte:
“Quítate y arrójate al mar”, y así se realizaría.
Mat 21,21
La fe debe notarse en una actitud sin titubeo, no digo
que sea fácil, pero definitivamente será algo para trabajar. Habrá que confiar
total y plenamente en Dios y para eso tendremos que estar convencidos de su
bondad. Su bondad no es intermitente, Él es bueno en grado sumo y todo el
tiempo.
Todo
lo que pidáis orando con fe, lo recibiréis».
Mat
21,22
No es necesario ser biblista para saber que obviamente se
refiere a cosas buenas, sobre todo he viso resultados magníficos cuando pides
por otros. (Ora por quienes te persiguen, ora honesta y desinteresadamente
porque sean bendecidos)
Viendo
Jesús la fe que tenían,
le
dice al paralítico:
«Hijo,
tus pecados te son perdonados».
Mc
2,5
No es un
componente mágico que aplicas a las cosas, pero mira qué importante es.
Jesús
replicó: «¿Si puedo?
Todo
es posible al que tiene fe».
Mc
9,23
Insisto
en que evidentemente se trata de cosas buenas y cosas que vayan de acuerdo con
la Voluntad del Padre para nuestra propia santificación y crecimiento.
Jesús
le dijo: «Anda, tu fe te ha salvado»
Mc
10,52
Él
le dice: «Hija, tu fe te ha salvado.
Mc
5,34
Sin ánimos de crear controversia o de asustar a nadie, yo
preferiría tener fe y algún día escuchar: “Tu fe te ha salvado” que no tenerla
y escuchar en cambio “tu falta de fe te ha condenado”.
Recordemos aquel pasaje donde el profeta reta a los
profetas de Baal, y que de una vez por todas quedara evidencia de quien era el
Dios verdadero.
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Ajab dio una orden entre todos los hijos
de Israel y reunió a los profetas en el monte Carmelo.
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo:
«¿Hasta cuándo vais a estar cojeando sobre dos muletas? Si el Señor es Dios,
seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal». El pueblo no respondió palabra.
Elías continuó: «Quedo yo solo como
profeta del Señor, mientras que son cuatrocientos cincuenta los profetas de
Baal.
Que nos den dos novillos; que ellos
elijan uno, lo descuarticen y lo coloquen sobre la leña, pero sin encender el
fuego. Yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, también sin
encender el fuego.
Vosotros clamaréis invocando el nombre de
vuestro dios y yo clamaré invocando el nombre del Señor. Y el dios que responda
por el fuego, ese es Dios». Todo el pueblo acató: «¡Está bien lo que
propones!».
Elías se dirigió a los profetas de Baal:
«Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, pues sois más numerosos.
Clamad invocando el nombre de vuestro dios, pero no pongáis fuego».
Tomaron el novillo que les dieron, lo
prepararon y estuvieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el
mediodía, diciendo: «¡Baal, respóndenos!». Mas no hubo voz ni respuesta.
Brincaban en torno al altar que habían hecho.
A mediodía, Elías se puso a burlarse de
ellos: «¡Gritad con voz más fuerte, porque él es dios, pero tendrá algún
negocio, le habrá ocurrido algo, estará de camino; tal vez esté dormido y
despertará!».
Entonces gritaron con voz más fuerte,
haciéndose incisiones con cuchillos y lancetas hasta chorrear sangre por sus
cuerpos según su costumbre.
Pasado el mediodía, entraron en trance
hasta la hora de presentar las ofrendas, pero no hubo voz, no hubo quien
escuchara ni quien respondiese.
Elías dijo a todo el pueblo: «Acercaos a
mí», y todo el pueblo se acercó a él. Entonces se puso a restaurar el altar del
Señor, que había sido demolido.
Tomó Elías doce piedras según el número
de tribus de los hijos de Jacob, al que se había dirigido esta palabra del
Señor: «Tu nombre será Israel».
Erigió con las piedras un altar al nombre
del Señor e hizo alrededor una zanja de una capacidad de un par de arrobas de
semilla.
Luego dispuso leña, descuartizó el
novillo y lo colocó encima.
«Llenad de agua cuatro tinajas y
derramadla sobre el holocausto y sobre la leña», ordenó y así lo hicieron.
Pidió: «Hacedlo por segunda vez»; y por segunda vez lo hicieron. «Hacedlo por
tercera vez» y una tercera vez lo hicieron.
Corrió el agua alrededor del altar, e
incluso la zanja se llenó a rebosar.
A la hora de la ofrenda, el profeta Elías
se acercó y comenzó a decir: «Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, que
se reconozca hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu servidor y que por
orden tuya he obrado todas estas cosas.
Respóndeme, Señor, respóndeme, para que
este pueblo sepa que tú, Señor, eres Dios y que has convertido sus corazones».
Cayó el fuego del Señor que devoró el
holocausto y la leña, lamiendo el agua de las zanjas.
Todo el pueblo lo vio y cayeron rostro en
tierra, exclamando: «¡El Señor es Dios. El Señor es Dios!». 1 Re 18,19-39
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg62bkWri43XqLwePkMHhD6T8VtuaRPG3I8pVGjtmEEXQWzGWLg25cjMlnZ4lgqwqrYaaFJq0xm8R_jMAw3eAy6asX0G05uPzxNks3yO-N31b5I9bcLL6_6hw2wYSUdl1Y5la8U_5GYH6M/s400/images+%25289%2529.jpg)
Tener fe por lo tanto, consiste en actuar con absoluta
confianza, para esto tendremos que meditar constantemente en lo que significa
ser bueno, en que Dios es bueno como ya dijimos en grado sumo, que su bondad no
es intermitente ni pasajera, que ser Bueno y ser Amor es lo que Él es.
Confiemos entonces como lo hacía San Pablo:
“Por
cuya causa padezco estas cosas,
mas
no me avergüenzo, puesto que sé a
quién he creído,
y
estoy cierto de que Él es poderoso
para
guardar mi depósito hasta aquel día.” 2 Tim 12
En la traducción de la Biblia de Monseñor Straubinger
tiene como nota a pie de página de la cita de 2 Timoteo lo siguiente:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-v08F5tbD1li90Uj1pHNUP-FNVHURgd3F0XxMAuym7uahorez0hJyvggZeX914R7gf1xIK-TvrW0fdCRukYjPuYrX7KatHc3KFjoSo4kl7P4Vod9EmcDZrUPnvZoRZMLg79W0rUfSCuE/s400/images+%252810%2529.jpg)
Es decir
creer no es dudar, tener dudas es bueno y es normal en lo que se refiere al
conocimiento de nuestra fe, de la iglesia etcétera, tener dudas es lo que nos
lleva a investigar, preguntar, leer, buscar, pero aquí dudar no se refiere a
dudar de la bondad de Dios, de su generosidad, o dudar que pueda hacer
cualquier cosa si lo pedimos con fe y humildad.
Examinad
vosotros si os mantenéis en la fe.
Comprobadlo
vosotros mismos.
¿O
no reconocéis que Cristo Jesús está en vosotros?
¡A ver si no pasáis la prueba!
2Co
13,5
Como dice el mismo monseñor Straubinger en el fragmento
que ya leímos, examinemos nuestra conciencia para saber si tenemos fe y si no
la tenemos, pidamosla.
Dios te bendiga con mucha fe.
MEJORAM
01/04/17
Muchas veces nuestra fé está en nosotros mismos, razón de los constantes fracasos. Si pusiéramos nuestra fe en el Todopoderos el mundo y nuestras propias vidas serian otra cosa. ¡Señor danos fe para vivir conforme a tu Voluntad!
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