El monopolio de la verdad
Parte VI (Final)
¡Hermanos y
hermanas! ¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad!
¡Ayudad al
Papa y a todos los que quieren servir a Cristo y, con la potestad de Cristo,
servir al hombre y a la humanidad entera!
¡No temáis!
¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!
San Juan Pablo
II
Todo lo que llevo dicho es una invitación a ser
muy críticos con lo que está sucediendo, sabemos que el objetivo es controlarnos
a través del miedo. Sabemos que hay un negocio billonario que dificulta el
libre tránsito de la verdad.
También sabemos, y esto es lo más importante de
todo, que Jesús nunca ordenó tener miedo, Él mismo no lo tuvo. Jesús es
Todopoderoso, no huyó de leprosos, ni de posesos, ¿será que hoy estuviera
encerrado con sus apóstoles esperando que pase el peligro?
He visto circular mensajes con citas tomadas
del Antiguo Testamento para justificar la obediencia a la autoridad civil, que
ya sabemos está siguiendo las medidas ineficaces de la OMS y cuyos resultados
quedan como “anillo al dedo” y que en resumen son muerte y en consecuencia
reducción de la población. ¿Justificarán estas citas ese resultado? ¿O son
meramente para tranquilizar la conciencia?
Pero, ¿no es una contradicción lo que acabo de
decir? Por supuesto que no, en ningún momento se ha negado que hubiera muertes,
sostengo que el porcentaje de muertos no justifica las medidas tomadas, que
esas muertes, no debieron ocurrir puesto que la Hidroxicloroquina, y la
cloroquina son eficaces, y eso que solo menciono estas por ser las mencionadas
en el estudio del Dr. Lee Merrit acompañado de abundante bibliografía. Sin embargo,
muchos otros médicos han compartido sus experiencias usando otros métodos como
el Dióxido de cloro. Nadie tenía que morir, pero ocurrió porque era necesario
para ese negocio billonario y nosotros en vez de armarnos de valor, de invocar
la ayuda del cielo, vamos a usar citas bíblicas del Antiguo Testamento para
simplemente obedecer.
Además, hay muchísimas más citas en el mismo
Antiguo Testamento que nos animan a no tener miedo.
¿No se venden dos gorriones por una monedita?
Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que
lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes
aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan
miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.
Mt 10.29-31
Dios nos dotó de razón para usarla, nos dio además
virtudes y libre albedrío, de modo que todos daremos cuenta de nuestras acciones
o bien de nuestra cobardía. El problema no se acaba simplemente evadiendo la responsabilidad
de discernir los tiempos. El futuro de nuestros hijos y nietos está en peligro,
¿serán esclavos? ¿serán autómatas o ya lo somos? ¿Seguirán teniendo albedrío o
estarán condenados a obedecer sin objetar, sin apelar a la conciencia? ¿Tendrán
conciencia? ¿La tenemos nosotros?
Los “príncipes de este mundo”, han ensayado con
la influenza a que no nos demos la paz en misa, a que se distribuya la Eucaristía
en la mano, no hubo mucha reacción en contra, repitieron el ensayo nuevamente y
luego un año más, para finalmente cerrarnos los templos.
Las consecuencias no quedan ahí, hoy mismo leí
unos comentarios acerca de un video. En él aparece lo que parece ser una celebración,
quizá ortodoxa, no lo sé, pero distribuían el vino con cucharitas y usaban las
mismas para todos. En los comentarios se tachaba de fanatismo asistir a dicha
celebración, a pesar de que el video ni siquiera parece ser reciente. Otra
persona supuestamente católica, usó una expresión para referirse a lo que si se
tratara de una celebración ortodoxa sería la Sangre de Cristo, como si fuera
cualquier cosa. Sin embargo, es peor el asunto ya que dudo mucho sepan notar
que no era un rito católico, así que, aunque no se tratase de la Sangre de
Cristo en la realidad, sí lo es una su mente que la ha juzgado de poca cosa.
Espero que entre mis lectores no haya quien
piense que el Cuerpo y Sangre de Cristo sólo lo sean en un sentido figurado o
simbólico, no lo es, es presencia Real, recibir la Eucaristía no es fanatismo.
Recibirla en la boca, siendo el Verdadero Dios a quien se recibe, el dueño y
Creador de la Vida, de quien decimos cada domingo que es Todopoderoso, no
tendría que representar ningún peligro.
Lo he dicho muy disimuladamente, pero ahora lo
diré tal cual, es preocupante que la pandemia sea ocasión de cometer blasfemia,
por hacer chistes con la Sangre de Cristo, burlándose de quienes creemos que
tiene poder. Criticando a quienes no tienen miedo de recibir a Jesús en Cuerpo,
Alma, Sangre y Divinidad y refiriéndose a la Sagrada Eucaristía como si fuera
cualquier cosa. Ocasión de volverse sacrilegio ya era, desde el inicio, por más
que se pretenda justificar la comunión en la mano, que, es cierto, está “permitida”
por la Iglesia, el peligro está en el tiempo que se seguirá practicando y que
ya no es sólo en algunos lugares, sino en la mayoría.
A propósito de la comunión en la mano, hace algunos
domingos, después de la comunión, se acercó un individuo, al ambón a dar un
mensaje improvisado. Quería que, al comulgar, la gente no se quedara frente al sacerdote,
sino que se fueran a sus lugares a comulgar. Evidentemente el mensaje fue dado
sin consultar previamente al sacerdote. Un católico tiene que saber que, al
recibir la comunión en la mano, debe ponerse la mano izquierda sobre la
derecha. Se recibe en la izquierda para luego tomara con la mano derecha,
llevarla a la boca y consumirla frente
al sacerdote o ministro. Llevarse la Eucaristía al lugar de cada quien
facilita el robo de las formas consagradas y por tanto la profanación y sacrilegio.
Razón por la cual, o al menos una de tantas, esta práctica debe ser una excepción.
Escuchemos a Jesús:
“No se inquieten por nada;
más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios
y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará
sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”
Fil 4. 6-7
“Depositen en él toda
ansiedad, porque él cuida de ustedes.”
1
Pe 5.7
“Pues Dios no nos ha dado un
espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
2 Tim 1.7
“No se angustien. Confíen en
Dios, y confíen también en mí.”
Jn 14.1
“Y ustedes no recibieron un
espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta
como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»”
Ro
8.15
“Así que podemos decir con
toda confianza:
«El Señor es quien me ayuda; no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?»”
Hebreos
13,6
“…Soy yo. No tengan miedo.”
Mt 6.50
“¡Dichosos si sufren por
causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar.»”
1
Pedro 3:14
MEJORAM
Predicador
Católico
02/12/20
Excelente! Gracias por compartir esta serie de reflexiones. Como católicos debemos tener claro todo lo que mencionas y estar muy atentos a todo para no ser engañados, sobre todo pedir siempre el don del discernimiento para todos. Dios bendiga tú apostolado y te dé los dones y carismas para seguir anunciado el bien y denunciando el mal. 🙏
ResponderEliminarMuchas gracias, Dios te bendiga también a ti.
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