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martes, 20 de febrero de 2024

ÚNICO

 ÚNICO

  Ahora partimos también , es decir como en la reflexión previa, de lo que hemos concluido en el primero escrito, que es «necesario» que exista un ser que sea el Primer Principio de todo, debido a que es más lógico y razonable que exista dicho Ser en vez de un completo vacío en ninguna parte y mucho menos que en ninguna parte, de la nada surja algo sea lo que sea. 


  Ahora añadiremos que ese ser sólo puede ser uno y esto porque si existiese otro u otros tendrían que situarse en algún lugar que los contenga a todos lo cual implicaría la existencia de un lugar fuera de ese Ser,  o bien, el segundo (o los demás que se pudiesen plantear) tendría(n) qué estar ubicado(s) en el primero con lo cual ya no sería(n) Primer Principio de todo sino que necesariamente el primero sería su Primer Principio.


 De ser o estar el segundo(s) en el primero no podría(n) ser Omnipotente(s) sino que su poder sería inferior al del primero.


Y ambos(o los que fueren) no podrían ser Omnipresentes sino únicamente uno y el otro(s) estaría(n) contenido(s) en el primero.


  Además, por tener qué ser necesariamente Eterno, ¿Cómo cabría la posibilidad de otro ser eterno dentro o fuera del Primero?


  ¿Y cómo se explican los quinientos mil dioses que mencionan progres, ateos y demás devotos de la opinión? 

 En otros escritos hemos ya diferenciado las religiones naturales (prácticamente todas con excepción de dos, bueno, tres) de las reveladas (Judía, Cristiana e Islam).


  Es notorio que en todas las culturas, los hombres hayan dado un salto en la inteligencia, de no creer a creer en la existencia de un ser superior puesto que se da cuenta que constantemente ocurren a su alrededor muchas cosas que él no ha hecho y que no controla. Salto en la inteligencia precisamente porque es capaz de notar que ocurren cosas de las cuales no es la causa y capaz de notar, a diferencia de muchos contemporáneos nuestros, que para que algo ocurra debe haber un autor. 


 Es muy interesante que en todas las culturas, este hombre que ha dado previamente un salto intelectual hacia la creencia en un ser superior también hayan dado un salto que los lleve a intentar relacionarse con ese o esos seres que considera superiores. 


 Sin embargo, en un determinado momento de la historia de la humanidad, ese Ser del que hemos estado hablando, se revela Él mismo a un determinado pueblo. Varios siglos después esa revelación llega a su plenitud con Jesucristo. Es decir, no se trata de un nuevo Dios sino de un perfeccionamiento en el conocimiento del mismo Ser que se había revelado a Abraham. 


  Dicho más despacio, es muy distinto, es decir no es lo mismo, que el hombre mediante su razón concluya o reflexione que dado que él no hizo algo, alguien más lo haga que Dios mismo salga al encuentro del hombre y se le manifieste. 


 Por lo anterior, es decir, que sólo puede ser un Dios,  y que la mayoría de dioses adorados por el hombre primitivo no fueron revelación de ese único Ser Primer Principio de todo, sino resultado de su propia reflexión, decimos que a pesar de que culturalmente puedan ser consideradas (las otras religiones) como una riqueza o una maravilla de la humanidad, no son comparables con la que Dios mismo estableció. 


 En resumen, sólo puede ser un solo Ser Primer Principio de todo, lo demás lo seguiremos desmenuzando conforme avanzamos. 



MEJÓRAM

20/Feb/2024



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