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lunes, 12 de junio de 2017

TODO NO ES RELATIVO
El hombre es un inquieto buscador de la verdad.


Esto no requiere mucha demostración sin embargo daré algunos ejemplos:

Cuando vas a un restaurante y pides una hamburguesa, no te da igual si te llevan unas quesadillas.
Si pides una Jamaica, no te da igual que te lleven fresa.

En ambos casos, el mesero podría argumentar que comida es comida y tu refresco es rojo, qué más da.

La reflexión de hoy está encaminada en sentar las bases de las siguientes reflexiones con la intención de desmantelar la farsa del relativismo.

En la reflexión anterior escribía sobre la Fe y la razón y brevemente mencioné el tema de la duda como método, también la idea de que fe y razón no son compatibles y hoy quiero hablar de este tema que también resulta en un ataque a nuestras creencias.

Se dice, pero solo se dice, que cada quien puede creer lo que quiera, pero no se dan argumentos para esta afirmación y no muchos la ponen en duda que es lo que yo pretendo.

He iniciado con dos ejemplos muy claros de que no da lo mismo cualquier cosa, es cierto, en la vida real no pasaría algo así, al menos eso espero, pero lo mismo pasaría si vas al médico y te recetara cualquier cosa y que su argumento fuera: “medicina es medicina”.

Los relativistas, solo lo son en teoría, basta ver cómo reaccionan cuando lo que crees es contrario a lo que ellos creen.

Tengo la impresión, y admito que es solo la impresión, no es que tenga estadísticas del asunto, pero díganme si no, las personas relativistas, curiosamente también resultan pro ideologías: animalistas, feministas, abortistas, etc.

Probablemente no todos los relativistas sean pro ideologías, pero estoy casi seguro que todos los ideologistas son relativistas. ¿Por qué? Pues porque solo así sería explicable su postura.

Vamos a desmenuzarlo para que quede claro.

Hace no mucho tiempo, tuve la oportunidad de leer una discusión entre una persona en contra de la ideología de género y otra a favor, ambas supuestamente sustentando sus posturas y digo supuestamente porque me pareció que ninguna tenía razón, sin embargo por convicción quise razonar ordenadamente el por qué no es posible pensar razonablemente y estar a favor, y lo que sucedió fue muy interesante.

La discusión era en un muro de Facebook, así que comencé preguntando a la persona que estaba a favor, ¿a ti te parece que estamos en televisión o en Facebook, o cada quien decide dónde está? Y su respuesta fue: “Lo segundo”.

Ahí, en ese punto,  tienes dos opciones, la persona es necia o retrasada.

Discúlpenme la sinceridad pero no lo podía creer y sigo sin creerlo.

Te cuento otra:

En otra ocasión la discusión era con un ateo, no recuerdo los detalles pero la historia es similar, él tratando de demostrar que cada quien tiene “su verdad”, así que me despedí diciendo un día que no era, algo así como feliz lunes y el respondió señalando el día correcto. Yo le contesté: “pero esa es tu verdad” y solo alcanzó a decir: jajaja.

O también te puedo contar la ocasión en que alguien decía algo parecido, esta vez por mesenger de facebook, hasta que me despedí diciéndole hola y otro nombre, a lo que respondió: jeje chat equivocado. No, le respondí, este soy yo despidiéndome de ti. Es que yo no me llamó así. Si bueno pero acabas de insistirme en que cada quien puede creer lo que quiera, yo creo que me despedí de ti.

Podría poner muchos ejemplos más y muchas anécdotas, el punto es que a mí me ha quedado claro que los relativistas solo lo son en teoría.

Sería interesante  ahondar en los aspectos psicológicos del relativismo, ¿será conveniencia?,
 ¿Una forma de pretender ganar amigos?, ¿será para caer bien?

La verdad es que también tendría mucho que contarte sobre las bendiciones (aviso de ironía) que te desean cuando te pones a defender la verdad.

Algunas personas se molestan cuando les pones estos ejemplos, en varias ocasiones me han dicho que soy sarcástico, pero en realidad, en esos momentos es cuando precisamente no lo soy, si admito que en ocasiones lo soy, pero definitivamente cuando pongo esos ejemplos no.

Lo que pasa es que es muy evidente el error y qué difícil es admitir que estamos equivocados.

Si cada quien puede creer lo que quiera, yo entonces puedo creer que eso es tonto…¿o no?

Si cada quien puede creer lo que quiera, yo puedo creer que no hay nadie frente a mi tratando de convencerme que cada quien puede creer lo que quiera, es decir, yo que creo que esa persona no existe y  a partir de ahí, no volver a responder nada.

Si todo es relativo, también es relativo que todo es relativo, entonces no siempre todo es relativo, entonces no todo sino algunas cosas lo son.

O el clásico: Si la verdad no existe, entonces esto no puede ser verdad, entonces es mentira, entonces la verdad existe.

Si cada quien tiene su verdad, mi verdad entonces es que eso es mentira.

Los relativistas de hueso colorado, tienen un “As” bajo la manga. Cuando sienten que todo está perdido, te cuentan la historia de cuatro ciegos, cada uno tiene a la mano una parte de un elefante y uno lo describe como una serpiente, otro como un poste, etcétera, cada uno según la parte que le tocó al elefante, la trompa, la pata, la oreja, etcétera. Lo que nadie cuenta es que había por ahí otro que además de invidente era medio despistado y ese tenía un balón de basket en la mano y no entendía nada de lo que decían los demás.

Es cierto, nadie puede tener la verdad completa, y hasta eso es relativo (broma), cada uno conoce algunos aspectos de la verdad, pero el elefante está ahí. Las personas que podían ver tenían la verdad más completa que los cuatro que solo conocían algún aspecto, en cambio el relativista es aquel despistado con el balón.

El relativismo es solo una estrategia para imponernos ideologías, y es muy preocupante que haya logrado instalarse en tanta gente junto con la falsa tolerancia y lo políticamente correcto que ya en otra ocasión tendremos oportunidad (primero Dios) de conversar.

MEJORAM
05/04/17



1 comentario:

  1. Excelente reflexión! Considero que se llega al pensamiento relativo cuando el egocenteismo y la apatía limitan la capacidad intelectual de comprender y ver mas allá de uno mismo. Pidamos luz para que muchos puedan descubrir la verdad y así se liberen de esas ideologías.

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