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lunes, 17 de julio de 2017

¿No es el pecado una palabra chocante?




Nos encontramos en una época en la que hablar de pecado puede resultar incómodo, anticuado o hasta chocante. Hoy analizaremos el tema y descubriremos si es adecuado hablar hoy de pecado.

Como tantas otras cosas y sobretodo pensamientos o creencias de moda, su único sustento es la opinión personal.

Es decir, no se entiende muy bien qué es el pecado, por lo tanto, dedicaré este espacio para hablar del tema.

Hay quien se imagina que el pecado es algo que “lastima” a “diosito”.

Hay quien se imagina que cada vez que pecas,  alguien lastima a “chuchito” allá en el cielo.

Visto así y llegada cierta edad, no es de extrañar que se mire esos argumentos con sospecha. Pero qué tal si analizamos muy bien lo que realmente es el pecado.



Utilizaré un ejemplo que me sirvió para platicarlo con mis alumnos de primero de secundaria:



Imagina un foco. Este foco es fabricado en una empresa, su función es dar luz, pero cuando es fabricado aún no está dando luz, si acaso momentáneamente si es que en a fabrica tienen la precaución de probarlos antes de salir a la tienda, de lo contrario, nada de luz. Cuando el foco es empaquetado, tampoco está dando luz, así como no la dará en la caja donde están los demás focos, ni la dará cuando es transportado en el camión, ni en el estante en la tienda o en el súper.



Pero antes de seguir el proceso del foco, quiero recordarte algo acerca del foco. El foco para poder dar luz, necesita ser instalado. En su extremo tiene un enroscado que se ajusta muy bien a la lámpara o al socket.



 Este foco, aunque ya es un “foco” valga la redundancia necesaria, no lo es en plenitud, pues no está cumpliendo la función para la cual ha sido creado: dar luz, iluminar.



Este foco, solo será pleno, un verdadero foco, o será más foco mientras más ilumine.



Este foco, no puede cumplir su misión en tanto no se conecte al socket y se active el interruptor.

Imagina si este foco, lo tomaras en tus manos y trataras de enroscarlo en el extremo de una manguera, aunque lo lograras, la manguera no puede transmitir la electricidad necesaria para que el foco sea un verdadero foco, pleno. Lo mismo sucedería si intentases lo mismo pero enroscándolo en el extremo de la regadera, o en una tapa de refresco.



En uno de esos intentos podrías romper el foco, deformar el enroscado, romper la manguera, mojar el foco y provocar un cortocircuito.

Errar, errar y errar, sería cada intento mientras no coloques el foco en el socket adecuado.



El pecado es así, tú has sido creado para amar, para compartir, servir, donarte a los demás, para  “enroscarte” en el “socket” de Dios. Cada vez que usas tu albedrío para perseguir intereses egoístas y des-ordenados (como el enroscado del foco en el de la manguera, etc.) encontrarás sufrimiento, dolor, frustración y esas son las consecuencias del pecado.




No es que Dios (no diosito) esté recibiendo un escupitajo o un latigazo cada vez que lo intentas, sino que tú mismo te haces daño, su sufrimiento es el de un padre que ve a un hijo hacerse daño.

Cuando la Iglesia dice que algo es pecado, no se lo inventa, sino que está señalando algo que muchas veces es evidente pero que no alcanzamos a distinguir, esto o aquello te hace daño y te impide ser una persona plena, una persona en todo el sentido de la palabra. Un verdadero varón o una verdadera mujer.

El pecado te daña a ti mismo(a):

“A sí mismo se beneficia el que es compasivo,
a sí mismo se perjudica el hombre cruel”
Prov 11,17

“Quien guarda los mandamientos se guarda a sí mismo,
Quien desprecia sus caminos morirá”
Prov 19, 16


Las personas, desde la primera hasta la última, hemos sido creados para el amor, eso no cambiará, las formas de “perversión” cambian, aumentan, se vuelven más sofisticadas, y quizá más discretas, tanto que puedan dar la impresión de no ser pecado, pero si te aleja de ser persona, se opone a ti, o si tu acción se opone a la realización de  otra persona, es pecado.

Pongamos ejemplos:

1.       Amar a Dios sobre todas las cosas, te hace más persona, pues te conecta directamente al “socket” correcto.
2.       Amar a tus padres, que te han traído al mundo y que , salvo problemas psiquiátricos severos, por lo general se preocupan y te aman y te procurarán todo aquello que te ayude a superarte.
3.       No mentir, te proporciona credibilidad, y  esta, a la larga te hará sentirte realizado y valioso.
4.       No matar, matar a una persona se opone a la plena realización de esa persona.

Y podríamos analizar cada una de esas señales que Dios nos dejó para una mejor convivencia, y que las conocemos como mandamientos, y encontrarás lo mismo: indicaciones para ser y dejar ser a los demás, personas tal y como Dios las pensó.


Ya sabes que soy tu amigo MEJORAM y te espero aquí la próxima semana con una nueva reflexión: “¿Dios, es o no es religión?”


Aún estoy disponible para visitar tu comunidad llevando un mensaje de esperanza, separa tu fecha, la agenda se va llenando.

CONTACTO:

Con el objetivo de facilitar el contacto, a partir de las nuevas publicaciones aparecerá un link en el que puedes acceder a mi Currículum, donde además aparecen mis datos y requerimientos, para visitar tu comunidad o parroquia.

MEJORAM CV


MEJORAM
24/06/17











1 comentario:

  1. La plenitud del ser humano la encuentra únicamente en Dios, todo lo demás es pasajero. Pidamos la gracia de rechazar el pecado para estar cerca de Dios. Bendiciones MEJORAM!!

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