PERO ¿POR QUÉ SUFRO?
Seguro, seguro que te has preguntado,
¿cómo es que si Dios me ama tanto permite que sufra?
Hoy haré un gran esfuerzo para ayudarte
a “perdonar” a Dios por esto.
Comencemos retomando una idea que plasmé
en la publicación anterior:
“Lo que pasa es que muchas veces en el fondo
no estamos tan convencidos de que Dios sea tan bueno
y de que siempre esté al pendiente. De modo que
cuando
nos toca sufrir, recibimos esa “bendición” con sospecha.
Sospechamos de Dios.”
Ya que retomé esta idea, lo siguiente es
preguntarte: ¿Estás seguro(a) de que Dios es el culpable de tu sufrimiento?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjALUvABJaJGmDzYyiSa4t52zLUdE5FXqk8CPW-c6AIMgz2tz-JGfUMfLwJWV9mL1hoSlpkkKXj-mbWXmjkg94iSjUlXPAgnBrO0qC21l95O12SLMK5CDG4PhVztMfW6qf62QUm2egmycQ/s200/descarga+%25288%2529.jpg)
Hay un ser espiritual, maligno, mentiroso,
engañador, venenoso que se encargó de introducir la tentación en el Paraíso
donde todo funcionaba de las mil maravillas, sabemos el desenlace.
Desde que Adán y Eva, decidieron
“independizarse” de Dios, de ser autónomos, de que “nadie pudiera decirles lo
que está bien o mal” y decidir por sí mismos, las cosas han venido a
descomponerse. Aún hoy vemos nuevas formas de maldad y nuevas tecnologías para
el mal. Bueno, bueno, habrá algunos lectores que preferirían que dijera que hay
personas que usan la tecnología para hacer el mal. Como se quiera ver, el mal está ahí y cada
vez tenemos formas más sofisticadas de hacerlo.
Es muy importante no perder de vista que
Dios nos dio un gran regalo que se llama “Libre Albedrío”, es decir la
capacidad para elegir entre el bien y el mal. Y no tendría mucho chiste que nos
lo regalara y no nos dejara usarlo. Imagina que en cada elección que hagas, se
te aparezca y te impidiera elegir lo que está mal, tarde o temprano
reclamarías. Imagina que te regalaran un coche y tuvieras que pedir permiso a
quien te lo regalo, cada vez que fueras a usarlo. Es un regalo.
Pues en la vida diaria, nos toca
convivir, (con-vivir, vivir con) con tanta gente con libre albedrío que puedes
estar seguro(a) que muchísimas veces esos libres albedríos chocarán con el
tuyo. Y así como no te gustaría que Dios se metiera con tu albedrío a cada
paso, tampoco a los otros albedríos. Es decir, el regalo viene con
consecuencias maravillosas y otras que
no lo son tanto.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI_3kJ0zuaqGyuolNfor06720KnRbECOL-gQwgpagSCdl56lO1nhpvPfhPWzFTcMwqrkTjhd2ImjkNpAcQCB5xTnTPyj3uldws1N4Xgb4x1-dTi7kbbCNs4xyfRtp3nU8WJo4XvPs-cho/s1600/descarga+%25281%2529.jpg)
Tienes que saber que el buen uso de tu
libre albedrío, redundará en auténtica libertad (y felicidad) y lo contrario en
problemas, dificultades, sufrimientos (innecesarios) y vicios que te roban la
felicidad.
A lo anterior agrégale que convives con
gente que tantas veces como tú, cometerá abusos y excesos en el uso de su
albedrío y que muchas veces te afectarán. Y Dios, muchas veces no se meterá por
las mismas razones que no se mete con tu albedrío.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlYsyibJef-x2YAkYWHhO4pkXBI3FRHL1dIuH5DVMScSZsZ4TIqyty8pvbxVljpLGfgxqmkrGNsxF4PKuw8eugiEE8T3PmSvvH5Yzht43T1sa2mHmv3GjtYZ34Bi_ep1EAmSa_S5CcKEI/s200/descarga+%25286%2529.jpg)
Cuantas veces vas en el coche y de
pronto algún otro conductor no ha tenido precaución y se ha pasado un alto, o
se ha metido en sentido contrario, ha estado a punto de chocarte o de
atropellarte en un paso peatonal y de puritito milagro no ha pasado nada. Y no
pasa pocas veces.
Estamos la mayoría tan ensimismados con
nuestras preocupaciones que vamos por la vida de manera
<> pero seguimos aquí “vivitos y coleando” y por pura
gracia divina.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjUCrV0HihuaLKMmZuGFCTZ97QOE1iZgKSsLrwQOEPIl5E3R9Z9VNqqTQnKJCwQF2y6hLqV7Cmmgr0I4JSV4AgxsutFgo0DUv0NowOJ_auMxgl2Qz955MVaMURT53rBWnpvrCRQHIW34U/s200/images.jpg)
Bueno, nos toca sufrir las consecuencias
del mal uso o abuso de nuestro libre albedrío y el mal uso o abuso del de los
demás, pero nada que no podamos ir superando y de lo que no se pueda (Dios por
supuesto que puede) sacar algo bueno.
El pecado es precisamente un abuso o mal
uso de nuestro albedrío y Jesús lo solucionó dejándonos un sacramento, la
confesión, donde se nos brinda la oportunidad de volver a intentar y la
oportunidad de volver cuando lo necesites. Supera tu vida de pecado poco a
poco, un pecado a la vez y notarás un aumento de felicidad (por que aumentará
la Gracia) aún en medio de las pruebas.
Es decir que Dios no se tiene la culpa
de que sufras, normalmente sin que lo notes, te está librando de sufrimientos
dolorosísimos pero no lo notas porque no lo sabes. Dios no quiere que sufras
pero es Todopoderoso para que aunque sufras saques mucho provecho de esas
experiencias dolorosas.
El sufrimiento no es un defecto en su
bondad, sino una oportunidad de multiplicar sus bendiciones.
Soy tu amigo MEJORAM y te
espero aquí la próxima semana con una nueva reflexión: “¿No es el pecado una
palabra chocante?”
Te comento que ya estoy disponible para
visitar tu comunidad llevando un mensaje de esperanza.
CONTACTO:
Con el objetivo de facilitar el contacto, a partir de las nuevas publicaciones aparecerá un link en el que puedes acceder a mi Currículum, donde además aparecen mis datos y requerimientos, para visitar tu comunidad o parroquia.
MEJORAM CV
MEJORAM CV
MEJORAM
24/06/17
Muy buen artículo amigo
ResponderEliminarExcelente reflexión!! El Señor siempre nos ofrece lo mejor, solo tenemos que saber elegir y sobre todo saber y querer escucharle. Dios te bendiga!!
ResponderEliminar