“Difícil por simple”
“Una voz fuerte no puede competir
con una voz clara, aunque esta
sea un simple murmullo”. (Confucio)
Recién tuve la oportunidad de ver un video de una mujer
que saltó del anonimato a la fama internacional a raíz de un error. En su charla trata precisamente de lo que le
ocurrió y cómo esta mala experiencia le tomó mucho tiempo y el apoyo de su
familia para poder superarla. Mencionó también un caso de una persona que no lo
hizo (superarla) y tomó la ruta equivocada lanzándose de un puente.
Llevo varias publicaciones hablando sobre la hipocresía, la crítica, la corrección política, la guerra espiritual que estamos librando
y este video me ha ayudado a ampliar mi visión con todo y que no comparto al
cien por ciento la opinión de esta persona.
Antes de relatar su experiencia, preguntó a
los presentes, si alguno de ellos alrededor de sus 22 años no habían
cometido ningún error, por supuesto nadie levantó la mano. Todos nos hemos equivocado,
no sólo a los veintes, a los treintas, a los cuarentas y nos seguiremos
equivocando todos los días.
Es curioso que durante el día estuve reflexionando sobre
las discusiones en las redes sociales, pensaba que las discusiones se deben a
la discapacidad para aceptar que no lo sabemos todo,
que es mucho más lo que ignoramos que lo que realmente sabemos.
En México, ahora que es tiempo electoral, todos somos
expertos en economía, seguridad, política, Marxismo, Socialismo, Capitalismo y
vamos por ahí opinando sin más fundamento que opiniones de otros que tampoco
tienen fundamento, dos que tres videos de Youtube, como si Youtube fuese la
Sorbona de París, unas cuantas definiciones de Wikipedia y listo.
Justo con esta reflexión en mente me topo con el video de
esta mujer, respetable, inteligente y descubro que además tenemos una
discapacidad peor: Somos discapacitados para recordar que
somos IMPERFECTOS.
No he querido revelar el nombre de esta persona porque no
es mi intención distraer la atención hacia su video, así que le pondré “L”. “L”
toca un tema muy importante, la desensibilización.
Una de las razones por las que en casa no fomentamos las
caricaturas con violencia y con monstruos (Nada de Tim Burton en casa, entre
otros) es porque precisamente nos desensibilizan respecto al sufrimiento ajeno.
Todos hicimos en su momento bromas con lo acontecido con “L”.
Todos nos hemos reído de los resbalones de nuestros
políticos, con la derrota del equipo favorito del otro y de muchísimas cosas
que, no es por ser aguafiestas, quizá deberíamos replantearnos qué clase de
personas nos hemos vuelto.
El internet, según la opinión de “L” ha contribuido en
esta desensibilización, creo que la televisión y el cine han hecho muchísimo y
la llegada de internet le ha dado alas.
Ahora retomando los temas de los que venimos hablando
quisiera recordarte que estamos en una batalla y en esta el enemigo no se va a
tentar, usará todos sus recursos en nuestra contra. La corrección hipócrita
sólo beneficia a un sector de la población y nos hemos vuelto insensibles.
Además señalar detrás de una pantalla, anónimamente, es muy sencillo, lo
difícil es ponerse en el lugar del otro.
Es bien sabido que interesa desacreditar a la Iglesia
Católica, a sus sacerdotes y en la medida de lo posible a todo aquel que se
muestre como católico comprometido. Se resalta y se hace mucho ruido con los
casos de sacerdotes pederastas aun cuando estadísticamente no tienen
comparación con el número de familiares cercanos que cometen los mismos abusos
y ni qué decir de políticos y pastores de otras confesiones.
Es interesante que uno de los “logros” del lobby LGTB sea
que la pedofilia ya no sea delito, entonces, los familiares, políticos,
pastores y sacerdotes que han sido acusados y hasta calumniados con este tema, ¿qué?
¿Serán absueltos? Nótese la hipocresía
en esto.
No es desconocido para nadie, que los gobiernos pueden
monitorear nuestras llamadas, mensajes, etcétera, y “L” lo señala, relata que
tuvo que escuchar casi 20 horas de llamadas antiguas, para confirmar que era su
voz y luego las grabaciones aparecían en la TV, y aún pueden conseguirse
algunas en internet.
Tú hermano católico, tú hermana católica, tú que aunque
no seas católico estás comprometido con el bien, la verdad, la justicia, préstame
atención cuando te digo: un día podemos ser nosotros.
Un día pueden empezar a circular nuestros trapitos sucios
y conoceremos la humillación pública.
No quiero que te asustes, no quiero que tengas miedo,
quiero que estés prevenido(a). Y quiero ofrecerte una vacuna y posible medicina por si te llegara a ocurrir.
1. Como
vacuna te ofrezco un consejo de San Juan de la Cruz, lo propone como una forma
de vencer la concupiscencia pero me parece será de mucha utilidad en esta
guerra sucia:
“Procurar obrar en
desnudez y desear que los otros lo hagan. Procurar
hablar en desprecio y desear que
todos lo hagan. Procurar pensar
bajamente de sí y desear que los otros lo hagan.”
“Quien de sí propio
se fía, peor es que el demonio.”
(Tomado de Avisos espirituales)
Otros santos han sabido renunciar a su “buen nombre”, de
modo que comencemos a hacernos a la idea de quiénes realmente somos, y no nos
engañemos, digámoslo, no somos perfectos, somos pecadores, muy pecadores,
expertos pecadores.
Si somos pecadores, ¿por qué vamos por ahí diciendo “esto,
eso , lo otro es pecado”? Pues simplemente porque aunque seamos pecadores, la
razón por la que sabemos que lo somos es porque podemos identificar el pecado,
sabemos que no nos hace felices y porque aunque seamos pecadores, sólo nosotros
sabemos cómo estamos luchando por superarnos. El rojo sigue siendo rojo a pesar de que
alguien que padezca de daltonismo no pudiese apreciarlo, las cosas son como
son.
2. No propagues el fuego.
Cuando vuelvas a tener la oportunidad de escuchar que un
hermano cayó en la desgracia de ser expuesto ante el mundo por un error, sé un
buen cristiano y haz lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia:
2478 Para evitar el juicio temerario, cada
uno debe interpretar, en cuanto sea posible, en un sentido favorable los
pensamientos, palabras y acciones de su prójimo:
«Todo buen cristiano ha de ser más pronto a
salvar la
proposición del prójimo, que a condenarla; y
si no la
puede salvar, inquirirá cómo la entiende, y
si mal la
entiende, corríjale con amor; y si no basta,
busque
todos los medios convenientes para que, bien
entendiéndola, se salve»
(San Ignacio de Loyola, Exercitia spiritualia, 22).
Es decir apaga el fuego, por lo menos a tu alrededor,
ponte en sus zapatos, intenta caminar una hora con ellos, siente su dolor, sé empático(a).
3. Asegúrate que otras personas, católicas o no, también sean
empáticas, no es necesario hablar de religión para hablarles de empatía.
4. Sé muy veloz en aceptar tus errores, admítelos, reconócelos, háblalos, sé
TRANSPARENTE, de todos modos algo quedará y si llega a salir a la luz pública
estarás ya muy habituado(a) en hacer esto.
5. NO TENGAS MIEDO. Lo dijo no sé cuántas veces San Juan
Pablo II, Nuestro Señor Jesucristo: Mateo 8,26. 10,26. 17,7. Mc 4 , 40 . Hech
18,9 1 Pedro 3, 14 (Aquí lo dice Pedro) y te lo digo yo, no tengáis miedo.
Yo no me engaño sobre mí mismo, ¿me siento llamado por el
Señor para anunciar? Por supuesto pero no porque lo merezca, por ser el más
apto, mucho menos el más santo. Me encantaría poder estar afirmado en la
Gracia, en la virtud, pero la realidad es que soy Varios defectos en persona.
No uno, muchos, es posible que casi todos. Yo mismo he admitido muchas veces
que soy basura humana, o peor basura inhumana, ignorante a más no poder. ¿Y
qué? Estoy en proceso. No trato de imponer mi “santidad” a nadie. No organizo
marchas para que se nos reconozca a los pecadores como santos. No intento culpar al gobierno o al otro sexo,
o a la iglesia de mi ineptitud para ser el tipo de hombre que quisiera, por no
ser ni la millonésima parte de santo que me gustaría. Peor aún, sabiendo lo que
sé, habiendo visto, sentido, oído, vivido todo lo que he visto, sentido, oído y
vivido me da vergüenza ser como soy,
pero aquí estoy intentando, no culpo al universo por no haber alcanzado la
meta, estoy consciente que me tomará el resto de mi vida y aún muy a mi pesar
puede que muera sin haber logrado ni la mitad. Bueno pues no te engañes tú, soy
lo peorcito del planeta, pero intento cambiar y ni modo, te guste o no, tengo
que decir lo que tengo que decir. Le guste o no al mundo , yo no estoy para
contentar a nadie, si incomoda lo que diga, pues no me culpes, has lo que yo, ocúpate
en mejorar.
Si mañana te enteras que MEJORAM es lo peorcito pero bien
que escribía criticando a los hipócritas, no te asustes, soy el primer
hipócrita, no contigo, conmigo y con mi Señor que todo me lo da y yo no logro
corresponderle.
¿Qué tal intentarlo tú? Ponte frente a la verdad y acéptalo,
somos santos en potencia aún no consumados, en proceso.
También hagamos lo otro, cuando no sepamos, decir, no lo sé,
explícame, también lo voy a investigar.
Yo, no sé cómo llegué hasta aquí, cuatro páginas.
¿Difícil? Sí, difícil por simple.
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comentarios.
MEJORAM
12/5/18
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Qué difícil es anonadarnos ante el mundo y renunciar al reconocimiento si desde que nacemos estamos inmersos en una sociedad que busca demostrar quién es el 'mejor'. Gracias por compartir esas citas y sobre todo por motivarnos a luchar por lo que en realidad es lo mejor aunque el mundo no lo considere así 'la santidad'. Bendiciones !
ResponderEliminarGracias Rubí, tus comentarios me animan a seguir.
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