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viernes, 20 de julio de 2018


¿A DÓNDE VAMOS A PARAR?

Diariamente me llegan mensajes por vía whastapp acerca de que nuestro presidente electo aprobará el aborto y cada vez insisto en que promoverá toda la agenda del marxismo cultural, ideología de género y homosexualismo ideológico (aborto, eutanasia y pedofilia incluida), a esto se suma que recientemente compartí un video sobre el adoctrinamiento en un colegio preescolar de parte de un(a) drag Queen y los comentarios no se han hecho esperar. Uno de ellos era: ¿A dónde vamos a parar? a lo que un amigo respondió: Creo hasta donde lo sigamos permitiendo, respuesta que justo la noche anterior venía meditando a raíz de un suceso en una tienda conocida por ser a la primera a la que vas.

Fuí por un poco de jamón, queso y  pastel pimiento o mosaico, el que hubiera, se me antojó después de mucho tiempo hacerme un sándwich doradito con esas tres delicias (no lo intenten en casa sin supervisión de un adulto, los nutriólogos no lo recomendamos), y la respuesta de la chica fue: “no hay”. Pero cómo señorita si lo estoy viendo. No, es que es sólo de muestra. Muestra ¿para qué?. No sé.
En otras palabras: no se lo puedo vender porque me da H… pereza.

Por supuesto que a ella no le dije nada, me fui directamente con el encargado y le aseguré que no existe tal cosa y que si voy a la PROFECO  le harían venderme el pastel y les añadirían alguna multa. Por supuesto señor, lo entiendo, pasaré el reporte.

Claro que ahora se me volverá a antojar más seguido el dichoso sándwich nomás para ver si el pastel sigue sólo de exhibición y de ser necesario hacer lo que corresponda para que o dejen de exhibirlo sin venderlo o bien que empiece a estar a la venta.

Cuento otro, hace tan sólo unos días estuve enfermo y pedí a mi esposa que me comprara paracetamol en la farmacia que se supone vende lo mismo, pero ya sabes, más barato. En ésta le vendieron el paracetamol más caro, en parte porque  generalmente soy yo el que lo compra y en gran parte porque le vendieron el que viene en caja de lujo, que muy probablemente esté catalogado en la sección de “naturistas”. No me he dado a la tarea de acudir a ponerlos parejos pero claro que iré y es que a esta farmacia ya le he pescado varias que también se las voy a contar.


Los vendedores de esa farmacia con el doctorcito botarga en la puerta, son eso vendedores, repito ven-de-do-res, pero como andan con bata y como les dan generosas, qué digo generosas, generosísimas comisiones por las ventas de los naturistas no dudarían en venderte lo que sea aún cuando no debieras consumirlo. Muchas veces, para mala suerte del vendedor y para buena suerte del consumidor, me ha tocado llegar y ver cómo se las ingenian para vender glucosamina a diabéticos, la cual puede ocasionar elevación de la glucosa.  Por supuesto que voy de metiche y pregunto ¿disculpe señora, su médico le recetó glucosamina? No, pero me lo está recomendano la señorita. Perfecto, usted como diabética (obviamente que me metí porque escuché que lo era) debe preguntar a su médico si puede o no tomar dicho producto, la señorita aquí presente no es médico. Gracias. Por nada.

Les he visto recetar jalea real a diabéticos. Me han tratado de vender sus productos naturistas cuando pido complejo B, me ofrecen complejo B con inositol que está dentro de esa clasificación, o algún otro producto que tenga complejo B, para su mala suerte les digo: No te pedí nada naturista, te pedí complejo B. Ese el que tengo. No es verdad tienes uno de cajita rosada. ¿Ah ese?

¿No les ha pasado que van a las tiendas con doble “O”  y doble “X” y siempre les piden redondeo?
¿Y a veces lo donas o no, pero tú decides, pero en otras ocasiones no lo donas y de todos modos no te dan el cambio completo?
¿No les ha pasado que en la mayoría de los súperes ya ni les preguntan y el redondeo es automático y para ninguna causa, sólo porque ya NADIE usa los centavitos?

Bueno pues eso me pasó también en la pollería y tremendo lío que se armó porque insistí en que no podía redondear sin preguntarme y luego cuando preferí cambiar en la tienda de a lado los centavitos no los quiso aceptar porque no usa centavitos.

O ¿no les ha pasado que van al súper por jamón y queso y les dan cinco o seis rebanadas y es cuarto kilo? O lo pides delgado y ya lo tienen rebanado en mega rebanadas y “anyway”  te las llevas así. O bien pides cuarto y te dan lo que buenamente haya calculado la despachadora, generalmente se pasa y te da 270 grs y como no tienes ganas de discutir, lo llevas.

Pues sospecho que la mayoría de nosotros, somos pacifistas y por no pelear permitimos todo esto, y los que nos atrevemos a protestar somos los ridículos.  Pero fíjese cómo poco a poco le han “redondeado” el precio de la gasolina, todos se espantan y nadie deja el auto en casa y agarra la bici, es demasiado. Poco a poco nos hemos adaptado a “ya qué” ni modo que te pelees con todo mundo y entonces ir al súper no alcanza, ir a la pollería tampoco, ir al donde vas primero o a donde venden más bara o donde te venden lo mismo pero que no necesitas y nadie dice nada.

Y si ahora los jardines de niños llevan drag Queens, no te vas a pelear con los jardines de niños y si en primaria le enseñan cómo tener relaciones con anticonceptivos a tus hijos (lo cual ya está bastante mal con o sin anticonceptivos pues no están de ningún modo preparados para esa experiencia) sin tomar en cuenta que lo más seguro es que no tienen dinero para comprarlos ni la desfachatez de pedírtelo, y luego terminan embarazados con ganas de abortar, o bien no abortar pero pasar dificultad para seguir estudiando, no te vas a pelear con las escuelas primarias. Y si en la secundaria tu hija sale con un gañan con cara de pandillero, no puedes juzgar la apariencia y ella puede tener sexo con él porque es su cuerpo y su decisión y tú, calladito, no te vas a pelear con las secundarias, ni con el vándalo, ni con tu hija.


Y si ahora todos pueden ser mariguanos legales, y no quieren hacer nada más que vagar y recibir patrocinio del gobierno, si tus mejores amigos o incluso tus hijos o hermanos se vuelven porros y tú un intolerante que no puedes convivir con porros y mariguanos, no te vas a pelear con ellos.

Pero eso sí, si surge un tipo como yo, que no le interesa nada más que prevenir porque no ha renunciado a la realidad, un tipo que te expone a sobredosis de la misma, con ese sí que te peleas, porque el tipo es exigente de lo que es justo pero no es un asesino, drogadicto, pelafustán que ponga en riesgo tu vida. Eso discúlpenme el atrevimiento, discúlpenme que lo diga tan así de sopetón: es una mariconada.

Por qué no te pones los pantalones y exiges lo justo todo el tiempo, nadie se va a morir de justicia. Siempre se muere la gente más de  injusticia, porque al exigirla arruinas el negocio a unos, y algunos de esos sí que son violentos, drogadictos, sicópatas, pero no se muere de justicia sino por la injusticia de aquel que es tan “bruto” que en vez de enmendarse prefiere quitarte del camino.

Imagínate la fila en el “Xoox” (nombre cambiado para no entrar en problemas legales) y todos exigiendo sus centavos, se cae el negocio o bien cierran sus precios y nos evitamos la hipocresía de las pseudo ofertas, o bien empiezan a tener el cambio. Imagina lo mismo en las tiendas, en la fila de carnes frías: “no señorita, deme la cantidad que le pedí y en rebanadas delgadas”, pero no se puede. ¿No se puede, quiere que le pregunte al gerente?

Imagina si todos aprendemos que en la farmacia del doctor botarga, las cajitas con acabados metálicos son “naturistas” y te las quieren vender aunque te mueras. Imagina si llegamos a la gasolinera con envases medidores y le pedimos: “Me llena el tanque” y me llena este recipiente para la reserva y les mides que den litro por litro, si lo hacemos siempre todos, tendrán que despachar completo. O bien imagina una semana de que todos caminemos, una de dos o le agarramos gusto a caminar y nos ponemos más saludables o finalmente ceden  y abandonan la insensatez y voracidad y le bajan 15 rayas al precio.

Parecen sueños guajiros, tan adormecidos estamos, pero si eres de los que se preguntan : ¿A dónde vamos a parar? Únete a la fila de quejumbrosos que arman panchos por centavos, quizá con el tiempo seamos mayoría. Quizá nos quedemos sin lugares donde comprar, o por qué no, quizá veamos un área de oportunidad: “La tienda que no le engaña con pseudo ofertas de centavitos”, “Aquí le damos sus carnes frías, frías y a su gusto”, “La gasolina que no es gastolina” o “Aquí aunque te queremos, no te echamos de menos”.

No es necesario, de hecho sería contraproducente y peligrosísimo una “revolución” armada, podemos esperar que aumente la provocación, lo he dicho antes, nos arrasarían con la mano en la cintura. No, no y no promuevo y sí que rechazo totalmente el uso de las armas. Hay que ser ingeniosos, decididos y valientes para exigir lo justo siempre, donde sea, en las escuela, la farmacia, el súper, etcétera pero ya no más de hacernos de la vista gorda, ya no más ser anticorrupción selectivos (sólo cuando me conviene),  ya no más de “Estás pasado amiguito”, no, pasados, pasados, aquellos que nos despachan de menos, aquellos que nos tratan como si nos hicieran un favor cuando el favor se los haces tú permitiendo que sigan teniendo empleo. Deja de comprar, convence a otros de dejar de comprar, quiebra el negocio y esa persona se queda sin trabajo. Tiene trabajo porque tú y otros elijen seguir comprando.

Imagina que llegues al hospital y nada más por como te ves te diga la enfermera: “NO PAPIII, AQUÍ NO ES, TIENE QUE IR A LA OTRA VENTANILLA” sólo porque no ha terminado de desayunar, para que en la otra ventanilla, después de tres horas, 10 cafés, 4 kg de galletas globitos, cuatrocientas sentadillas y 2 chikunguyas, te digan que siempre sí era la primera: “NO DOONN , AQUÍ NO ES, ES EN AQUELLA”, y si te molestas: “AUNQUE CHILLE, NO LE VAMOS A ATENDER” y no te quedas con las ganas y la reportas en la dirección del hospital y/o en el sindicato.

¿Hasta cuándo, hasta dónde? Hasta donde nosotros vayamos permitiendo, porque eso sí, no se resolverá mágicamente.
¿Hasta cuándo? Dígame usted amable lector.

MEJORAM
21/07/18



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7 comentarios:

  1. Siempre es bueno brindarle una retroalimentación honesta al distribuidor del producto de consumo para que mejore su producto y es verdad. En México somos muy conformistas con lo que nos dan.
    Y entra también aquello de "¿Qué prefieres: la leche que te gusta o la leche que te da el gobierno?" Evidentemente al actuar queriendo un Estado paternalista nos vamos a ver tomando la leche del gobierno que no es la mejor.
    No debemos conformarnos y siempre buscar lo mejor.

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  2. Muchas gracias por tu comentario.

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  3. Es el colmo somos pocos los que hablamos, de estas situaciones no gratas y bastate injustas hojala fueramos mas para levantar la voz.

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    1. Somos más los que aún tenemos resquicios de sensatez, pero o estamos dormidos o tenemos miedo.

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  4. Desde lo más sencillo hasta lo fundamental, la justicia debe prevalecer, "El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho."
    Lucas 16, 10

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  5. Muy fuerte tu comentario pero totalmente real, hay que disponerse a denunciar y actuar contra las injusticia desde nuestro contexto inmediato y así motivar a los demás ha hacer lo mismo. Bendiciones!!!

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