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domingo, 31 de marzo de 2019

La Verdad nos hará libres

La Verdad nos hará libres




Hace unos días alguien me dijo: “Ubi dubia, ubi libertas” (donde hay duda, hay libertad), no faltará quien compre fácilmente la frase, sin embargo, a mí me pareció engañosa, sobre todo por el contexto en que se dijo, un espacio de formación católica.
De entrada, Nuestro Señor Jesucristo dijo: "y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres." Jn 8,32

Es la verdad y no la duda, la que nos hará libres. La Duda es tan sólo una de las formas de acercarse al conocimiento de la verdad. Mientras haya duda hay posibilidad de seguir aprendiendo. Donde hay duda, hay una necesidad, la de buscar la verdad. Me atrevería a decir incluso con fines de ejemplificar, que la duda indica más bien que no somos libres, estamos esclavizados por ese deseo insaciable de conocer la verdad de las cosas.

Quizá entonces la frase debería decir: “Ubi dubium, ibi facultatem ad crescere” o “Ubi dubium, ibi est opus scire.” (Donde hay duda, hay posibilidad de crecer, o donde hay duda hay necesidad de conocer)

También quien se siente identificado con la frase podría estar reflejando una deficiencia en su formación doctrinal o en el peor de los casos haber cedido terreno a alguna ideología, una formación tendenciosa, que no sería nada extraño en una época en que la iglesia parece debatirse entre tradicionalistas y liberales, en una época en que no es raro encontrar “católicos” (supuestos católicos) que están a favor del aborto, o del feminismo, una época en la que puedes encontrar hasta sacerdotes tratando de “visibilizar” a las mujeres y mujeras.


No, ninguna ideología nos hará libres, por simple definición, ninguna idea por sí sola, fuera de contexto, sin implicar un enfoque integral podrá liberarnos.

La verdad es Cristo, Él lo dijo en Juan 14,6 a:

"Le dice Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida."

Jesús no es una idea, sino La verdad, si definimos verdad, como la adecuación entre la mente y la realidad, Jesús es la coherencia en persona. Jesús es nuestro modelo. Un modelo que de imitarlo por lo menos todos los cristianos del mundo,  el mundo ya sería otro.

Poco a poco se han filtrado en la iglesia, otras creencias cuya validez valdría la pena cuestionar, que desafortunadamente no se han cuestionado lo suficiente y peor aún, han adquirido carta de "ciudadanía" entre no pocos católicos. Estas frases o creencias causan discusiones estériles y división. Por su tinte buenista hacen caer con facilidad al interlocutor cuya formación no le haya proporcionado las herramientas para identificar falacias, sofismas y múltiples mentiras con que ondean la bandera de "misericordiosos". No debemos olvidar que una obra espiritual de misericordia es corregir al que yerra.

En la Iglesia hay múltiples carismas, sin embargo el oficio de opinador no constituye uno. La opinión, tan sólo es una forma de acceder a la verdad, que, dicho sea de paso, por muy interesante que pueda parecer, siempre será inferior a la certeza basada en evidencias.

"La Iglesia no está hecha para escuchar, está hecha para enseñar: ella es mater et magistra, madre y educadora. Ciertamente, una madre escucha a su hijo, pero su papel, primero, es el de enseñar, orientar y dirigir, porque conoce mejor que sus hijos la dirección que hay que tomar." Card. Sarah

Puede cada quien tener su opinión muy personal de cada cosa, sin embargo el católico tiene el Magisterio de la Iglesia para conocer La Verdad.

Y a propósito de esto quisiera compartirles algunos fragmentos de la Pascendi Dominici Gregis de SS Pio X que nos advertía en aquel entonces (1907) de los escritores modernistas, en ella se puede palpar la preocupación del pontífice, qué sería de él si le hubiera tocado esta época de la posverdad.

En el número 11:

Al oficio de apacentar la grey del Señor que nos ha sido confiada de lo alto, Jesucristo señaló como primer deber el de guardar con suma vigilancia el depósito tradicional de la santa fe, tanto frente a las novedades profanas del lenguaje como a las contradicciones de una falsa ciencia...No ha existido época alguna en la que no haya sido necesaria a la grey cristiana esa vigilancia de su Pastor supremo; porque jamás han faltado, suscitados por el enemigo del género humano, «hombres de lenguaje perverso»(1), «decidores de novedades y seductores»(2), «sujetos al error y que arrastran al error»(3)...Ciegos, ciertamente, y conductores de ciegos, que, inflados con el soberbio nombre de ciencia, llevan su locura hasta pervertir el eterno concepto de la verdad, a la par que la genuina naturaleza del sentimiento religioso: para ello han fabricado un sistema «en el cual, bajo el impulso de un amor audaz y desenfrenado de novedades, no buscan dónde ciertamente se halla la verdad y, despreciando las santas y apostólicas tradiciones, abrazan otras doctrinas vanas, fútiles, inciertas y no aprobadas por la Iglesia, sobre las cuales —hombres vanísimos— pretenden fundar y afirmar la misma verdad(8).


En el 16:


...términos: a los cuales, por consiguiente, puede aplicarse lo que ya Gregorio IX, también predecesor nuestro, escribía de ciertos teólogos de su tiempo: «Algunos entre vosotros, hinchados como odres por el espíritu de la vanidad, se empeñan en traspasar con profanas novedades los términos que fijaron los Padres, inclinando la inteligencia de las páginas sagradas... a la doctrina de la filosofía racional, no fiara algún provecho de los oyentes, sino para ostentación de la ciencia... Estos mismos, seducidos por varias y extrañas doctrinas, hacen de la cabeza cola, y fuerzan a la reina a servir a la esclava»(10).


En el 41:

La causa próxima e inmediata es, sin duda, la perversión de la inteligencia. Se le añaden, como remotas, estas dos: la curiosidad y el orgullo. La curiosidad, si no se modera prudentemente, basta por sí sola para explicar cualesquier errores.

Con razón escribió Gregorio XVI, predecesor nuestro(21): «Es muy deplorable hasta qué punto vayan a parar los delirios de la razón humana cuando uno está sediento de novedades y, contra el aviso del Apóstol, se esfuerza por saber más de lo que conviene saber, imaginando, con excesiva confianza en sí mismo, que se debe buscar la verdad fuera de la Iglesia católica, en la cual se halla sin el más mínimo sedimento de error»... Por orgullo se glorían vanísimamente, como si fueran los únicos poseedores de la ciencia, y dicen, altaneros e infatuados: "No somos como los demás hombres"; y para no ser comparados con los demás, abrazan y sueñan todo género de novedades, por muy absurdas que sean. Por orgullo desechan toda sujeción y pretenden que la autoridad se acomode con la libertad.


En el 54


Eviten la novedad de los vocablos, recordando los avisos de León XIII(32): «No puede aprobarse en los escritos de los católicos aquel modo de hablar que, siguiendo las malas novedades, parece ridiculizar la piedad de los fieles y anda proclamando un nuevo orden de vida cristiana, nuevos preceptos de la Iglesia, nuevas aspiraciones del espíritu moderno, nueva vocación social del clero, nueva civilización cristiana y otras muchas cosas por este estilo». Tales modos de hablar no se toleren ni en los libros ni en las lecciones.



En el 31:

Por este camino, quiénes puedan ser aptos para fallar, aprécielo el que quiera. Sin embargo, quien los oiga hablar de sus trabajos sobre los Libros Sagrados, en los que es dado descubrir tantas incongruencias, creería que casi ningún hombre antes de ellos los ha hojeado, y que ni una muchedumbre casi infinita de doctores, muy superiores a ellos en ingenio, erudición y santidad de vida, los ha escudriñado en todos sus sentidos. En verdad que estos sapientísimos doctores tan lejos estuvieron de censurar en nada las Sagradas Escrituras, que cuanto más íntimamente las estudiaban mayores gracias daban a Dios porque así se dignó hablar a los hombres. Pero ¡ay, que nuestros doctores no estudiaron los Libros Sagrados con los auxilios con que los estudian los modernistas! Esto es, no tuvieron por maestra y guía a una filosofía que reconoce su origen en la negación de Dios ni se erigieron a sí mismos como norma de criterio.

Muy interesante el 17:
...sin horrorizarse de seguir las huellas de Lutero(11); y si de ello se les reprende, quejánse de que se les quita la libertad...

Y como ejemplo vea el 37

...Hay, por fin, algunos que, ateniéndose de buen grado a sus maestros protestantes, desean que se suprima en el sacerdocio el celibato sagrado...

Ciento doce años después puede verse que en nombre de la libertad la situación ha hecho lo opuesto a mejorar y no parece que vaya a hacerlo próximamente, sin embargo dejaré aquí mi granito de arena.

Hace bastante rato que he insistido en procurarnos una buena formación doctrinal, principalmente he insistido en la lectura frecuente de la Sagrada Escritura y el Catecismo y en ocasiones he agregado el Concilio y la Doctrina Social, hoy si me lo permite   dejaré una lista de algunos otros materiales de que puede usted valerse para tener buenas bases para defender su fe.

1. Biblia
2. Catecismo de la Iglesia.
3. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.
4. Documentos del Concilio Vaticano II
5. Encíclica Fides et ratio (Fe y Razón)
6. Encíclica Pascendi Dominici Gregis
7. Denzinger
8. Textos sobre Antropología Filosófica. (Lucas Lucas, Juan Luis Lorda, etcétera)
9. Tratados de Ascética y Mística (Tanquerey, Garrigou Lagrange, Royo Marín, etcétera)
10. Historia de la Iglesia.

De ninguna manera pretendo que esta sea una lista completa pero considero que es bastante buena para tener una base sólida.

Espero pronto tener la gracia de ver cómo aumenta el número de personas que saben argumentar y razonar y al mismo tiempo sepan crecer en la práctica de las virtudes y las enseñen a otros. Ojalá pudieramos superar esta etapa con bastante de sentido común y sin que nadie huya ofendido, lamentablemente el daño está hecho y no basta con saber sino que todo esfuerzo por contrarrestar el veneno tiene que ir respaldado por muy buenas dosis de oración.

Ánimo, la batalla espiritual no se acaba hasta que se acaba.



¿Quién como Dios?
Nadie como Dios.

MEJORAM
31/03/19






CONTACTO:
Con el objetivo de facilitar el contacto, les dejo un link en el que puedes acceder a mi Currículum, donde además aparecen mis datos y requerimientos, para visitar tu comunidad o parroquia.






6 comentarios:

  1. Gracias por compartir, Cristo nos necesita para defender su iglesia, nuestra iglesia, oremos para que más personas se levanten y se unan a esta gran batalla. Bendiciones!

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  2. Muy cierto, gracias por la información tan util, ojalá muchas personas puedan leer y formarse más en la fe!

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    1. Dios quiera que sí, muchas gracias 🙏🏻🙏🏻🙏🏻

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