ELOGIO A LA HUMILDAD
Este escrito, por más que me esfuerce estoy seguro que a más de uno le parecerá un monólogo de Les Luthiers: "siga al hermano Warren y será tan humilde que se sentirá orgulloso", por eso es que me lo he pensado mucho antes de escribir, de modo que igual, lo escribiré no sin antes poner como filtro o como criterio de interpretación las frases (imágenes) que lo acompañan.
Sucedió hace pocos días, mientras iba a la oración y cuyo viaje aprovecho para llevar a mi hija a su ensayo, algo que de momento me pareció gracioso, sin embargo casi enseguida me di cuenta de la gravedad del asunto.
Para no variar, me acobardé y no le aclaré al conductor del inDriver su error y únicamente me limité a balbucear un comentario sarcástico y esperar que hasta que se corrija, le siga retumbando, si es que lo hizo, mi comentario.
Lo que ocurrió, aún no lo menciono, lo platicaba con mis hijas, un poco por lo gracioso y otro poco por sacar una lección del asunto.
Al platicarlo, recordé dos anécdotas una ya un poco lejana y otra, reciente pero previa a lo que motivó esta reflexión. Para no marearles, contaré muy superficialmente las tres cosas para no entrar en detalles de nombres y para que ni siquiera, eso espero, puedan sospechar de quién se trata, y no, no porque crea que les conocen, sino por si de casualidad el escrito llegara a manos de los implicados, cosa que por un lado podría ser positiva y por otra quizá nos dejaría con una "extraña relación" (los cinéfilos espero entiendan esa referencia)
Comencemos: primera situación. Un día, conversaba con una persona acerca de que me gusta mucho estudiar sobre espiritualidad (Teología Espiritual, ascética y mística) cuando un tercero me dice: "si quieres saber sobre espiritualidad pregunta a...(Una cuarta persona) no hay quien le ponga un pie encima". Obviamente que sospechaba que la tal afirmación era un exceso sin proporciones, pero de todos modos por si acaso le pregunté a esa cuarta persona: ¿Has leído a Garrigou Lagrange, Royo Marín, Tanquerey, Kempis, san Juan de la Cruz, Teresa de Ávila (etcétera)? Respondió que no con lo que confirmé mi sospecha y en mi mente un: "no más preguntas señor Juez". Obviamente mis actitudes y mi pregunta no fueron, como algunos acostumbran imaginar, como un ogro espantoso e iracundo, para nada, tenía la intención de comprobar mi sospecha y si hubiera estado equivocado me hubiera alegrado tener con quién conversar y de quién aprender sobre el tema.
La segunda situación en realidad es tan de poca importancia que mejor resumiré el problema esencial de tantas otras ocasiones que me han traído a esta reflexión y es que muchísimas veces he comprobado las complicaciones que tiene no tener la humildad suficiente para tener un director espiritual, no tener la humildad de decirle siempre la verdad y contarle todo, o peor aún, los problemas de la soberbia de creer que siempre sabes todo y más que todos. Y que lo que tú haces, nadie más lo puede hacer, nadie más lo quiere hacer y/o cuando surge alguien que está intentando, te sientas agredido por su osadía. Termina sucediendo que caes mal justificadamente, y digo justificadamente porque es cierto que cuando anuncias el evangelio, cuando anuncias la verdad, cuando denuncias lo que está mal, aún cuando lo hagas con humildad de todos modos caes mal, pero hay un caer mal que está completamente justificado, cuando a todo esto le añades unas buenas dosis de soberbia y prepotencia. Y con justificado me refiero que es comprensible no que realmente esté justificado.
Pues total que ese día, me dirigí a la oración y en el camino iba a dejar a mi hija en su lugar de ensayo, se dio un diálogo completamente sin importancia entre ella y yo, sin embargo, fue el motivo de que el conductor iniciara su conversación, sin afán de darle demasiados detalles, insistía en que debía de platicar con mis hijas de todos los temas, como le respondiera que en casa se habla de todos los temas, él continuó diciendo que había que hacerlo bien, como él decía, porque su formación era superior a la mía, lo escuché pacientemente y en su oportunidad le dije que efectivamente en casa se hablaba hasta de filosofía, teología y lógica, a lo que él, ya no sé si respondió o arremetió, qué era importante hacerlo como él pensaba porque como él tenía un crecimiento mayor al mío, y de nuevo lo escuché pacientemente, cuando de pronto me pregunta a qué me dedico y respondí con toda honestidad y sin mala intención ( aclaración para los que me leen como un ogro iracundo): "soy predicador".
A continuación viene lo que me resultó jocoso (y pudiera parecer falta de humildad, cual si fuera seguidor del hermano Warren Sánchez), uno se imagina, o al menos yo, si hubiera estado hablando de astrofísica con alguien e insistiendo en que mi formación, mi crecimiento y mi última transformación en sayayín un millón y no se qué y luego resultara que estoy hablando con el padre Carreira (sacerdote astrofísico español que en paz descanse) hubiera intentado hacer un chiste algo así como decir que estoy vendiéndole chiles a Herdes, pero no, este hermano todavía me dijo que eso estaba muy bien pero él, había sido católico pero que su ...( no recuerdo ya qué palabra uso en esta ocasión, pero puede poner crecimiento, desarrollo, incluso iluminación) era tal que ya no necesita de iglesias o religiones...lo único que se me ocurrió decir es: "vaya, ha trascendido a la iglesia" y él: "sí".
Debo reconocer que lo que a mí me pasa, no es norma, no es normal , espero, no es que esté bien y los demás no, incluso quizá debo admitir que en ocasiones se torna en un lastre y me dificulta actuar, pues continuamente desconfío de lo que creo que sé, de mis capacidades, conocimientos, habilidades, actitudes y me paralizo. En otras, es verdad que tengo la sensación de poseer certeza suficiente para tomar una "postura" o para argumentar lo que creo, certeza tal, que no estoy dispuesto a cambiar mi forma de pensar, tal es el caso por ejemplo, con el tema del aborto. Repito, no se trata de que todos vivan dudando sobre sí mismos, sino de tener humildad.
Humildad para saber que lo que sabemos es poco y ese poco, ciertamente no es todo lo que hay que saber. Humildad para aceptar que hay quien sabe más de algo que nosotros. Humildad para aprender de todos y especialmente de otros más humildes o incluso con menos formación pero llenos de Espíritu Santo.
La razón para apelar a la humildad es que esta virtud no sólo es como tierra abonada y fértil para el desarrollo de otras virtudes, sino que además, mientras más se practica, más el alma atrae como un poderoso imán a su Creador.
¿Quisieras ser irresistible para tu Creador, de modo que, nada más verte, quiera venir nuevamente con una nueva efusión de Inhabilitación, Adopción filial y hacerte todavía más heredero si es que esto fuera posible? ¿Quieres tener a la Santísima Trinidad prendada de tu(su mismo) aroma? Sé humilde.
La gente humilde cae bien, la gente buena la busca, la quiere, se siente bien en su presencia, el malvado la busca para aprovecharse, burlarse, humillarla, pero, es tan tonto que no puede ver que cada intento, más la embellece.
El humilde todo lo puede, todo lo alcanza porque su Dios SIEMPRE le escucha y NADA le niega.
El problema de sentirse un ser superior, iluminado que ha trascendido a todos y a la misma Iglesia, no es sino ser una pobre víctima del mentiroso por excelencia (léase: mentiroso empedernido). El mejor consejo que les puedo dar es tenerse siempre en nada, saber que siempre se puede aprender y muchas veces de quien menos lo esperas. No importa qué tan bueno seas en algo, siempre hay un recién nacido oriental que te supera por muchísimo. Vivir en el engaño podría finalmente llevarnos a la condenación eterna y eso sí no es nada agradable. Por mucha iluminación, elevación y lo que sea será imposible trascender el infierno o el purgatorio, mejor ser muy humildes.
MEJÓRAM
10/Mayo/2024
HUMILDEMENTE TE PIDO ME PERMITAS EXPERIMENTAR DE NUEVO ESA HERMOSA SENSACIÓN DE SABER QUE HAY QUIEN ME LEE Y CONTAR CON TU VALIOSÍSIMA AYUDA PARA QUE EL FARO SIGA BRILLANDO, ORANDO POR TU SERVIDOR, APORTANDO IDEAS DE TEMAS, ALENTÁNDOME CON TUS COMENTARIOS, EXTENDER LA LUZ COMPARTIENDO LAS REFLEXIONES CON TUS AMIGOS O BIEN APOYANDO ECONÓMICAMENTE para esto dejo la información aquí abajo.
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