¡Jesús Hijo de David!
Qué gran lección me ha dado el Señor como cada domingo y se las quiero compartir, no es poca cosa pues contaré algo que es entre Él y yo pero lo haré con la firme esperanza de que aproveche a otros.
Iba camino a la misa con el rosario en la mano, a diferencia de otros días no había leído el Evangelio así que no sabía de qué trataría hoy, no rezaba el rosario sino que rezaba un Padre Nuestro y 10 veces: "Jesús, en tí confío, ayúdame a resolver mis problemas" , después de cinco decenas cambié a : ¡Jesús, en tí confío, ayuda, auxilio, ayúdame! ¡Jesús me hundo, sálvame!
Y así, con calma pero venía pidiendo auxilio, socorro. Y cuál fue mi sorpresa al escuchar que el Evangelio era de aquel Bartimeo (Hijo de Timeo), invidente, que gritaba: Jesús Hijo de David, ten compasión de mí, y que Jesús lo ayudó. Nunca he dudado de la ayuda de Dios, pero en este caso concreto se ha tomado algo de tiempo.
Dice el pasaje que a Bartimeo le decían que se callara, pero el gritaba más fuerte. Así muchas veces, las circunstancias, los amigos "bienintencionados" a veces pueden hacernos sentir que estamos haciendo mal al pedir ayuda a Quien todo lo puede, a algunos está actitud les parece una fe infantil o mágica, pero fíjense que Jesús ayudó a Bartimeo, y el mismo Jesús nos exhorta a orar siempre sin desanimarnos, a orar siempre porque el Espíritu está pronto pero la carne es débil (Mt 26,41).
Pero no quedó ahí la bendición, sino que el sacerdote explicó cómo es que todos somos un poco ciegos y en qué sentido lo somos, pues muchas veces los rencores, las envidias, y todos los sentimientos negativos que las injusticias nos despiertan pueden llegar a cegarnos y privarnos de la felicidad, sumirnos en una obscura depresión y tristeza.
¡Vete, tu fe te ha salvado! Le dijo Jesús, lo que muestra que no sólo le devolvió la vista, sino que sanó toda su persona, todo su ser. Recobró Bartimeo la vista y la alegría y probablemente todo lo que le había sido quitado al quedar ciego y perder su posición en la sociedad. Pero Bartimeo no se fue, sino que una vez que sanó toda su persona estuvo en condiciones de encontrar la Perla de más valor: Jesús, y le siguió por el camino.
Que los problemas y preocupaciones no nos impidan ver todas las maravillas con que Dios ya nos ha bendecido, gritemos pidiendo ayuda, y habiéndola recibido sigámosle por el camino.
Feliz Domingo
MEJORAM
28/10/18
Un faro es para darte luz y guiarte a puerto seguro, a tierra firme en medio de la oscuridad de la noche. Por obvias razones nuestro lema será: Ignóralo y lamentalo.
Buscar este blog
domingo, 28 de octubre de 2018
lunes, 15 de octubre de 2018
Sí, pero
"Sí, pero..."
Hoy tengo una de esas reflexiones incómodas, ésta, gracias a Dios no es completamente mía sino gran parte de otras personas.
Comenzaré recordando el evangelio de ayer domingo 14 de Octubre:
"Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.»
Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!»" Marcos 10,21-23
¿Es malo ser rico?
¿Los ricos son malos?
¿Los pobres, son buenos?
Pues definitivamente no podemos establecer una relación ricos-malos, pobres- buenos, Jesús tampoco lo hace, sin embargo en el mismo pasaje pero en Mateo dice: "sí quieres ser perfecto":
"Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.»
Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos.
Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos.»"
Mateo 19,21-24
Sin duda no faltará quien pretenda justificarse con la gastada frase: "nadie es perfecto", sin embargo la realidad es que Jesús no se equivoca así como tampoco se equivocó cuando dijo: "Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón." (Mateo 6,21) Con mucha razón dijo entonces el sacerdote, una frase que le decía si abuelo: "el dinero, es para contar, cuéntalo, pero ábrele bien los ojos, no le abras el corazón". Y es que se puede ser pobre de dinero pero tener el corazón lleno de avaricia, envidia, codicia y estar dispuesto a cualquier cosa con tal de tener y poseer, recuerda esto que también dijo El Maestro: ""Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo." Lc 16,9
Entonces ¿Es malo ser rico?
Por supuesto que no tiene que ser así, sin embargo se puede ser perfecto (véase por ejemplo la vida de San Francisco de Asís, San Antonio de Padua o Sta Teresa de Calcuta) si no se está apegado a la riqueza, la cual no pocas veces se consigue mediante injusticias (engaño, corrupción, explotación, etcétera), pero sobretodo, por sobre cualquier argumento al que podamos recurrir está el hecho innegable e interesantísimo de que Jesucristo, siendo Dios pudo haber nacido no rico sino riquísimo en grado mucho más que superlativo, en cambio, nació pobre entre los pobres, en un portal, en un pesebre, rodeado de animales y así creció, así vivió y más aún, murió como el peor de los criminales. (Ver Fil 2, 7-11)
¿Es malo ser rico? No, pero por algo Jesús dijo lo que dijo e hizo lo que hizo.
Lo mejor me parece que será abrir los ojos al dinero y no el corazón, no dejar que su falta nos turbe, que sólo Dios nos baste, como diría Santa Teresa de Ávila.
Ábrele tu corazón a Cristo, pídele un espíritu de contentes, que quite la angustia de tu corazón si es que el deseo de los bienes temporales te aplasta al grado de hacerte perder de vista lo poco que durará esta vida y lo mucho que se gana para la otra mediante el sufrimiento:
"Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia;..."
Romanos 5,3
"Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros." Romanos 8,18
Dios te bendiga
MEJORAM
15/10/18
CONTACTO:
Con el objetivo de facilitar el contacto, les dejo un link en el que puedes acceder a mi Currículum, donde además aparecen mis datos y requerimientos, para visitar tu comunidad o parroquia.
miércoles, 10 de octubre de 2018
La Segunda Venida de Nuestro Señor
La Segunda Venida de Nuestro Señor
Según mi pobre lógica, el tema de la segunda venida de
nuestro Señor Jesucristo debería ser algo que nos entusiasme, que haga saltar
nuestro corazón de gozo y por lo tanto algo que deseamos con muchas ganas.
Por alguna razón, no pareciera que esto es así, es más
como que ponemos el énfasis en los signos previos y no en lo que significa por
fin encontrarnos de una vez para siempre con el Esposo.
¿Qué pasa?
¿Será que acaso no hay una buena catequesis respecto al
dolor, al sufrimiento?
Puede ser y también puede ser que al mismo tiempo se ha
puesto mucho énfasis en una frase que por lo pronto ha faltado aclarar muy
bien: "Diosito quiere que seas feliz" ¿Y no? ¿Dios no quiere que
seamos felices? Por supuesto, pero no de modo parcial, temporalmente, sino una
felicidad eterna, plena, completa y verdadera.
Si analizamos detenidamente la realidad, no podemos no
notar que aquí en esta vida a todos nos toca sufrir, a unos más a otros menos,
a unos les toca sufrimientos muy grandes que dejan huella a otros nos toca
sufrir de a pocos durante mucho tiempo, lo cierto es que nadie puede evitar
esos momentos de dolor.
También es cierto que el cristiano puede ser feliz en
medio de la tormenta porque su sufrimiento adquiere un valor trascendental. El
cristiano sabe que mediante el sufrimiento se puede ofrecer reparación por los
pecados, propios o ajenos, y también crecer en santidad. O por lo menos,
deberíamos saberlo. Si bien es cierto que en ese momento no siempre es fácil
aceptarlo de buen modo y no ayuda mucho que te lo digan justo mientras pasas
por ese trance, con el tiempo el cristiano debe encontrar en Cristo fuerzas
para seguir adelante. Nadie ha sufrido más que Jesús durante su Pasión y su
madre, nadie.
No haré apología del sufrimiento, únicamente pretendo
relacionarlo con los “miedos” relativos a los signos previos a la segunda
venida.
Es curioso cuán expertos resultan muchos cuando se habla
de este tema, fíjese por ejemplo lo que sucede cuando alguien menciona las
revelaciones de Fátima, de pronto saltan los expertos en el Magisterio citando
que las revelaciones privadas no pertenecen al depósito de la fe. Es verdad,
pero eso no significa que por default sean mentira todas.
Cuando citas a Garabandal, saltan los expertos en aprobaciones
eclesiásticas, pero omiten aclarar que dichas aprobaciones ocurren cuando las
apariciones han terminado, y que la aprobación es en sentido negativo: No
contradice….
No importa cuántas conversiones han ocurrido en
Medjugorje, lo que importa es que parece que hay un escándalo con uno de los
videntes para difundir que la Iglesia ha rechazado lo de Medjugorje, esto es
falso, veamos qué dice la Iglesia: “Mientras se espera el juicio de la Iglesia,
el neo-cardenal Müller ha pedido prudencia.” (1) Espero que en ninguna parte
del mundo “prudencia” signifique prohibido o peligroso. La Iglesia está muy
atenta a que no se contradiga la doctrina, esto hasta que hayan terminado las
apariciones y también lo está a los frutos (Mt 7, 15-20)
Alrededor del mundo hay varias personas que están
recibiendo revelaciones privadas, se pueden dividir en tres grupos: los anti
Papa, los que están con el Papa y los que no se han pronunciado al respecto. Por
supuesto los anti Papa pues ni caso tiene desperdiciar tiempo hablando de
ellos. Sin embargo es de llamar la atención el que coincidan en algunas cosas y
el que algunas cosas que dicen con anticipación ocurran. No quiero recomendar
que ahora lean revelaciones privadas, pero tampoco parece conveniente dar por
sentado que todas son falsas y tacharlas de fanatismo.
He escuchado y criticado muchas veces el “argumento” de
no querer asustar a la gente, incluso algunos utilizan el término “apocalíptico”
como despectivo para referirse a quienes “asustamos” a la gente, lo cual indica
que se desconoce el significado de la palabra Apocalipsis y la trama del libro.
Y todas las veces he preguntado ¿cómo se imaginan esas personas que será
encontrarse con el Señor y no ser hallado digno de entrar en el Reino? Lo dejo
de tarea.
Entonces salta el siguiente grupo de “expertos” citando a
Mateo 24 ,36:
“Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada,
ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo,
sino sólo el Padre.”
Y podría ayudarles dando otras citas: Mateo 24, 42. 50
<<Velad, pues, porque no sabéis
qué día vendrá vuestro Señor.
vendrá el señor de aquel siervo el
día que no espera y en el momento que no
sabe,…>>
Es verdad, nadie sabe el día ni la hora, sin embargo,
omiten que también dijo el Señor:
“Decía también a la gente: «Cuando veis una
nube
que se levanta en el occidente, al momento
decís:
"Va a llover", y así sucede.
Y cuando sopla el sur, decís: "Viene
bochorno", y así
sucede.
¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de
la tierra y del cielo,
¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?”
Lucas 12, 54-56
Entonces, pongamos los puntos sobre las “ies”, ¿debemos
vivir con miedo? Para nada, el apocalipsis no es un libro de terror y no
estamos diciendo que estemos viviendo el apocalipsis, de hecho algunos expertos
aseguran que lo relatado ahí ya pasó, Jesús le dice a Valtorta que los tiempos
parecen que han pasado pero vuelven a repetirse algunas cosas…
No estamos diciendo que Jesús esté a la vuelta de la
esquina, tampoco lo descartaría por completo. Es decir “nadie sabe ni el día ni
la hora” aplica para ambas posturas, nadie sabe si ya está por venir así como
nadie sabe si aún está lejos.
¿Pero entonces por qué cité a Fátima y Garabandal? Para
que prestemos atención, para que estemos atentos a los signos, los cuales, por
supuesto también tienen múltiples detractores, pero Jesús fue claro, si se
nubla sabes que va a llover, puede que no llueva, pero la probabilidad es alta
especialmente si las nubes son grises, mientras más oscuras, más certeza tienes
de que lloverá.
Es de llamar la atención algo que noté hace algunos años
discutiendo con un católico bien preparado respecto al tema del Hallowen y que
he notado cada vez más en las redes. Me da gusto que haya católicos muy bien
preparados y que se involucran en las redes sociales. Sin embargo, hay una
laguna en su formación, muchos de estos saben mucho del catecismo, algunos
saben de patrística, historia de la iglesia, pero saben muy poco de la vida
espiritual, parece que creyeran que ser católico es sinónimo de ser apologeta.
Entonces aparecen como sabelotodos anti novus ordo, sedevacantistas, tradicionalistas
anti-todos los demás apostolados.
¿Y qué con estos? Pues encuentro una relación muy
interesante entre las personas que acostumbran ir a misa, visitar al santísimo
y rezar el rosario todos los días, y que muchas veces pasan por fanáticas, con
una especie de intuición respecto al tema de la Segunda Venida y con respecto a
la tribulación que precede a esta y que además está en el Catecismo. Y encuentro
relación entre el escepticismo y las personas que han puesto su confianza exclusivamente
en adquirir conocimiento religioso. No pretendo decir nada más que no deja de
ser interesante dichas relaciones.
A modo de conclusión, me parece sensato seguir aquel
ejemplo del cable. Si vas por la calle y encuentras un cable pelado, si no
sabes si tiene o no corriente, pues no lo tocas. Aplica lo mismo respecto a
esto, si no sabes cuándo vendrá el Señor, porque nadie lo sabe, vale la pena
estar preparado como si fuera a llegar en cualquier momento. Si crees que va a
llegar pronto, no es para asustarse sino para alegrarse (si estás preparado),
el sufrimiento de cualquier manera está garantizado, no hay engaño en eso. Abramos los ojos, miremos la realidad del
mundo, no seamos ingenuos, no seamos ilusos, abramos los ojos y pongámonos en
guardia.
MEJORA;
10/10/18
CONTACTO:
Con el objetivo de facilitar el contacto, les dejo un link en el que puedes acceder a mi Currículum, donde además aparecen mis datos y requerimientos, para visitar tu comunidad o parroquia.
jueves, 4 de octubre de 2018
Ojalá todos fueran profetas. Parte 2. Amor a la Iglesia
Ojalá todos fueran profetas.
Parte 2: Amor a la Iglesia
Recientemente he insistido mucho en el testimonio, para
dar un buen testimonio es esencial tener una buena formación religiosa, tener
modelos a seguir, conocer las dificultades por las que pasaron aquellos
hermanos(as) que se nos han adelantado al Reino de los Cielos, descubrir que
eran como nosotros. Es vital que las personas se sientan acompañadas y tengan a
quien acudir para pedir consejo, resolver sus dudas y por supuesto que lo ideal
es que sea un sacerdote quien haga estas funciones, pero la realidad es que no
se darían abasto, se requieren pues de laicos comprometidos y dispuestos a apoyar
en este sentido y en todas las necesidades de la Iglesia.
Hace unos días comentaba con un familiar sobre la música
católica, el abuso de traer música protestante a la celebración Eucarística y
también acerca de la conveniencia o no de escuchar la música protestante y le
decía, basándome en algo que escuché al Dr. Ricardo Castañón y también en una
realidad respecto a la música protestante, que los católicos debemos acostumbrarnos
a sostener a la Iglesia. Los músicos protestantes, pueden hacer carrera con
este ministerio, pueden dedicarse exclusivamente a componer y vivir de eso. Los
músicos católicos van intentándolo, y aunque hay cosas muy buenas, son
realmente pocas respecto a lo que podría ser si tuvieran la tranquilidad de
poder dedicarse exclusivamente a componer y llevar su música, y si los laicos compráramos
sus discos en vez de piratearlos.
“La Escritura, en efecto, dice:
No pondrás bozal al buey
que trilla,
y también: El obrero tiene derecho a su salario.”
1 Tim 5, 18
Sucede dentro de este contexto cuatro cosas:
-
Hay católicos (músicos principalmente) que
tienen miedo de cobrar su trabajo.
-
Hay católicos dispuestos a gastar una fortuna en
fiesta pero regatear al músico.
-
Hay quienes piensan que todo lo que sea católico
se tiene que regalar.
-
Hay músicos que quisieran hacerse ricos con su
ministerio.
Al cobrar hay que considerar los gastos, de luz, cuerdas,
cables, micrófonos, el tiempo invertido, etc.
Gastar una fortuna en la fiesta y regatear al coro
significa que el coro importa bastante menos que la fiesta, lo cual
probablemente refleja el (poco) valor que le damos a la celebración
Eucarística, y a las necesidades de los hermanos.
No todo lo que sea católico se tiene que regalar. Hubo
una persona que cada que iba a comprar libros conmigo, decía que me estaba
aprovechando de Dios, y eso que mis precios estaban realmente muy bajos. A
quien imprime los libros, no le sale gratis, tampoco la tinta, ni el
transporte, nada sale gratis. No tiene lógica.
¿Pero y Mateo 10,8? Leamos qué dice:
"Curad enfermos, resucitad muertos, purificad
leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis." Mt
10,8
Fíjense que está hablando de carismas, orar por esas
personas no tiene costo, lo realiza el Espíritu Santo. Pero estudiar música,
practicar es comparable con estudiar medicina por ejemplo, tiene un costo. Además
de que no deja de ser gracioso darle muchas vueltas para reinterpretar Mateo 6,
24-34 y esta cita tomarla convenencieramente en forma literal.
También están quienes utilizan la misa como su plataforma
para el estrellato y que pretenden cobrar como si fuera el mismísimo Plácido
Domingo, estos ni siquiera deberían cantar en la celebración.
Ricardo Castañon relaciona estas actitudes con el amor a
la iglesia. No todos se deciden a ser profetas, pero todos podemos apoyarlos,
no todos se deciden a servir de tiempo completo al Señor pero puedes por lo
menos sostenerlos.
“Quien a vosotros
recibe, a Mí me recibe, y quien me recibe a Mi, recibe a Aquel que me envió.
Quien recibe a un profeta a título de profeta,
recibirá la recompensa de profeta; quien recibe a un justo a título de justo,
recibirá la recompensa del justo. Y quienquiera diere de beber tan sólo un vaso
de agua fría a uno de estos pequeños, a título de discípulo, en verdad os digo,
no perderá su recompensa". Mt 10 ,40-42
Ojalá todos se decidieran todos a profetizar y cantar y
servir, pero si no, ayudemos a los que
lo hicieron, hagámoslo de corazón y antes que lo pidan porque, también es
incómodo lo que sucedió recientemente, en un congreso al que asistí, durante la
misa el sacerdote pidió que todos sacaran un billete, y que lo levantaran, una
vez así, apresuró para que se hiciera la colecta. Es decir fue una forma de
presionar psicológicamente y forzar para que todos dieran, al puro estilo
protestante. En otras ocasiones he visto que sólo bendicen los artículos que
compraste en el congreso. Se fuerza a que se compre porque es cierto se
requiere el dinero para poder seguir con la misión pero no deja de ser
desagradable porque entonces pareciera que es lo único que importa.
Y si aún estas palabras no te convencen de ayudarles,
puedes hacer mucho no intentando desanimarlos, si no te gusta o no te parece,
guardas silencio ante un misterio que no comprendes, no vaya a pasar como le
paso a Pedro:
"Pero él,
volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para
mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los
hombres!"
Mt 16,23
Mt 16,23
Aclaración: La
idea no es ni forzarte a colaborar, ni hacer sentir mal a nadie, simplemente
dar a conocer cosas que quizá no nos damos cuenta en ambos sentidos y que se pueden
mejorar una vez que sabemos lo que ocurre.
MEJORAM
04/10/18
CONTACTO:
Con el objetivo de facilitar el contacto, les dejo un link en el que puedes acceder a mi Currículum, donde además aparecen mis datos y requerimientos, para visitar tu comunidad o parroquia.
Ojalá todos fueran profetas. Parte 1. Necesidad
Ojalá todos fueran profetas.
Parte 1: Necesidad
Cuando Eldad y
Medad recibieron el Espíritu y comenzaron a profetizar a pesar de no haber
salido a la tienda, se habían quedado en el campamento, Josué pidió a Moisés
que se los prohibiera, sin embargo Moisés responde:
"Le respondió Moisés: «¿Es que estás tú celoso por
mí? ¡Quién me diera que todo el pueblo de Yahveh profetizara porque Yahveh les
daba su espíritu!»"
Números 11,29
Esto ocurrió en el tiempo de Moisés, es decir son los
tiempos del Antiguo Testamento y también en ese tiempo profetizó Joel:
"«Sucederá después de esto que yo derramaré mi
Espíritu en toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros
ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
Hasta en los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu
en aquellos días." Joel 3,1-2
Se cumpliría entonces el deseo de Moisés, todo el pueblo
sería profeta. Pues bien ese tiempo es hoy, cada bautizado es Sacerdote,
Profeta y Rey (cosa que se ha mencionado numerosas veces en este blog)
Todos los bautizados somos profetas, sin embargo sucede
que la mayoría lo somos en potencia, falta pasar al acto.
Sucede muchas veces lo que dijo Jesús respecto a las
semillas:
"«Salió un sembrador a sembrar su simiente; y al
sembrar, una parte cayó a lo largo del camino, fue pisada, y las aves del cielo
se la comieron; otra cayó sobre piedra, y después de brotar, se secó, por no
tener humedad; otra cayó en medio de abrojos, y creciendo con ella los abrojos,
la ahogaron. Y otra cayó en tierra buena, y creciendo dio fruto centuplicado.»
Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga.» Le preguntaban
sus discípulos qué significaba esta parábola, y él dijo: «A vosotros se os ha
dado el conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás sólo en parábolas,
para que viendo, no vean y, oyendo, no entiendan. «La parábola quiere decir
esto: La simiente es la Palabra de Dios. Los de a lo largo del camino, son los
que han oído; después viene el diablo y se lleva de su corazón la Palabra, no
sea que crean y se salven. Los de sobre piedra son los que, al oír la Palabra,
la reciben con alegría; pero éstos no tienen raíz; creen por algún tiempo, pero
a la hora de la prueba desisten. Lo que cayó entre los abrojos, son los que han
oído, pero a lo largo de su caminar son ahogados por las preocupaciones, las
riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a madurez. Lo que en buena
tierra, son los que, después de haber oído, conservan la Palabra con corazón
bueno y recto, y dan fruto con perseverancia."
Lc 8, 5-15
La situación del mundo nos ha logrado envolver en una
carrera sin fin, nosotros le hemos dado demasiadas vueltas a Mt 6, 24-34 y por
no hacer caso nos enredamos cada vez más. Deberíamos probar no darle demasiadas
reinterpretaciones y hacer lo que ahí dice y ver los resultados. Dudo que se
haga, dugo que en el mundo haya suficientes valientes como para decidirse y
entonces de un resultado que sea atractivo para todos, además de que siempre
estarán los hijos de las tinieblas pudriéndolo todo.
Pero sí que hay gente que ha optado por dejar todo y
seguir a Jesucristo, hoy recordamos a San Francisco de Asís, y con él a tantos
otros que han puesto la confianza en Dios, que no han puesto la mano sobre el
arado (Lc 9,62) y ha dedicado su vida a Dios.
Hace aproximadamente un año, escuché a Marco López (cantautor
católico) contar una anécdota, viajaba en avión rumbo a un concierto, una
señora se sentó a su lado y le buscó conversación, entre la plática surgió el
típico ¿y a qué te dedicas?, Marco respondió: Soy cantautor católico. La dama
preguntó de nuevo pero ¿a qué te dedicas? Marco volvió a decir lo mismo, a lo
que la señora le dice: no, me has entendido, ¿en qué trabajas? …
Estamos entre otras cosas, en la época en que se habla
mucho de éxito, y parece que no se comprende muy bien qué es, o por lo menos la
definición aprobada y aceptada por la sociedad está relacionada con el dinero.
No se entiende el éxito como estar bien con tu familia,
hacer lo que te guste, aunque no te deje dinero y es que todos sabemos que es
necesario, también sabemos cómo es que ese dinero se gana (Lc 16,9)
"Más vale
un trozo de pan seco en paz
que una casa
bien abastecida donde hay peleas."
Prov 17,1
Por supuesto que hay de todo en la viña del Señor, pero
precisamente por eso no debe extrañarnos que “hay de todo”.
A este servidor también le preguntan ¿a qué te dedicas?
Ante la respuesta: predicador católico, unos dicen: “ah qué bien”, otros “está
bien pero deberías buscar algo”, etcétera.
Es importante resaltar que esta decisión, una vez que se
toma, tanto quien esto escribe como los demás que lo han hecho, lo hacemos (por
lo menos espero que así lo hagamos todos) después de un buen discernimiento,
con ayuda de un asesor espiritual. No es una decisión tomada así porque sí. Es una vocación y como tal es una
respuesta a una llamada. Esta llamada tiene tal fuerza que es imposible de
eludir, se puede, pero es casi imposible, es irresistible.
Buscar algo.
Esto, aquí entre nos, es un poco grosero, tan grosero como decirle a un músico
¿y qué más haces? Es un poco grosero porque implica la suposición de que se
está ocioso todo el día, que no se “ha buscado” nada, y es una forma disimilada
de decir: “date cuenta que estás mal”.
Decirle a un músico profesional ¿qué más haces?, por
ejemplo, implica que no sabes cuantas horas se practican escalas, arpegios,
coordinación, repertorio (lo cual implica buscar artistas nuevos, conocer su
técnica, etc), ser músico no es sólo llegar al evento, tocar y sonreir. Algo
parecido es con la música católica o con ser predicador de tiempo completo.
Cont…
MEJORAM
CONTACTO:
Con el objetivo de facilitar el contacto, les dejo un link en el que puedes acceder a mi Currículum, donde además aparecen mis datos y requerimientos, para visitar tu comunidad o parroquia.
lunes, 1 de octubre de 2018
BENDECIDOS Y BENDICIONES
BENDECIDOS Y BENDICIONES
Hace unos días tuvo lugar un congreso de la renovación carismática, los temas estuvieron relacionados con La Familia, cómo traer bendición a la familia, como sanar a la familia, etc., todo estuvo muy bien, muy interesante, se proporcionaron muy buenas referencias bíblicas, pero sobretodo y sin temor a equivocarme, considero que una de las cosas que más impacta e impactará siempre a los asistentes son los “testimonios”.
¿Testimonios? Hablemos de esto.
El Padre Darío Betancourt al igual que otros sacerdotes que nos han visitado tienen una larga lista de historias que avivan la fe de las personas, nos hacen glorificar y alabar al Señor y las creemos porque en el mismo lugar también somos testigos de muchos casos más que alargarán la lista, sin embargo el congreso dura dos días, los sacerdotes se irán a otras partes del mundo, contarán las mismas citas, las mismas historias por dos días y seguirán su paso y aquí y en cada lugar se quedará la gente rodeada de la misma gente, y, no nos extrañemos, se nos olvidarán las citas, probablemente los relatos no, pero sí mucho de lo esencial de los temas. No recordaremos mucho de las charlas puesto que duran aproximadamente una hora, el congreso dos días y nuestro límite para prestar atención es mucho más corto que eso, pero sí que recordaremos las experiencias.
Por cierto, las experiencias. Creo que todos recordaremos lo bien que la pasamos todo el día hablando del Rey de reyes y Señor de señores, los aplausos, los bailes, los abrazos, todo. Y seguramente, hablando de testimonios, recordaremos los malos testimonios.
Voy a contar dos cosas aparentemente sin importancia, que ocurrieron ahí y una más que me sucedió en otros dos lugares:
1. Durante un receso en el congreso, fui a comprar una rebanada de postre, sólo quedaba uno, lo estaban cortando en rebanadas, ya habíamos suficientes personas esperando, quedaba exacto para los que ya estábamos cuando de pronto una señora pasó por detrás del stand, y le pidió directamente a quien cortaba su rebanada.
2. Para el receso siguiente, podríamos pasar a encargar el usb con las charlas, había que anotarse en una lista, llegué en tercer lugar, pero hubo un pequeño detalle por ahí, el caso que de pronto ya había una larga fila gorda, desordenada, y yo que quedé como a la mitad de la nueva fila.
En otro lugar, hace unos dos años, estaba en la misa de graduación del colegio, y comenzó a llegar gente y “ganarnos” nuestros lugares donde ya estábamos sentados. No podías pararte cuando lo amerita la celebración porque de inmediato se sentaba alguien y te quedabas parado, tan grave que una persona pateó el contrabajo del colegio por meterse a los lugares del coro. Recuerdo que lo puse en las redes, y causó revuelo pues el pateador de contrabajos se enteró y quiso discutir.
Recientemente, este viernes 28 de septiembre, estaba en misa, había mucha gente, me aproximé a la fila para la comunión, pero al llegar a un lugar una persona salió para formarse, le cedí el paso y el a su vez a la gente de su fila, pues en eso estaba cuando una señora nos pasó a todos, y esto no es primera vez que lo observo.
En esa misma misa, el sacerdote que estaba recibiendo la rectoría habló sobre ser bendición para los demás, y es que es curioso que quisiéramos saber cómo “atraer” las bendiciones del Señor, mientras al mismo tiempo las quisiéramos todas para nosotros. Queremos que el Señor nos mire, nos toque, nos sane, pero si se pudiera, probablemente pasaríamos por encima de todos y le pediríamos que nos ayude única y exclusivamente a nosotros.
Nos encantan los testimonios pero no nos detenemos mucho en darlo.
Vamos a misa, nos deseamos la paz, pero al salir, en el estacionamiento queremos ser los primeros en salir, sonamos al claxon si alguien se opone u obstaculiza esta pretensión.
Me hizo mucha gracia ver las caras de las personas cuando sugerí hacer una sola fila, ordenada, como cristianos, me voltearon a ver con sorpresa. ¿Qué cita dirá que hay que ser ordenado para atraer la bendición?
Esto, no me mal interpreten, no es una crítica al congreso de sanación y mucho menos a la Renovación Carismática, es una crítica a todos los que nos decimos cristianos que queremos que el testimonio lo den otros y nos cuenten cómo les fue si les fue bien, si no, mejor no. Es una crítica a la incongruencia.
¿Por qué conformarse con desear, pedir, implorar y hasta acaparar todas las bendiciones de Dios cuando podrías ser tú mismo(a) una bendición?
MEJORAM
01/10/18
Hace unos días tuvo lugar un congreso de la renovación carismática, los temas estuvieron relacionados con La Familia, cómo traer bendición a la familia, como sanar a la familia, etc., todo estuvo muy bien, muy interesante, se proporcionaron muy buenas referencias bíblicas, pero sobretodo y sin temor a equivocarme, considero que una de las cosas que más impacta e impactará siempre a los asistentes son los “testimonios”.
¿Testimonios? Hablemos de esto.
El Padre Darío Betancourt al igual que otros sacerdotes que nos han visitado tienen una larga lista de historias que avivan la fe de las personas, nos hacen glorificar y alabar al Señor y las creemos porque en el mismo lugar también somos testigos de muchos casos más que alargarán la lista, sin embargo el congreso dura dos días, los sacerdotes se irán a otras partes del mundo, contarán las mismas citas, las mismas historias por dos días y seguirán su paso y aquí y en cada lugar se quedará la gente rodeada de la misma gente, y, no nos extrañemos, se nos olvidarán las citas, probablemente los relatos no, pero sí mucho de lo esencial de los temas. No recordaremos mucho de las charlas puesto que duran aproximadamente una hora, el congreso dos días y nuestro límite para prestar atención es mucho más corto que eso, pero sí que recordaremos las experiencias.
Por cierto, las experiencias. Creo que todos recordaremos lo bien que la pasamos todo el día hablando del Rey de reyes y Señor de señores, los aplausos, los bailes, los abrazos, todo. Y seguramente, hablando de testimonios, recordaremos los malos testimonios.
Voy a contar dos cosas aparentemente sin importancia, que ocurrieron ahí y una más que me sucedió en otros dos lugares:
1. Durante un receso en el congreso, fui a comprar una rebanada de postre, sólo quedaba uno, lo estaban cortando en rebanadas, ya habíamos suficientes personas esperando, quedaba exacto para los que ya estábamos cuando de pronto una señora pasó por detrás del stand, y le pidió directamente a quien cortaba su rebanada.
2. Para el receso siguiente, podríamos pasar a encargar el usb con las charlas, había que anotarse en una lista, llegué en tercer lugar, pero hubo un pequeño detalle por ahí, el caso que de pronto ya había una larga fila gorda, desordenada, y yo que quedé como a la mitad de la nueva fila.
En otro lugar, hace unos dos años, estaba en la misa de graduación del colegio, y comenzó a llegar gente y “ganarnos” nuestros lugares donde ya estábamos sentados. No podías pararte cuando lo amerita la celebración porque de inmediato se sentaba alguien y te quedabas parado, tan grave que una persona pateó el contrabajo del colegio por meterse a los lugares del coro. Recuerdo que lo puse en las redes, y causó revuelo pues el pateador de contrabajos se enteró y quiso discutir.
Recientemente, este viernes 28 de septiembre, estaba en misa, había mucha gente, me aproximé a la fila para la comunión, pero al llegar a un lugar una persona salió para formarse, le cedí el paso y el a su vez a la gente de su fila, pues en eso estaba cuando una señora nos pasó a todos, y esto no es primera vez que lo observo.
En esa misma misa, el sacerdote que estaba recibiendo la rectoría habló sobre ser bendición para los demás, y es que es curioso que quisiéramos saber cómo “atraer” las bendiciones del Señor, mientras al mismo tiempo las quisiéramos todas para nosotros. Queremos que el Señor nos mire, nos toque, nos sane, pero si se pudiera, probablemente pasaríamos por encima de todos y le pediríamos que nos ayude única y exclusivamente a nosotros.
Nos encantan los testimonios pero no nos detenemos mucho en darlo.
Vamos a misa, nos deseamos la paz, pero al salir, en el estacionamiento queremos ser los primeros en salir, sonamos al claxon si alguien se opone u obstaculiza esta pretensión.
Me hizo mucha gracia ver las caras de las personas cuando sugerí hacer una sola fila, ordenada, como cristianos, me voltearon a ver con sorpresa. ¿Qué cita dirá que hay que ser ordenado para atraer la bendición?
Esto, no me mal interpreten, no es una crítica al congreso de sanación y mucho menos a la Renovación Carismática, es una crítica a todos los que nos decimos cristianos que queremos que el testimonio lo den otros y nos cuenten cómo les fue si les fue bien, si no, mejor no. Es una crítica a la incongruencia.
¿Por qué conformarse con desear, pedir, implorar y hasta acaparar todas las bendiciones de Dios cuando podrías ser tú mismo(a) una bendición?
MEJORAM
01/10/18
Suscribirse a:
Entradas (Atom)