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jueves, 4 de octubre de 2018

Ojalá todos fueran profetas. Parte 2. Amor a la Iglesia


Ojalá todos fueran profetas.
Parte 2: Amor a la Iglesia



Recientemente he insistido mucho en el testimonio, para dar un buen testimonio es esencial tener una buena formación religiosa, tener modelos a seguir, conocer las dificultades por las que pasaron aquellos hermanos(as) que se nos han adelantado al Reino de los Cielos, descubrir que eran como nosotros. Es vital que las personas se sientan acompañadas y tengan a quien acudir para pedir consejo, resolver sus dudas y por supuesto que lo ideal es que sea un sacerdote quien haga estas funciones, pero la realidad es que no se darían abasto, se requieren pues de laicos comprometidos y dispuestos a apoyar en este sentido y en todas las necesidades de la Iglesia.

Hace unos días comentaba con un familiar sobre la música católica, el abuso de traer música protestante a la celebración Eucarística y también acerca de la conveniencia o no de escuchar la música protestante y le decía, basándome en algo que escuché al Dr. Ricardo Castañón y también en una realidad respecto a la música protestante, que los católicos debemos acostumbrarnos a sostener a la Iglesia. Los músicos protestantes, pueden hacer carrera con este ministerio, pueden dedicarse exclusivamente a componer y vivir de eso. Los músicos católicos van intentándolo, y aunque hay cosas muy buenas, son realmente pocas respecto a lo que podría ser si tuvieran la tranquilidad de poder dedicarse exclusivamente a componer y llevar su música, y si los laicos compráramos sus discos en vez de piratearlos.

“La Escritura, en efecto, dice:
 No pondrás bozal al buey que trilla,
 y también: El obrero tiene derecho a su salario.”
1 Tim 5, 18

Sucede dentro de este contexto cuatro cosas:

-          Hay católicos (músicos principalmente) que tienen miedo de cobrar su trabajo.
-          Hay católicos dispuestos a gastar una fortuna en fiesta pero regatear al músico.
-          Hay quienes piensan que todo lo que sea católico se tiene que regalar.
-          Hay músicos que quisieran hacerse ricos con su ministerio.


Al cobrar hay que considerar los gastos, de luz, cuerdas, cables, micrófonos, el tiempo invertido, etc.

Gastar una fortuna en la fiesta y regatear al coro significa que el coro importa bastante menos que la fiesta, lo cual probablemente refleja el (poco) valor que le damos a la celebración Eucarística, y a las necesidades de los hermanos.

No todo lo que sea católico se tiene que regalar. Hubo una persona que cada que iba a comprar libros conmigo, decía que me estaba aprovechando de Dios, y eso que mis precios estaban realmente muy bajos. A quien imprime los libros, no le sale gratis, tampoco la tinta, ni el transporte, nada sale gratis. No tiene lógica.

¿Pero y Mateo 10,8? Leamos qué dice:

"Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis." Mt 10,8

Fíjense que está hablando de carismas, orar por esas personas no tiene costo, lo realiza el Espíritu Santo. Pero estudiar música, practicar es comparable con estudiar medicina por ejemplo, tiene un costo. Además de que no deja de ser gracioso darle muchas vueltas para reinterpretar Mateo 6, 24-34 y esta cita tomarla convenencieramente en forma literal.

También están quienes utilizan la misa como su plataforma para el estrellato y que pretenden cobrar como si fuera el mismísimo Plácido Domingo, estos ni siquiera deberían cantar en la celebración.

Ricardo Castañon relaciona estas actitudes con el amor a la iglesia. No todos se deciden a ser profetas, pero todos podemos apoyarlos, no todos se deciden a servir de tiempo completo al Señor pero puedes por lo menos sostenerlos.

“Quien a vosotros recibe, a Mí me recibe, y quien me recibe a Mi, recibe a Aquel que me envió.
 Quien recibe a un profeta a título de profeta, recibirá la recompensa de profeta; quien recibe a un justo a título de justo, recibirá la recompensa del justo. Y quienquiera diere de beber tan sólo un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, a título de discípulo, en verdad os digo, no perderá su recompensa". Mt 10 ,40-42

Ojalá todos se decidieran todos a profetizar y cantar y servir,  pero si no, ayudemos a los que lo hicieron, hagámoslo de corazón y antes que lo pidan porque, también es incómodo lo que sucedió recientemente, en un congreso al que asistí, durante la misa el sacerdote pidió que todos sacaran un billete, y que lo levantaran, una vez así, apresuró para que se hiciera la colecta. Es decir fue una forma de presionar psicológicamente y forzar para que todos dieran, al puro estilo protestante. En otras ocasiones he visto que sólo bendicen los artículos que compraste en el congreso. Se fuerza a que se compre porque es cierto se requiere el dinero para poder seguir con la misión pero no deja de ser desagradable porque entonces pareciera que es lo único que importa.

Y si aún estas palabras no te convencen de ayudarles, puedes hacer mucho no intentando desanimarlos, si no te gusta o no te parece, guardas silencio ante un misterio que no comprendes, no vaya a pasar como le paso a Pedro:

"Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!"
Mt 16,23

Aclaración: La idea no es ni forzarte a colaborar, ni hacer sentir mal a nadie, simplemente dar a conocer cosas que quizá no nos damos cuenta en ambos sentidos y que se pueden mejorar una vez que sabemos lo que ocurre.

MEJORAM
04/10/18





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2 comentarios:

  1. Exacto, muchas veces no se valora lo que Dios hace con estos hermanos predicadores y músicos católicos,considero que es a través de su testimonio de entrega al Señor y renuncia a las riquezas del mundo, que Dios ha tocado corazones y ha aumentado nuestra fe. Gracias por compartir, Dios te bendiga!

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  2. Dios te bendiga también a tí. Gracias por comentar.

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