Ojalá todos fueran profetas.
Parte 2: Amor a la Iglesia
Recientemente he insistido mucho en el testimonio, para
dar un buen testimonio es esencial tener una buena formación religiosa, tener
modelos a seguir, conocer las dificultades por las que pasaron aquellos
hermanos(as) que se nos han adelantado al Reino de los Cielos, descubrir que
eran como nosotros. Es vital que las personas se sientan acompañadas y tengan a
quien acudir para pedir consejo, resolver sus dudas y por supuesto que lo ideal
es que sea un sacerdote quien haga estas funciones, pero la realidad es que no
se darían abasto, se requieren pues de laicos comprometidos y dispuestos a apoyar
en este sentido y en todas las necesidades de la Iglesia.
Hace unos días comentaba con un familiar sobre la música
católica, el abuso de traer música protestante a la celebración Eucarística y
también acerca de la conveniencia o no de escuchar la música protestante y le
decía, basándome en algo que escuché al Dr. Ricardo Castañón y también en una
realidad respecto a la música protestante, que los católicos debemos acostumbrarnos
a sostener a la Iglesia. Los músicos protestantes, pueden hacer carrera con
este ministerio, pueden dedicarse exclusivamente a componer y vivir de eso. Los
músicos católicos van intentándolo, y aunque hay cosas muy buenas, son
realmente pocas respecto a lo que podría ser si tuvieran la tranquilidad de
poder dedicarse exclusivamente a componer y llevar su música, y si los laicos compráramos
sus discos en vez de piratearlos.
“La Escritura, en efecto, dice:
No pondrás bozal al buey
que trilla,
y también: El obrero tiene derecho a su salario.”
1 Tim 5, 18
Sucede dentro de este contexto cuatro cosas:
-
Hay católicos (músicos principalmente) que
tienen miedo de cobrar su trabajo.
-
Hay católicos dispuestos a gastar una fortuna en
fiesta pero regatear al músico.
-
Hay quienes piensan que todo lo que sea católico
se tiene que regalar.
-
Hay músicos que quisieran hacerse ricos con su
ministerio.
Al cobrar hay que considerar los gastos, de luz, cuerdas,
cables, micrófonos, el tiempo invertido, etc.
Gastar una fortuna en la fiesta y regatear al coro
significa que el coro importa bastante menos que la fiesta, lo cual
probablemente refleja el (poco) valor que le damos a la celebración
Eucarística, y a las necesidades de los hermanos.
No todo lo que sea católico se tiene que regalar. Hubo
una persona que cada que iba a comprar libros conmigo, decía que me estaba
aprovechando de Dios, y eso que mis precios estaban realmente muy bajos. A
quien imprime los libros, no le sale gratis, tampoco la tinta, ni el
transporte, nada sale gratis. No tiene lógica.
¿Pero y Mateo 10,8? Leamos qué dice:
"Curad enfermos, resucitad muertos, purificad
leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis." Mt
10,8
Fíjense que está hablando de carismas, orar por esas
personas no tiene costo, lo realiza el Espíritu Santo. Pero estudiar música,
practicar es comparable con estudiar medicina por ejemplo, tiene un costo. Además
de que no deja de ser gracioso darle muchas vueltas para reinterpretar Mateo 6,
24-34 y esta cita tomarla convenencieramente en forma literal.
También están quienes utilizan la misa como su plataforma
para el estrellato y que pretenden cobrar como si fuera el mismísimo Plácido
Domingo, estos ni siquiera deberían cantar en la celebración.
Ricardo Castañon relaciona estas actitudes con el amor a
la iglesia. No todos se deciden a ser profetas, pero todos podemos apoyarlos,
no todos se deciden a servir de tiempo completo al Señor pero puedes por lo
menos sostenerlos.
“Quien a vosotros
recibe, a Mí me recibe, y quien me recibe a Mi, recibe a Aquel que me envió.
Quien recibe a un profeta a título de profeta,
recibirá la recompensa de profeta; quien recibe a un justo a título de justo,
recibirá la recompensa del justo. Y quienquiera diere de beber tan sólo un vaso
de agua fría a uno de estos pequeños, a título de discípulo, en verdad os digo,
no perderá su recompensa". Mt 10 ,40-42
Ojalá todos se decidieran todos a profetizar y cantar y
servir, pero si no, ayudemos a los que
lo hicieron, hagámoslo de corazón y antes que lo pidan porque, también es
incómodo lo que sucedió recientemente, en un congreso al que asistí, durante la
misa el sacerdote pidió que todos sacaran un billete, y que lo levantaran, una
vez así, apresuró para que se hiciera la colecta. Es decir fue una forma de
presionar psicológicamente y forzar para que todos dieran, al puro estilo
protestante. En otras ocasiones he visto que sólo bendicen los artículos que
compraste en el congreso. Se fuerza a que se compre porque es cierto se
requiere el dinero para poder seguir con la misión pero no deja de ser
desagradable porque entonces pareciera que es lo único que importa.
Y si aún estas palabras no te convencen de ayudarles,
puedes hacer mucho no intentando desanimarlos, si no te gusta o no te parece,
guardas silencio ante un misterio que no comprendes, no vaya a pasar como le
paso a Pedro:
"Pero él,
volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para
mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los
hombres!"
Mt 16,23
Mt 16,23
Aclaración: La
idea no es ni forzarte a colaborar, ni hacer sentir mal a nadie, simplemente
dar a conocer cosas que quizá no nos damos cuenta en ambos sentidos y que se pueden
mejorar una vez que sabemos lo que ocurre.
MEJORAM
04/10/18
CONTACTO:
Con el objetivo de facilitar el contacto, les dejo un link en el que puedes acceder a mi Currículum, donde además aparecen mis datos y requerimientos, para visitar tu comunidad o parroquia.
Exacto, muchas veces no se valora lo que Dios hace con estos hermanos predicadores y músicos católicos,considero que es a través de su testimonio de entrega al Señor y renuncia a las riquezas del mundo, que Dios ha tocado corazones y ha aumentado nuestra fe. Gracias por compartir, Dios te bendiga!
ResponderEliminarDios te bendiga también a tí. Gracias por comentar.
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