La Segunda Venida de Nuestro Señor
Según mi pobre lógica, el tema de la segunda venida de
nuestro Señor Jesucristo debería ser algo que nos entusiasme, que haga saltar
nuestro corazón de gozo y por lo tanto algo que deseamos con muchas ganas.
Por alguna razón, no pareciera que esto es así, es más
como que ponemos el énfasis en los signos previos y no en lo que significa por
fin encontrarnos de una vez para siempre con el Esposo.
¿Qué pasa?
¿Será que acaso no hay una buena catequesis respecto al
dolor, al sufrimiento?
Puede ser y también puede ser que al mismo tiempo se ha
puesto mucho énfasis en una frase que por lo pronto ha faltado aclarar muy
bien: "Diosito quiere que seas feliz" ¿Y no? ¿Dios no quiere que
seamos felices? Por supuesto, pero no de modo parcial, temporalmente, sino una
felicidad eterna, plena, completa y verdadera.
Si analizamos detenidamente la realidad, no podemos no
notar que aquí en esta vida a todos nos toca sufrir, a unos más a otros menos,
a unos les toca sufrimientos muy grandes que dejan huella a otros nos toca
sufrir de a pocos durante mucho tiempo, lo cierto es que nadie puede evitar
esos momentos de dolor.
También es cierto que el cristiano puede ser feliz en
medio de la tormenta porque su sufrimiento adquiere un valor trascendental. El
cristiano sabe que mediante el sufrimiento se puede ofrecer reparación por los
pecados, propios o ajenos, y también crecer en santidad. O por lo menos,
deberíamos saberlo. Si bien es cierto que en ese momento no siempre es fácil
aceptarlo de buen modo y no ayuda mucho que te lo digan justo mientras pasas
por ese trance, con el tiempo el cristiano debe encontrar en Cristo fuerzas
para seguir adelante. Nadie ha sufrido más que Jesús durante su Pasión y su
madre, nadie.
No haré apología del sufrimiento, únicamente pretendo
relacionarlo con los “miedos” relativos a los signos previos a la segunda
venida.
Es curioso cuán expertos resultan muchos cuando se habla
de este tema, fíjese por ejemplo lo que sucede cuando alguien menciona las
revelaciones de Fátima, de pronto saltan los expertos en el Magisterio citando
que las revelaciones privadas no pertenecen al depósito de la fe. Es verdad,
pero eso no significa que por default sean mentira todas.
Cuando citas a Garabandal, saltan los expertos en aprobaciones
eclesiásticas, pero omiten aclarar que dichas aprobaciones ocurren cuando las
apariciones han terminado, y que la aprobación es en sentido negativo: No
contradice….
No importa cuántas conversiones han ocurrido en
Medjugorje, lo que importa es que parece que hay un escándalo con uno de los
videntes para difundir que la Iglesia ha rechazado lo de Medjugorje, esto es
falso, veamos qué dice la Iglesia: “Mientras se espera el juicio de la Iglesia,
el neo-cardenal Müller ha pedido prudencia.” (1) Espero que en ninguna parte
del mundo “prudencia” signifique prohibido o peligroso. La Iglesia está muy
atenta a que no se contradiga la doctrina, esto hasta que hayan terminado las
apariciones y también lo está a los frutos (Mt 7, 15-20)
Alrededor del mundo hay varias personas que están
recibiendo revelaciones privadas, se pueden dividir en tres grupos: los anti
Papa, los que están con el Papa y los que no se han pronunciado al respecto. Por
supuesto los anti Papa pues ni caso tiene desperdiciar tiempo hablando de
ellos. Sin embargo es de llamar la atención el que coincidan en algunas cosas y
el que algunas cosas que dicen con anticipación ocurran. No quiero recomendar
que ahora lean revelaciones privadas, pero tampoco parece conveniente dar por
sentado que todas son falsas y tacharlas de fanatismo.
He escuchado y criticado muchas veces el “argumento” de
no querer asustar a la gente, incluso algunos utilizan el término “apocalíptico”
como despectivo para referirse a quienes “asustamos” a la gente, lo cual indica
que se desconoce el significado de la palabra Apocalipsis y la trama del libro.
Y todas las veces he preguntado ¿cómo se imaginan esas personas que será
encontrarse con el Señor y no ser hallado digno de entrar en el Reino? Lo dejo
de tarea.
Entonces salta el siguiente grupo de “expertos” citando a
Mateo 24 ,36:
“Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada,
ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo,
sino sólo el Padre.”
Y podría ayudarles dando otras citas: Mateo 24, 42. 50
<<Velad, pues, porque no sabéis
qué día vendrá vuestro Señor.
vendrá el señor de aquel siervo el
día que no espera y en el momento que no
sabe,…>>
Es verdad, nadie sabe el día ni la hora, sin embargo,
omiten que también dijo el Señor:
“Decía también a la gente: «Cuando veis una
nube
que se levanta en el occidente, al momento
decís:
"Va a llover", y así sucede.
Y cuando sopla el sur, decís: "Viene
bochorno", y así
sucede.
¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de
la tierra y del cielo,
¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?”
Lucas 12, 54-56
Entonces, pongamos los puntos sobre las “ies”, ¿debemos
vivir con miedo? Para nada, el apocalipsis no es un libro de terror y no
estamos diciendo que estemos viviendo el apocalipsis, de hecho algunos expertos
aseguran que lo relatado ahí ya pasó, Jesús le dice a Valtorta que los tiempos
parecen que han pasado pero vuelven a repetirse algunas cosas…
No estamos diciendo que Jesús esté a la vuelta de la
esquina, tampoco lo descartaría por completo. Es decir “nadie sabe ni el día ni
la hora” aplica para ambas posturas, nadie sabe si ya está por venir así como
nadie sabe si aún está lejos.
¿Pero entonces por qué cité a Fátima y Garabandal? Para
que prestemos atención, para que estemos atentos a los signos, los cuales, por
supuesto también tienen múltiples detractores, pero Jesús fue claro, si se
nubla sabes que va a llover, puede que no llueva, pero la probabilidad es alta
especialmente si las nubes son grises, mientras más oscuras, más certeza tienes
de que lloverá.
Es de llamar la atención algo que noté hace algunos años
discutiendo con un católico bien preparado respecto al tema del Hallowen y que
he notado cada vez más en las redes. Me da gusto que haya católicos muy bien
preparados y que se involucran en las redes sociales. Sin embargo, hay una
laguna en su formación, muchos de estos saben mucho del catecismo, algunos
saben de patrística, historia de la iglesia, pero saben muy poco de la vida
espiritual, parece que creyeran que ser católico es sinónimo de ser apologeta.
Entonces aparecen como sabelotodos anti novus ordo, sedevacantistas, tradicionalistas
anti-todos los demás apostolados.
¿Y qué con estos? Pues encuentro una relación muy
interesante entre las personas que acostumbran ir a misa, visitar al santísimo
y rezar el rosario todos los días, y que muchas veces pasan por fanáticas, con
una especie de intuición respecto al tema de la Segunda Venida y con respecto a
la tribulación que precede a esta y que además está en el Catecismo. Y encuentro
relación entre el escepticismo y las personas que han puesto su confianza exclusivamente
en adquirir conocimiento religioso. No pretendo decir nada más que no deja de
ser interesante dichas relaciones.
A modo de conclusión, me parece sensato seguir aquel
ejemplo del cable. Si vas por la calle y encuentras un cable pelado, si no
sabes si tiene o no corriente, pues no lo tocas. Aplica lo mismo respecto a
esto, si no sabes cuándo vendrá el Señor, porque nadie lo sabe, vale la pena
estar preparado como si fuera a llegar en cualquier momento. Si crees que va a
llegar pronto, no es para asustarse sino para alegrarse (si estás preparado),
el sufrimiento de cualquier manera está garantizado, no hay engaño en eso. Abramos los ojos, miremos la realidad del
mundo, no seamos ingenuos, no seamos ilusos, abramos los ojos y pongámonos en
guardia.
MEJORA;
10/10/18
CONTACTO:
Con el objetivo de facilitar el contacto, les dejo un link en el que puedes acceder a mi Currículum, donde además aparecen mis datos y requerimientos, para visitar tu comunidad o parroquia.
Que ya venga!! mientras llega, que ojalá sea muy pronto, quiero ofrecer mis sufrumientos por mis pecados y por los del mundo. Ya empecé a imaginar su venida😍. Bendiciones hermanito!
ResponderEliminarSiempre es grato leer tus comentarios. Gracias
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