NOSOTROS SOMOS MÁS LISTOS
“Quien no sube
a menudo al cielo
en vida con el pensamiento,
peligra mucho de no ir
después de la muerte”
San Felipe
Neri
Les invito a comenzar esta
reflexión con la segunda lectura del domingo 17 del tiempo ordinario:
Os exhorto, pues, yo, preso por el Señor, a que viváis
de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros
por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de
la paz. Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que
habéis sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo
Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
Efesios 4, 1-6
Aquí podemos ver que Pablo
está preso, por servir al Señor y desde la cárcel invita a vivir de una manera
digna y dice cómo es vivir de una manera digna, y esto no es nada raro puesto
que ya en el Antiguo Testamento se nos advertía:
"Si te has decidido a servir al
Señor, prepárate para la prueba." Eclo 2, 1
No
se queda ahí, nos da los consejos de cómo:
"Conserva recto tu corazón y sé decidido, no te
pongas nervioso cuando vengan las dificultades." Eclo 2, 2
¿Por qué? También nos lo aclara.
"Apégate al Señor, no te apartes de él; si actúas
así, arribarás a buen puerto al final de tus días. Aceptas todo lo que te pase
y sé paciente cuando te halles botado en el suelo. Porque así como el oro se
purifica en el fuego, así también los que agradan a Dios pasan por el crisol de
la humillación. Confía en él y te cuidará; sigue el camino recto y espera en
él." Eclo 2, 3-6
Pero es que la gente de
esa época, tanto los del Eclesiástico (Sirácides) como los de la comunidad de
Pablo no contaban con nuestra astucia. Hoy claro que se puede se evadir el
sufrimiento, se puede evadir el testimonio radical y no es tan necesario
apegarse al Señor “fanáticamente”, nosotros le hemos dado solución, ¿cuál? Lee
hasta el final.
El capítulo 6 de Mateo es
una preciosa invitación a Confiar plenamente en Él, en la Divina Providencia y
nos da un consejo sencillo, que en parte refleja la sencillísima instrucción
que recibieron Adán y Eva en el paraíso: Confiar (depender) de Dios. Se puede
sacar el mismo consejo dicho de diferentes maneras en todo el capítulo, cuando
nos enseña a orar y en la oración pedir: “Venga
tu Reino. Hágase tu voluntad…” (v 10), danos
el pan (v 11), No amontonéis tesoros…
(v 19), donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón (v 21), Nadie
puede servir a dos señores…no
podéis servir a Dios y al dinero (v 24), No andéis preocupados (v 31), Buscad primero su Reino y su justicia, y
todas esas cosas se os darán por añadidura (v 33)
Pero es que Jesús no sabía
que nosotros tendríamos tecnología, que seríamos muy chéveres, que somos
invencibles, que nosotros hemos superado el espiritismo y fanatismo de antaño y
ahora somos científicos y racionalistas.
Nosotros tenemos horarios
que cumplir, agendas que seguir y rutinas que repetir. No hay mucho tiempo para
cosas espirituales que quien sabe si existen, nosotros somos prácticos y
tenemos muy claro quiénes son los pastores famositos que nos darán por nuestro
lado. Nosotros calmamos cualquier intento de nuestra conciencia por llamarnos
la atención diciéndole: “son otros tiempos”
Nosotros sabemos muy bien
que Jesús “siempre habla en parábolas” y entendemos que las parábolas son puro
sentido figurado, total, no es que uno tenga que de verdad sacarse el ojo o
cortarse la mano ¿no es cierto?
Nosotros los cristianos de
ahora somos tan listos que podemos repetir con Groucho Marx la frase: “estos
son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”
O como me dijo una vez un
familiar lejano, recalco que era lejano: A tu primo pues le va bien, pero lo
que pasa es que él en todo quiere ser
buen cristiano, pero ya se lo dije: “Una cosa es la Iglesia y otra la vida real”
Total que como según “no
hay que tomarse el Evangelio tan al pie de la letra”, resulta que también
tenemos un muy buen argumento para no hacer todo lo que dice Nuestro Señor
Jesucristo en Mateo, y es que “ni modo
que Jesús vaya a …(coloque aquí todo lo que usted no crea que Jesús vaya a
hacer por usted)”, pero por si fuera
poco, hoy en el Evangelio y la Primera Lectura es como si Dios nos insistiera
previendo que tendríamos tantos “recursos” : “NO ES SENTIDO FIGURADO”, véalo usted
mismo, véalo “con sus propios ojos” (valga el pleonasmo intencional):
"Llegó de Baalsalisa uno que traía al hombre de
Dios pan y trigo. Eran los primeros veinte panes hechos con cebada de la última
cosecha. Eliseo le dijo: «Da los panes a estas personas para que coman.» Su servidor le dijo: « ¿Cómo voy a repartir
estos panes entre cien hombres?» «Dáselos a la gente para que coma -insistió
Eliseo-, porque así dice el Señor: Comerán
todos y sobrará.» El hombre entonces se los presentó; ellos comieron y dejaron sobras, como el
Señor había dicho." 2
Reyes 4, 42-44
"Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera
del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las
señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en
compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al
levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «
¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos?» Se lo decía para probarle,
porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de
pan no bastan para que cada uno tome un poco.» Le dice uno de sus discípulos,
Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes
de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?» Dijo Jesús: «Haced que se
recueste la gente.» Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los
hombres en número de unos 5.000. Tomó entonces Jesús los panes y, después de
dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces,
todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los
trozos sobrantes para que nada se pierda.» Los recogieron, pues, y llenaron
doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los
que habían comido. Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este
es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo.» Dándose cuenta Jesús de
que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al
monte él solo." Juan 6, 1-15
¿Por qué en Mateo nos dice
que no temamos, que no nos preocupemos, que confiemos, que pidamos la venida de
su Reino, que se haga Su Voluntad, que busquemos primero su Reino y todo lo demás
se nos daría por añadidura si no fuera o no pudiera hacerlo?
Nuestra respuesta es la
misma que tuvieron Adán y Eva, la autonomía frente a Dios, la respuesta es “no
queremos tu ayuda”, nosotros somos autosuficientes, tenemos ciencia, podemos
hacer máquinas inteligentes, hemos desarrollado inteligencia artificial y más
aún ya podemos clonar a tus creaturas.
Por otra parte tampoco
queremos ver a nadie que se tome en serio esto.
Miren a San Pablo preso y desde la cárcel dando ánimos a
la comunidad. ¿Tendría Pablo gente a su alrededor tratando de disuadirlo de
esta locura?
Hoy me impresiona leer
escritores católicos y más cuando son consagrados, hablar de la santidad con
tanta laxitud, cuando leyendo las vidas de los santos encuentras tantas cosas
en común. Por ejemplo ¿sabes querido lector que el ángel guardián de santa Gema
Galgani le reprochaba hasta las faltas que nosotros consideraríamos insignificantes?
¿Sabes que lo mismo ocurría con Santa Catalina Emerick? ¿Sabes las penitencias
que hacían el cura de Ars, el padre Pío, San Ignacio de Loyola, etcétera? Hoy
podrías escuchar: Eran otros tiempos, “bueno, pero ellos eran santos”, “ah,
pero estás hablando de San Juan de la Cruz”, o este que leí en un libro escrito
por un famoso sacerdote experto en comunicación: “conocí a una monja durante un
retiro que di, que cada que yo salía de mi cuarto, entraba para arreglarlo
hasta que un día le dije: “Madre, trabaja usted demasiado” a lo que ella
respondió: “¿cree usted que el cielo es barato?”, pobre mujer”.
No, no he cambiado de
tema, si no nos tomamos en serio el evangelio, si todo lo tomamos como sentido
figurado, si ignoramos la vida de tantos hermanos que se nos han adelantado en
el camino de la santidad y si caemos en el engaño del “buenismo” pronto,
demasiado pronto estaremos alabando a los paganos.
Si no nos tomamos en serio
a Jesús y sus Palabras, pronto no quedará fe en el mundo.
"Pero,
cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?" Lc
18,8
De seguir como vamos, esta será nuestra respuesta más
probable: Lo sentimos Maestro, lo tomamos en sentido figurado. Estamos seguros
que tú querías que fuéramos felices, que disfrutáramos, que “viviéramos la vida”, que Tú querías lo
que nosotros quisiéramos, que no tiene
sentido el ayuno si no ayunamos de comer prójimo, la verdad es que no tuvimos
la fuerza ni de una ni de la otra, pero tú, sabes de qué estamos hechos y no
era cosa de violentarnos porque si no somos misericordiosos con nosotros no
podríamos serlo con los demás, y estamos seguros que no quieres que seamos
fanáticos religiosos.
Mucho ojo hermanos, mucho ojo.
Conclusión: No desaprovechemos ningún momento para
conocer lo que nos dice el Señor en su Palabra, para escuchar las homilías y
leer reflexiones, pero además conozcamos las vidas de los santos ya que son las
mejores traducciones de la Palabra a la vida diaria.
Me he excedido demasiado y eso que no hablé sobre la Unidad, será la próxima.
MEJORAM
29/07/18
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