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lunes, 19 de junio de 2017

EL AMOR EN TIEMPOS DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO

Actualmente existe un debate acerca de la ideología de género, los derechos, el amor, las opiniones, la libertad, etcétera.
Estoy casi seguro que existen grandes dosis de bondad en todas las partes que participan en el debate, lo que no podemos asegurar es que todos tengan razón aunque puedan parecer muy convincentes las opiniones.
Aquí me toca hacer un paréntesis pues sale a la luz el primer término a definir o aclarar, aunque no lo haremos ahora sino cuando comencemos a comentar todos los términos, solo quisiera señalarlo, es decir, punto número 1: opiniones y en segundo lugar tendremos que aclarar que se entiende por derechos.
Mencioné anteriormente el amor, puesto que es uno de los “argumentos” (supuestos argumentos) más “fuertes” que utilizan las personas que están de acuerdo en que un beso es un beso y que el amor triunfará (#lovewins).
Hace ya por lo menos 6 años, escuché una charla con el verdadero  Patch Adams, en la que él dice haber revisado muchos libros y en todos los libros de psiquiatría no había encontrado una sola página que hablara sobre el amor. Por alguna razón me hice a la idea de que entonces alguien tenía que investigar sobre el tema, de manera inconsciente asumí que no habría bibliografía. Resulta que me equivoque. La hay, y comencé entonces a leerla.
Para empezar, creía que sabía algo acerca del tema, había escuchado en varias ocasiones en pláticas de la iglesia sobre el amor filias, eros y ágape, pero no sabía que eso no era ni una milésima parte de lo que encontraría, así fue como me embarqué en leer sobre, antropología (filosófica y teológica), sobre  Personalismo, también me encontré con E. Fromm, etc.
No quiero hacer una lista de todo lo que he leído, solo dejar bien claro que el tema es muy amplio, que implica cuestiones filosóficas, metafísicas, antropológicas, psicológicas, sociológicas y que pretender ser un experto y querer tener razón cuando el único argumento es la poca información bastante tendenciosa y distorsionada que se nos presenta en las telenovelas y películas es un error muy grande.
Comencemos con las opiniones. Hoy existe la tendencia a creer que todas las opiniones están bien solo porque alguien las expresó, no discuto que cualquier persona tiene derecho a no estar de acuerdo con todo lo que se diga, pero no estar de acuerdo de ninguna manera significa tener razón.  También se cree (aunque quizá no conscientemente) que todos están obligados a escuchar todas las opiniones, no creo que sea así.
Para entender lo que digo es importante comprender qué es la opinión. La opinión tan solo es una de las formas de nuestra mente para aproximarse a la verdad. Las otras son la duda, el error, las certezas, legítimas o ilegítimas. De todas, la opinión, es la menor, debido a que no presenta evidencias que den certeza de lo que se dice.

El ser humano es un buscador de la verdad, no le da igual cualquier cosa sino que desea, busca, prefiere la verdad, lo que da certeza. De manera que si tuviera que invertir una cantidad de tiempo escuchando a alguien, sin duda elegiría escuchar argumentos bien fundamentados, de preferencia acompañados de su correspondiente evidencia.

Sucede en el tema del amor que además de que generalmente el nivel de la discusión casi nunca pasa del nivel de la opinión, porque los “contendientes” no están capacitados para discutir del tema, por si fuera poco, constantemente el discurso por parte de quienes están en contra de las tradiciones y buenas costumbres (por llamarlo de alguna forma), está plagado de sofismas.
Qué es un sofisma, es en pocas palabras una mentira dicha de tal forma que parece verdad.
Se usan sofismas con una habilidad impresionante, eso no se discute, pero volvemos a algo que ya habíamos dicho: “el hombre es un incansable buscador de la verdad”. 
Ah pero, estas personas como no son “quien” para discutir el tema, tampoco saben muy bien qué onda con el tema de la verdad.
Creen y se repiten constantemente que la verdad no existe, que es relativa o que cada quien tiene “su verdad”.  Pero lo siento, tampoco saben que ellos “no son la medida de las cosas” y que por lo tanto no es suficiente con que digas que la verdad no existe para que ¡Zas! Ya no exista.

No, para eso hace falta mucho, primero hace falta poner a chambear esa maravillosa máquina que se nos regaló y que llamamos cerebro. Antes de discutir el tema de la verdad, tendríamos que poder discutir el tema de las aproximaciones a la misma, una vez aclarado el asunto, podríamos pasar a discutir sobre el tema de la verdad, de ahí pasar a hablar sobre derechos.

El hombre, insisto, es un inquieto buscador de la verdad, le preocupa qué es lo bueno, lo mejor, le preocupa elegir lo mejor para sí mismo. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros carecemos de una formación integral en la que se nos forme en cuestiones como la disciplina, la reflexión acerca de nuestros actos, etcétera. Y ¿qué tiene que ver eso? Sencillamente que debido a nuestra falta de disciplina, es fácil dejarnos llevar por sentimentalismos, por nuestras emociones, caprichos etcétera y dedicamos muy poco o nada de tiempo a reflexionar sobre lo que hemos hecho y sobre nuestro futuro.
¿Y qué? Pues al no pensar en el futuro, es poco probable que mientras te dejas llevar por tus impulsos estés al mismo tiempo afectando sin planear tu futuro, el resultado a la larga es que muchas de esas cosas realizadas sin pensar, por puro capricho, por dejarse llevar, tendrán consecuencias que lamentaremos seriamente.
¿Sigues sin entender?
Cuando las personas que estamos a favor de la verdad, del bien, de las buenas costumbres, o como gustes llamarle, estamos pensando en un bien que no es ni aparente ni momentáneo sino un bien que va más allá, le llamamos trascendente.
Hay quienes creen que la gente tiene derecho a cualquier cosa, y la verdad es que ese es otro tema que no es para debatir mientras te tomas una soda o un café, son temas que tienen sus argumentos, sus evidencias bien fundamentadas no en caprichos sino en razones que proporcionan certezas. Visto de este modo, lo que quiero decir es que existen razones para insistir en que solo se tiene derecho a aquello que te haga más y mejor persona.
No se tiene derecho a suicidarse, solo por ponerte un ejemplo, nadie tiene derecho a causarse daño, ¿por qué? Porque causarse daño no te hace ni más ni mejor persona.
Hay quienes falsamente insisten en que se tiene derecho a lo que diga la ley. Este es otro error, este en lo particular me hace pensar que los legisladores necesitan unas muy buenas clases de ética.
La ley, debe proteger algo que llevamos todos en nosotros mismo, y que hábilmente se cuestiona y hasta causa risa a algunos por anacrónico. No es anacrónico para nada y es absolutamente cierto que le ley debe proteger todo aquello que llamamos ley natural, ya que esta ley garantiza o debería garantizar el orden, la ley debería cuidar que esta ley natural se cumpla.






Pongamos un ejemplo:
Supongamos que tenemos ante nosotros una persona que se siente dinosaurio.
Desde el punto de vista de la verdad, estaría en un error.
Desde el punto de vista médico, esta persona presenta un trastorno de la realidad.
¿Qué es lo mejor?
a)      Seguirle la corriente porque no es políticamente correcto contrariarle diciéndole que está en un error.
b)      Brindarle o buscarle ayuda.
Desafortunadamente, estamos en un momento de la historia en que está de moda ser “políticamente correctos” y no nos es permitido expresar nada que no vaya en la misma línea de las ideologías de moda. Solo quien se comporta como parte del rebaño puede externar sus pensamientos. Me encantaría leer o escuchar algunos buenos argumentos que justifiquen la corrección política, aunque la verdad dudo que existan.
La corrección política nos impedirá entonces tener sentido común y elegir el inciso b).

Analicémoslo en términos económicos, es decir, buscaremos el bien económico de la persona ya que no podemos aspirar al bien psicológico para no ofender:
¿Qué resulta más económico? (recuerda que hay que pagar gasolina cada vez más cara)
a) Pagar un tratamiento a la persona para que se le hagan implantes de piel de dinosaurio, cirugías para acortar sus miembros superiores (en caso que decida ser un velociraptor o un T-Rex, o alargarlos en caso que decida ser otra especie), Cirugía estética para darle un rostro adecuado?
b) Pagar las citas con el psiquiatra o el psicólogo según sea el caso.
Analicémoslo según la practicidad:
¿Con quién preferirías salir?
a)  Con un dinosaurio que no sabes qué ni cuanto come.
b) Salir con un amigo y que el pague sus cosas.
Imagina que se altere de la nada y ataque a los peatones.

Para no alargar la reflexión, nada más quiero insistir y retomar lo dicho, para hablar del amor con autoridad, hay que empaparse de una muy larga lista de bibliografía, de manera que puedan los debatientes entender que el amor, por sus características no da lugar a falsas interpretaciones y por definición limita muchas cosas que podrías o deberías hacer.

San Agustín dijo algo muy interesante: “Ama y haz lo que quieras”. Realmente si amas, si amas de verdad, la gama de posibilidades de cosas por hacer automáticamente se reduce por lo menos a la mitad.
Entonces, decir que amor es amor, un beso es un beso, indica una bibliografía muy corta, y corta también la reflexión y la capacidad de análisis.
No es odio, creer, pretender que quien basado en razones, es decir en argumentos bien razonados y adecuadamente demostrados y respaldados, odia a quienes trata de prevenir un desastre emocional, no comprende nada del tema. (A veces, pocas, pero sucede, que me da por pensar que quienes gritan que odiamos a “las minorías”, a los lgtbxhyjk… son malintencionadas, pero luego se me pasa)
No es mala intención, sino ignorancia. La ignorancia es muy atrevida (a veces también basante soberbia) y dice cosas que no sabe, habla de cosas que no entiende y acusa a los demás de sus propias fallas.

Nos vemos en el siguiente post.


MEJORAM 21/03/2017

lunes, 12 de junio de 2017

TODO NO ES RELATIVO
El hombre es un inquieto buscador de la verdad.


Esto no requiere mucha demostración sin embargo daré algunos ejemplos:

Cuando vas a un restaurante y pides una hamburguesa, no te da igual si te llevan unas quesadillas.
Si pides una Jamaica, no te da igual que te lleven fresa.

En ambos casos, el mesero podría argumentar que comida es comida y tu refresco es rojo, qué más da.

La reflexión de hoy está encaminada en sentar las bases de las siguientes reflexiones con la intención de desmantelar la farsa del relativismo.

En la reflexión anterior escribía sobre la Fe y la razón y brevemente mencioné el tema de la duda como método, también la idea de que fe y razón no son compatibles y hoy quiero hablar de este tema que también resulta en un ataque a nuestras creencias.

Se dice, pero solo se dice, que cada quien puede creer lo que quiera, pero no se dan argumentos para esta afirmación y no muchos la ponen en duda que es lo que yo pretendo.

He iniciado con dos ejemplos muy claros de que no da lo mismo cualquier cosa, es cierto, en la vida real no pasaría algo así, al menos eso espero, pero lo mismo pasaría si vas al médico y te recetara cualquier cosa y que su argumento fuera: “medicina es medicina”.

Los relativistas, solo lo son en teoría, basta ver cómo reaccionan cuando lo que crees es contrario a lo que ellos creen.

Tengo la impresión, y admito que es solo la impresión, no es que tenga estadísticas del asunto, pero díganme si no, las personas relativistas, curiosamente también resultan pro ideologías: animalistas, feministas, abortistas, etc.

Probablemente no todos los relativistas sean pro ideologías, pero estoy casi seguro que todos los ideologistas son relativistas. ¿Por qué? Pues porque solo así sería explicable su postura.

Vamos a desmenuzarlo para que quede claro.

Hace no mucho tiempo, tuve la oportunidad de leer una discusión entre una persona en contra de la ideología de género y otra a favor, ambas supuestamente sustentando sus posturas y digo supuestamente porque me pareció que ninguna tenía razón, sin embargo por convicción quise razonar ordenadamente el por qué no es posible pensar razonablemente y estar a favor, y lo que sucedió fue muy interesante.

La discusión era en un muro de Facebook, así que comencé preguntando a la persona que estaba a favor, ¿a ti te parece que estamos en televisión o en Facebook, o cada quien decide dónde está? Y su respuesta fue: “Lo segundo”.

Ahí, en ese punto,  tienes dos opciones, la persona es necia o retrasada.

Discúlpenme la sinceridad pero no lo podía creer y sigo sin creerlo.

Te cuento otra:

En otra ocasión la discusión era con un ateo, no recuerdo los detalles pero la historia es similar, él tratando de demostrar que cada quien tiene “su verdad”, así que me despedí diciendo un día que no era, algo así como feliz lunes y el respondió señalando el día correcto. Yo le contesté: “pero esa es tu verdad” y solo alcanzó a decir: jajaja.

O también te puedo contar la ocasión en que alguien decía algo parecido, esta vez por mesenger de facebook, hasta que me despedí diciéndole hola y otro nombre, a lo que respondió: jeje chat equivocado. No, le respondí, este soy yo despidiéndome de ti. Es que yo no me llamó así. Si bueno pero acabas de insistirme en que cada quien puede creer lo que quiera, yo creo que me despedí de ti.

Podría poner muchos ejemplos más y muchas anécdotas, el punto es que a mí me ha quedado claro que los relativistas solo lo son en teoría.

Sería interesante  ahondar en los aspectos psicológicos del relativismo, ¿será conveniencia?,
 ¿Una forma de pretender ganar amigos?, ¿será para caer bien?

La verdad es que también tendría mucho que contarte sobre las bendiciones (aviso de ironía) que te desean cuando te pones a defender la verdad.

Algunas personas se molestan cuando les pones estos ejemplos, en varias ocasiones me han dicho que soy sarcástico, pero en realidad, en esos momentos es cuando precisamente no lo soy, si admito que en ocasiones lo soy, pero definitivamente cuando pongo esos ejemplos no.

Lo que pasa es que es muy evidente el error y qué difícil es admitir que estamos equivocados.

Si cada quien puede creer lo que quiera, yo entonces puedo creer que eso es tonto…¿o no?

Si cada quien puede creer lo que quiera, yo puedo creer que no hay nadie frente a mi tratando de convencerme que cada quien puede creer lo que quiera, es decir, yo que creo que esa persona no existe y  a partir de ahí, no volver a responder nada.

Si todo es relativo, también es relativo que todo es relativo, entonces no siempre todo es relativo, entonces no todo sino algunas cosas lo son.

O el clásico: Si la verdad no existe, entonces esto no puede ser verdad, entonces es mentira, entonces la verdad existe.

Si cada quien tiene su verdad, mi verdad entonces es que eso es mentira.

Los relativistas de hueso colorado, tienen un “As” bajo la manga. Cuando sienten que todo está perdido, te cuentan la historia de cuatro ciegos, cada uno tiene a la mano una parte de un elefante y uno lo describe como una serpiente, otro como un poste, etcétera, cada uno según la parte que le tocó al elefante, la trompa, la pata, la oreja, etcétera. Lo que nadie cuenta es que había por ahí otro que además de invidente era medio despistado y ese tenía un balón de basket en la mano y no entendía nada de lo que decían los demás.

Es cierto, nadie puede tener la verdad completa, y hasta eso es relativo (broma), cada uno conoce algunos aspectos de la verdad, pero el elefante está ahí. Las personas que podían ver tenían la verdad más completa que los cuatro que solo conocían algún aspecto, en cambio el relativista es aquel despistado con el balón.

El relativismo es solo una estrategia para imponernos ideologías, y es muy preocupante que haya logrado instalarse en tanta gente junto con la falsa tolerancia y lo políticamente correcto que ya en otra ocasión tendremos oportunidad (primero Dios) de conversar.

MEJORAM
05/04/17



lunes, 5 de junio de 2017

FE Y RAZÓN


En la entrega anterior escribí acerca de la fe, y apenas comenté dos cuestiones que la dificultan: una, la edad, y otra el orgullo, resultado de un mayor dominio de la tecnología.

Con toda intención no ahondé más en lo segundo pues probablemente no sea una causa sino una consecuencia de lo que hablaré hoy.
 
Desde que el ser humano puso su confianza ciega en la ciencia, y digo ciega por dos razones: la primera porque solo se cree ciegamente lo que se demuestre “científicamente” aunque luego desmenuzaremos un poco más este asunto y segundo, porque quitada la fe y puesta la confianza solo en la ciencia se está un poco a ciegas.

He puesto entre comillas científicamente, porque un error que se ha cometido por el hombre de ciencia es creer que es ciencia todo lo que se puede demostrar según cierto método, de modo que más que científicos nos hemos vuelto devotos de una <> (expresión tomada del filósofo Carlos Díaz)

Es decir somos matematólatras, y eso sí que sería totalmente imposible de justificar, puesto que no se podría demostrar matemáticamente que todos tiene que ser demostrado con precisión matemática.
 
En determinado momento de la historia de la ciencia, se adoptó como método el dudar de todo, y nadie puso en duda, que la duda fuese un método.

Total que hoy en día, queremos que se nos demuestre todo científicamente, con rigor matemático pero yo pondría primero una condición: Demuéstrame científicamente que todo se tiene que demostrar científicamente, pero antes descríbeme qué entiendes por científicamente, una vez demostrado, si es que lo logras, demuéstrame que este método siempre resulta en algo cierto con rigor matemático.

A veces pienso me siento tentado a pensar que quienes pretenden que la razón se opone a la fe son mal intencionados. Normalmente creo que las personas buscamos siempre el bien, aunque no siempre lo hacemos bien. Buscamos el bien aunque en ocasiones no tenemos una idea clara de lo que el bien es.  Es decir nos equivocamos, no es que hagamos el mal intencionalmente, aunque  tampoco descarto que haya quien sí lo haga con premeditación, alevosía y ventaja, no creo que sea la norma.
 
Existen personas que creen que lo que la ciencia descubre es prueba de que los creyentes estamos equivocados y permanecemos en cierto estado de ignorancia.

Lo curioso con la soberbia es que no puede ver todo el panorama completo, y eso pretendo explicar en esta ocasión aunque el preámbulo probablemente resulte más largo que la explicación.

Primero que nada, es importante estar muy conscientes que La Biblia no es un libro de ciencia. Es un libro de carácter espiritual y como tal estamos seguros los cristianos que no contiene error.

La Biblia no es el lugar indicado para averiguar datos científicos acerca de las causas de las cosas sino un libro con un mensaje de salvación para el hombre.

No es un libro de historia para investigar datos acerca de los pueblos.

Es un libro espiritual que nos narra muchas cosas de un pueblo: Israel, que es el pueblo escogido por Dios para revelarse.

De manera que pretender dedicar la vida a hacer ciencia para contradecir a la Biblia, es bastante ingenuo y revela bastante ignorancia respecto a lo que es realmente La Biblia.

La interpretación de La Biblia únicamente le corresponde al magisterio de la Iglesia. Los creyentes creemos que nuestros pastores, sobre todo el Papa y los obispos son elegidos por Dios y asistidos por el Espíritu Santo para guiar a toda la Iglesia. Es sorprendente en este punto cómo en dos mil años a pesar de que han existido hombres indignos de ocupar los puestos de pastores y guías para la iglesia, el magisterio permanece intacto. Ningún Papa ha contradicho a otro.

La interpretación bíblica no corresponde a científicos puesto que como ya está dicho arriba, no es un libro de ciencia.
"La Ciencia sin religión es coja,
la religión sin la ciencia es ciega."
A. Einstein

¿Pero la Iglesia rechaza la ciencia?

Por supuesto que no y para ahondar en el tema recomiendo ampliamente leer la encíclica de San Juan Pablo II, Fides et ratio, Fe y razón en la que describe a ambas como dos alas.

La iglesia, y esto se lo escuché a un sacerdote, toma la verdad de donde venga, si es verdad y se ha demostrado que es así, la iglesia toma esa verdad sin importar que haya sido dicha por un ateo, un agnóstico o el mismísimo diablo.

Es decir el error es asumir la postura de que los cristianos somos tan ignorantes o ingenuos que nos tomamos la Biblia literal.

Es decir, cuando Dios dijo hágase la luz, bien pudo haberlo dicho y suceder la gran explosión conocida como Big Bang, y eso no disminuiría la fe de un cristiano serio. Y aquí cabe recordar que el autor de la teoría del Big Bang era un sacerdote católico.

Por otra parte, quienes pretender oponer ciencia y religión pecan nuevamente de ignorancia, al desconocer que las Universidades surgen precisamente de la Iglesia Católica.


SI yo dijera: Hoy cociné potaje. Nadie pensaría que lo aparecí. Tampoco resultaría muy práctico decir: Hoy fui al supermercado a comprar carne, la he pedido en cuadros. Después fui a comprar verduras, pero la Papa, la había comprado un día antes, y la papa es un tubérculo. La compré porque el campesino ya la había sembrado unos meses atrás, y eso que primero tuvo que conseguir la semilla. Pasando a los otros vegetales, sucedió lo mismo, bueno no exactamente, sino que la zanahoria aunque la compré el mismo día que las calabazas, estas últimas tardan un poco más en brotar la plantita y ya ni que decir de dar fruto. Pero la zanahoria le ha tomado mucho menos llegar al supermercado y de ahí a mi carrito de compra y luego a la caja para pagarla. Como decía, una vez que llegué a la casa las corté en cuartos y las puse a hervir, antes he puesto agua en la candela. La olla me la regalaron para nuestra boda, no es que haya aparecido de la nada. Y el agua bueno la tenemos almacenada en el tinaco, pero antes recorrió que se yo cuantos kilómetros, y varias veces el ciclo completo del agua. Una parte del agua se evaporó en el proceso para volver a repetir dicho ciclo.  Cuando el agua estaba hirviendo primero puse la carne, luego las verduras. Esto lo mencionó para que conste que no puse primero las verduras aunque haya dado esa impresión. Pues también preparé un poco de fritura con tomate y cebolla, luego te descibiré como es que las obtuve, para no retrasar el relato, pero bueno, agregué la fritura a la olla grande donde ya se estaba cociendo el puerco, que ya sabes no es recomendable comerlo tan seguido, y tampoco he descrito como es que llegó al mercado, pero te decía, eché la fritura y un poco de recado rojo, y un poco de jugo o zumo, como le llames, de naranja...(después de media hora)
-Ah! Preparaste potaje!
-No, tío, he hecho todo lo que te dije.

No sé tú pero yo me agité solo de pensarlo y escribirlo. ¿No crees que sería frustrante tener que expresarte siempre así? Imagina reescribir la Biblia así.

Además de cansado me parece un poco necio, los creyentes no somos ingenuos, ignorantes lo somos todos, pero la ciencia nunca probará que la fe es ingenua. Y como escuché decir una vez a un defensor de la fe que discutía contra un ateo: “Cuando ustedes lleguen a la cima del conocimiento, descubrirán que los cristianos siempre estuvimos ahí esperándoles”.



MEJORAM
05/04/17


lunes, 29 de mayo de 2017

¿QUÉ ES LA FE?


La fe es fundamento de lo que se espera,
y garantía de lo que no se ve
Heb 11,1

La fe es certeza de lo que no se ve, ¿qué significa esto? Pues que crees algo aunque no lo veas.

Aunque nunca hayas viajado a Japón, sabes que existe, porque lo dicen los libros, porque hay películas, quizá conoces a alguien que ya viajó ahí, y tienes FE, tienes la certeza de que está ahí.

Nunca viste a los héroes de la nación, pero están mencionados en los libros y les crees, les tienes fe, tienes certeza de que existieron y dieron sus vidas por los intereses de la nación.

Lo más seguro es que a menos que hayas pasado por alguna rara cirugía, nunca has visto tu cerebro o alguno de tus órganos internos, pero crees que están ahí, tienes la certeza de que está ahí y funcionando, es más sin el cerebro no podrías tener certeza de nada.

Yo nunca he visto un virus, en los libros de virología se les mencionan, anexan fotos tomadas con microscopios especiales, pero es más, ni siquiera esos microscopios he visto y sin embargo he creído lo que me han dicho mis profesores.

Nunca he visto una aurora boreal y sin embargo sé que existen.

Y podría seguir dando ejemplos de cosas que no vemos o no nos constan, como es el caso de la Historia pero creemos “de buena fe”, que los historiadores no nos han mentido, tampoco nuestros profesores, aunque tampoco es que sea imposible, seguro no es lo común.

Por la fe, advertido Noé
de lo que aún no se veía,
tomó precauciones y construyó un arca
para salvar a su familia;
por ella condenó al mundo y
 heredó la justicia que viene de la fe.
Heb_11:7

Hemos crecido con fe. Fe en que nuestros padres siempre tendrán alimento en la mesa, aunque eso sí que lamentablemente no puede afirmarse para absolutamente todas las personas, pero de pequeños, nuestra fe estaba con nuestros padres que nos aseguraban comida, ropa, cama, educación, etcétera.

Hemos tenido fe en que si respetamos los señalamientos de transito todo irá bien.

Pues la fe ha estado ahí siempre, sin embargo, resulta que conforme vamos creciendo, nuestro cerebro comienza a razonar de manera diferente, ya non nos creemos los cuentos de hadas, ahora somos serios.

Ahora resulta que sabemos tanto de ciencia y tenemos el conocimiento a la mano y sobre todo tanta tecnología que tener fe se nos dificulta.

Otras personas se refieren a la fe como una especie de “polvillos mágicos” que da igual a que se los pongas, pero una vez que lo hagas funcionará, es decir si tienes fe en las estrellas, te ayudarán, si tienes fe en una patita de conejo, te ayudará y así con lo que te vaya mejor.

Pues no, eso sí que es un error, y aunque no pretendo escribir un tratado sobre la fe, sí que quiero dejar claro algo.

Una cosa es la motivación personal que cuando no está las cosas parecen imposibles y si nos dejamos llevar del desánimo tarde o temprano tendremos razón, pero si contamos con suficiente motivación, con suficiente fe en lo que nos hemos propuesto, vaya que también tarde o temprano tendremos razón.

Pero no nos confundamos, si pones tu fe en que las estrellas pueden cooperar contigo o confabular contra ti saldrás estrellado.

Imagina que las estrellas tuvieran tiempo para ayudar o perjudicar, o peor aún ambas cosas al mismo tiempo a tantos millones de persona, esto es imposible porque las estrella no son seres inteligentes.

Es decir, cuando hablamos de fe, estamos hablando también de que esta fe está puesta en alguien real, que existe aunque no le hayamos visto, pero es un Ser, el único que es Es (con mayúscula porque Él es el Ser) y que gracias a Él somos, todos los demás.

No es como si pudiera inventar cualquier fetiche y automáticamente por ponerle dos pizcas de fe entonces cobra vida, inteligencia y entonces de la nada se vuelva confiable.

Tener fe implica creer que Dios existe y que nos creó para relacionarnos con Él y esta fe debe permear en toda mi vida, en todas mis acciones.

Jesús les dijo:
«En verdad os digo que si tuvierais fe y no vacilaseis,
no solo haríais lo de la higuera,
sino que diríais a este monte:
“Quítate y arrójate al mar”, y así se realizaría. Mat 21,21

La fe debe notarse en una actitud sin titubeo, no digo que sea fácil, pero definitivamente será algo para trabajar. Habrá que confiar total y plenamente en Dios y para eso tendremos que estar convencidos de su bondad. Su bondad no es intermitente, Él es bueno en grado sumo y todo el tiempo.

Todo lo que pidáis orando con fe, lo recibiréis».
Mat 21,22

No es necesario ser biblista para saber que obviamente se refiere a cosas buenas, sobre todo he viso resultados magníficos cuando pides por otros. (Ora por quienes te persiguen, ora honesta y desinteresadamente porque sean bendecidos)

Viendo Jesús la fe que tenían,
le dice al paralítico:
«Hijo, tus pecados te son perdonados».
                                                                    Mc 2,5               

No es un componente mágico que aplicas a las cosas, pero mira qué importante es.

Jesús replicó: «¿Si puedo?
Todo es posible al que tiene fe».
Mc 9,23

Insisto en que evidentemente se trata de cosas buenas y cosas que vayan de acuerdo con la Voluntad del Padre para nuestra propia santificación y crecimiento.

Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha salvado»
Mc 10,52

Él le dice: «Hija, tu fe te ha salvado.
Mc 5,34

Sin ánimos de crear controversia o de asustar a nadie, yo preferiría tener fe y algún día escuchar: “Tu fe te ha salvado” que no tenerla y escuchar en cambio “tu falta de fe te ha condenado”.


Recordemos aquel pasaje donde el profeta reta a los profetas de Baal, y que de una vez por todas quedara evidencia de quien era el Dios verdadero.

“Pero ahora, manda que todo Israel se reúna en torno a mí en el monte Carmelo, especialmente a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal que comen a la mesa de Jezabel».
Ajab dio una orden entre todos los hijos de Israel y reunió a los profetas en el monte Carmelo.
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: «¿Hasta cuándo vais a estar cojeando sobre dos muletas? Si el Señor es Dios, seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal». El pueblo no respondió palabra.
Elías continuó: «Quedo yo solo como profeta del Señor, mientras que son cuatrocientos cincuenta los profetas de Baal.
Que nos den dos novillos; que ellos elijan uno, lo descuarticen y lo coloquen sobre la leña, pero sin encender el fuego. Yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, también sin encender el fuego.
Vosotros clamaréis invocando el nombre de vuestro dios y yo clamaré invocando el nombre del Señor. Y el dios que responda por el fuego, ese es Dios». Todo el pueblo acató: «¡Está bien lo que propones!».
Elías se dirigió a los profetas de Baal: «Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, pues sois más numerosos. Clamad invocando el nombre de vuestro dios, pero no pongáis fuego».
Tomaron el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: «¡Baal, respóndenos!». Mas no hubo voz ni respuesta. Brincaban en torno al altar que habían hecho.
A mediodía, Elías se puso a burlarse de ellos: «¡Gritad con voz más fuerte, porque él es dios, pero tendrá algún negocio, le habrá ocurrido algo, estará de camino; tal vez esté dormido y despertará!».
Entonces gritaron con voz más fuerte, haciéndose incisiones con cuchillos y lancetas hasta chorrear sangre por sus cuerpos según su costumbre.
Pasado el mediodía, entraron en trance hasta la hora de presentar las ofrendas, pero no hubo voz, no hubo quien escuchara ni quien respondiese.
Elías dijo a todo el pueblo: «Acercaos a mí», y todo el pueblo se acercó a él. Entonces se puso a restaurar el altar del Señor, que había sido demolido.
Tomó Elías doce piedras según el número de tribus de los hijos de Jacob, al que se había dirigido esta palabra del Señor: «Tu nombre será Israel».
Erigió con las piedras un altar al nombre del Señor e hizo alrededor una zanja de una capacidad de un par de arrobas de semilla.
Luego dispuso leña, descuartizó el novillo y lo colocó encima.
«Llenad de agua cuatro tinajas y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña», ordenó y así lo hicieron. Pidió: «Hacedlo por segunda vez»; y por segunda vez lo hicieron. «Hacedlo por tercera vez» y una tercera vez lo hicieron.
Corrió el agua alrededor del altar, e incluso la zanja se llenó a rebosar.
A la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y comenzó a decir: «Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, que se reconozca hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu servidor y que por orden tuya he obrado todas estas cosas.
Respóndeme, Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, Señor, eres Dios y que has convertido sus corazones».
Cayó el fuego del Señor que devoró el holocausto y la leña, lamiendo el agua de las zanjas.
Todo el pueblo lo vio y cayeron rostro en tierra, exclamando: «¡El Señor es Dios. El Señor es Dios!».      1 Re 18,19-39

El Dios en el que creemos los cristianos, es el único que se ha revelado al ser humano y se ha metido en la historia de la humanidad. El ejemplo del profeta Elías es maravilloso.

Tener fe por lo tanto, consiste en actuar con absoluta confianza, para esto tendremos que meditar constantemente en lo que significa ser bueno, en que Dios es bueno como ya dijimos en grado sumo, que su bondad no es intermitente ni pasajera, que ser Bueno y ser Amor es lo que Él es.

Confiemos entonces como lo hacía San Pablo:

“Por cuya causa padezco estas cosas,
mas no me avergüenzo, puesto que sé a quién he creído,
y estoy cierto de que Él es poderoso
para guardar mi depósito hasta aquel día.” 2 Tim 12


En la traducción de la Biblia de Monseñor Straubinger tiene como nota a pie de página de la cita de 2 Timoteo lo siguiente:

“San Pablo nos llama aquí la atención sobre la diferencia entre creer a las palabras de los hombres y creer a las de Dios. La fe es más que una creencia; es un saber. En el lenguaje usual, que ha depravado tantas cosas sagradas, “yo creo”, significa “opino, sospecho, me parece”. En la vida religiosa y espiritual no se podría decir, por ejemplo: opino que el mundo fue creado por Dios, y me parece que la Biblia dice la verdad y que el Padre me envió su Hijo para que fuese mi salvación porque yo estaba perdido, y supongo que Jesús volverá un día, etc. Job (19, 25) dice, con una fuerza inmensa: “Yo sé que vive mi Redentor y que he de resucitar de la tierra en el último día, y de nuevo he de ser revestido de esta piel mía y en mi carne veré a mi Dios, a quien he de ver yo mismo en persona y no otro”. Es decir, no sólo tengo la certeza de esto, sino que lo afirmo exteriormente; lo sé con mayor firmeza que lo que me dicen mis sentidos, pues éstos pueden engañarme, pero la Palabra de Dios no. Y por eso, el saberlo, significa confiarme en ello sin límites, apoyando y arriesgando todo sobre esa verdad. Y el afirmarlo, significa sostenerlo, difundirlo y dar testimonio hasta el fin de la vida y hasta dar la vida (Mt. 10, 22; 24, 13) –mártir significa en griego testigo– puesto que el bien de saber y poseer lo definitivo no puede compararse con ningún otro bien transitorio. Esta certidumbre de la fe es la condición para llegarse a Dios y bien se explica que así sea, pues de lo contrario sería ofender a Dios negándole crédito o dudando de su palabra. De ahí que nada sea más necesario que el examen de conciencia sobre la sinceridad de nuestra fe, que es tal vez el único que nunca hacemos suficientemente. “

Es decir creer no es dudar, tener dudas es bueno y es normal en lo que se refiere al conocimiento de nuestra fe, de la iglesia etcétera, tener dudas es lo que nos lleva a investigar, preguntar, leer, buscar, pero aquí dudar no se refiere a dudar de la bondad de Dios, de su generosidad, o dudar que pueda hacer cualquier cosa si lo pedimos con fe y humildad.
Examinad vosotros si os mantenéis en la fe.
Comprobadlo vosotros mismos.
¿O no reconocéis que Cristo Jesús está en vosotros?
 ¡A ver si no pasáis la prueba!
2Co 13,5
Como dice el mismo monseñor Straubinger en el fragmento que ya leímos, examinemos nuestra conciencia para saber si tenemos fe y si no la tenemos, pidamosla.

Dios te bendiga con mucha fe.


MEJORAM 
01/04/17

lunes, 22 de mayo de 2017


¿ALGUIEN TUVO QUE HABER HECHO TODO?




Esta pregunta es con ocasión de que es frecuente escuchar como supuesto argumento ateo: ¿Quién hizo a Dios? 
Nuestra mente es maravillosa, tiene capacidad para preguntarse cosas y generar nuevos conocimientos al responderlas. Algunos teóricos pretenden que la idea de Dios es resultado de la imaginación, pero hoy sabemos que el darse cuenta de que muchas cosas sucedían automáticamente sin que el hombre primitivo hiciera algo para que ocurran, les ha llevado a dar un salto de inteligencia.

Creer en Dios significa que el hombre primitivo se volvió más inteligente, ahora era capaz de preguntarse quién hacía salir al sol, caer a la lluvia, brillar a las estrellas, crecer  a las plantas.

Todo a su alrededor tenía que haber sido hecho por alguien y tuvo capacidad para intuir que ese alguien era superior a él.





Hoy tendremos que dar un nuevo salto, pues los ateos, sobre todo ellos, tendrán que darse cuenta que creer que hasta Dios tuvo que haber sido creado, es una limitación. Nuestra pobre mente parece tener un límite, solo se le plantea una posibilidad, que antes no había absolutamente nada y todo apareció porque tenía que suceder así. No se plantea la posibilidad de que antes existía Dios, fuera del tiempo y el espacio, más allá en la eternidad, ya estaba, siempre ha estado.

De manera que precisamente por estar fuera de la materia, del espacio y del tiempo es lógico que escape a nuestra comprensión y  el que escape de ella no es razón para negar su existencia.

Que todo tuvo que haber sido hecho por alguien, eso no se duda, pero Dios no es hecho, sino que Él es el Ser, el Es.

Nuestra mente es maravillosa, sin embargo no puede abarcar a Dios, tan solo una muy pequeña parte de Él.

Nuestra mente es fantástica pero sería un error pensar o creer que algún día se podrá agotar todo lo que Dios es y poder dominarle porque le hemos comprendido del todo.

La Creación debería ser ocasión de aumentar nuestra fe, debería maravillarnos, asombrarnos, y sobretodo debería hacernos sentir profundamente amados.

Contempla la naturaleza, el mar, el cielo, los bosques, las montañas, las cascadas, las aves y tantas flores, todo debería reforzar nuestra fe y la convicción de que quien nos hizo , hizo todas esas maravillas por amor a nosotros.


MEJORAM

29/03/17

martes, 16 de mayo de 2017

Una galería de Dioses



Ignoro si se les ha ocurrido pensar esto , pero estoy seguro que en algún momento de mi vida lo pensé como si fuera una novedad, como si hubiera tenido una idea que a nadie se le había ocurrido, y recientemente me lo han preguntado otras personas. ¿Qué tal que los dioses de los mayas, aztecas, egipcios etcétera, fuera en realidad el mismo Dios?

En Hechos 17, 26-28 dice: “Habiendo sacado de un solo tronco toda la raza humana, quiso que se estableciera sobre toda la faz de la tierra, y fijó para cada pueblo cierto lugar y cierto momento de la historia. Habían de buscar por sí mismos a Dios, aunque fuera a tientas: tal vez lo encontrarían.

Pues ahí está, el hombre tuvo que dar un salto, de no creer ni pensar en dioses, a considerar la posibilidad de que alguien con más inteligencia y poder hiciera todas las cosas que él observaba que sucedían puntualmente en su entorno, como la salida del sol, de la luna, y también los fenómenos que no se podía explicar.

Es un salto en la inteligencia y no al revés, de este salto, surgen las primeras religiones naturales, en las que el hombre cree que el sol, la luna y todos los fenómenos a los que no puede darles explicación son dioses.

Esto no contradice en nada lo que leímos en el libro de los hechos, sino que lo demuestra, el ser humano andaba buscando a tientas.



También en el catecismo podemos leer algo similar:

“La iglesia reconoce en las otras religiones la búsqueda, <>, del Dios desconocido pero próximo ya que es Él quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas y quiere que todos los hombres se salven. Así la Iglesia aprecia todo lo bueno y verdadero que puede encontrarse en las diversas religiones <>. 843

En el 844 comienza diciendo algo a lo que quiero referirme en esta ocasión: “Pero, en comportamiento religioso, los hombres muestran también limites y errores que desfiguran en ellos la imagen de Dios…”



Considero que uno de esos errores, aunque con esto no estoy diciendo que es a lo que se refiera el catecismo, sino que considero que un error actual es pretender que en el universo, o quizá según algunos investigadores  en los multiversos, existiera una gran gama de dioses en los que creer y cada quien pudiera escogerse uno a su gusto.

Esto sí que no tiene nada que ver con la Escritura, ni con la idea que planteaba al inicio.

Dios es uno, y creo que Aristóteles ha dejado claro porqué solo puede ser un solo Dios, y nosotros los cristianos estamos convencidos de que este Dios aunque es trino, es uno solo.

Este Dios que puso en el hombre el anhelo por buscarle, en un momento de la historia de un pueblo llamado Israel, se reveló a Moisés, aunque antes ya había hablado a Abraham y le había hecho una promesa, después se revela a Moisés y a partir de ahí ha estado interviniendo en la historia del pueblo hasta que llegada la plenitud de los tiempos, se encarnó.



Nos da mucho gusto que cada cultura, haya buscado a Dios, pero Jesús sabiendo que Él es la revelación de Dios (Padre) este Jesús nos mandó hacer discípulos de todas las naciones, sin duda porque Él es la plenitud de lo que todas las culturas habían buscado, entre sombras, a tientas.

De modo que el Dios que buscaban las otras culturas ciertamente es el mismo, pero es hasta que Dios, el único Dios interviene en la historia de la humanidad, comenzando primero con un pueblo y luego con los demás, que ya no lo buscarán entre sombras ni a tientas sino con la certeza que Dios ha dejado su Espíritu para que nos enseñe todas las cosas:

“Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora. Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad. Cuando llegue ese día ya no tendrán  que preguntarme nada” Juan 16, 12-13a.23



Pues que quiero decir con esto, que es necesario respetar las otras religiones, ciertamente, pero ni hay una galería en todos los universos que esté llena de dioses para escoger y no da lo mismo cualquier religión, aunque son buenas todas, solo la que Él mismo fundó puede tener la plenitud de la revelación.

MEJORAM
22/03/17



miércoles, 8 de febrero de 2017

¿POR QUÉ NOS GUSTAN  LAS HISTORIAS DE SUPERHÉROES?



Antes que nada admito que no tengo un estudio con base en estadísticas que demuestre que a todos nos gustan las historias de superhéroes, también aclaro que he tenido la impresión de que quizá el tema solo es de importancia para varones, varones jóvenes, pero he visto que recientemente  también algunas señorías comentan sobre el tema.

Si bien no necesariamente los superhéroes, pero si la cuestión de tener “poderes” para controlar las fuerzas de la naturaleza, para hacer hechizos, maldiciones,  conjuros etcétera, es decir podríamos tal vez a muy grandes rasgos hacer una probablemente errónea generalización de que a los varones en su mayoría les atraen las aventuras de los superhéroes y a las mujeres los temas de hechizos, y brujas, por aquello de los brebajes para hacer que él  “por fin” se fije en ella.

Un profesor que tuve en un diplomado, creía que todos somos malos,  según él este pensamiento evita caer en la tentación de pensar que somos buenos y así evitar la vanidad o el orgullo. Yo no coincido con esta forma de pensar, yo creo que todos somos buenos, aunque, como dirían los troles en Frozen: Necesitamos reparaciones.

Creo en la bondad de las personas, creo que Dios no se equivocó cuando inspiró al escritor del Génesis cuando dice: “Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien.  ¿Crees que hubiera estado muy bien si todos fuésemos malos? Cierto , este pasaje es anterior a la prueba y caída, pero de fábrica, todos somos buenos, todos fuimos creados muy bien; bueno, es verdad después del pecado de los primeros padres, nacemos con el pecado original, sí, pero fue perdonado en el bautismo; por supuesto, que crecemos con esta “cicatriz” llamada concupiscencia, pero eso nos hace débiles, no malos. Pero, ¿entonces por qué existen las guerras? Porque vivimos de espaldas a Dios …
Podríamos pasar todo el día discutiendo sobre esto, pero el ser humano fue creado para amar, su vocación es el amor, si se ordena sacerdote es por amor, si se hace monja o religiosa, es por amor, si se casa, obvio, es por amor.

¿Qué tiene que ver esto son los superhéroes? Fíjate como muchos de estos superhéroes, sobre todo en las películas más recientes, se nos muestran un poco más humanos, se nos presentan sus luchas internas por decidir si entregar sus vidas en favor del bien de los demás, postergando el bien personal o por fin enterrar “su don” y correr tras la persona que hace que les patine el coco. La mayoría (por sí las moscas, no sea que me lea un experto y me diga que hay quien no, aunque también está la posibilidad de que un experto me diga que todos) elige el bien común, el servicio desinteresado a la humanidad. También están los antihéroes, no me refiero a los villanos, si no a esos tipo héroes pero que su vida emocional y psicológica es un verdadero desastre que no tienen tanto interés en el bien de la humanidad pero que sin embargo terminan haciendo el bien.



Bien, estoy convencido que todos somos buenos, la prueba es precisamente que nos atrae la idea de poder tener, dones, súper poderes, mutaciones o por lo menos algunas palabras mágicas para repeler el mal, atraer el bien y ayudar a la humanidad. Creo que al ver las películas de este tipo, a propósito me rehúso a decir o a pronunciar la clasificación, en cierta forma nos permite soñar o imaginar lo que nosotros haríamos si fuéramos bendecidos en esa forma, con un “DON”.



La razón por la que no quisiera pronunciar “ciencia ficción” es porque precisamente este nombre tiene su parte “desalentadora”, recalcándonos que no es algo real, que es algo que está en el plano de la fantasía. Más o menos el efecto que se busca al citar a la masonería o los iluminati en las películas del mismo género: convencerte que no es real, eso no existe. Y no, no  es que crea que podemos tener mirada laser como Super man o el cíclope, o garras de adamantium como Wolverine,  o tirar telarañas, no, por supuesto que no, leer evitará que crea en esas cosas, pero por supuesto que hay cosas que si podemos hacer, que no son ciencia ficción, están en el plano de lo real, y no tienen gran ciencia.

UN ABRAZO, ¡es tan poderoso!, un abrazo podría cambiar para siempre el futuro de alguien, el futuro no será el mismo con un abrazo que sin él.
UN BESO, puede significar la diferencia para alguien, podrías salvar una y miles de vidas con un beso.
UNA SONRISA, puede cambiar un corazón, puede convertir un enemigo en amigo…
UN CUMPLIDO, honesto , sentido, salido del corazón puede transformar o hasta reconstruir una autoestima dañada.
Un abrazo, un beso, una sonrisa, un cumplido son nutridos por la fuerza innegable, incontenible del amor. Entonces el amor, perdón, el Amor, es el verdadero poder.

No se si han escuchado sobre los carismas del Espíritu Santo, algunos intelectuales consideran “fanatismo” creer en esto, pero piénsalo, Jesús dijo: “Yo hago lo que veo hacer a mi padre” y sanaba enfermos, liberaba posesos, devolvía la vista a los ciegos…
Hace unos meses por ahí de Agosto, escuché que alguien comentó: Aunque ya no ocurren esas cosas, o sea , ya no resucitan los muertos y todo eso: ¿Cómo debemos entender estos pasajes?
Tan mal estamos, claro que ocurren esas cosas, no han leído el testimonio del obispo que llego tarde a visitar a un enfermo y no se quitó del lugar pues estaba convencido, el obispo, de que no pudo haber muerto sin los sacramentos, ¡pues el paciente , llevaba puesto el escapulario de la virgen del Carmen!, repito un obispo, convencido de … el paciente, alerta de spoiler, NO MURIÓ, más bien vivió después de sí estar muerto.

Y en todo el mundo, al menos en todo el mundo , la parte de él que conoce la renovación carismática puede palpar con mucha frecuencia, algo así como siete días de siete a la semana , que Jesús , ¡Está VIVO!

Está vivo donde hay católicos “fanáticos” un poco desequilibrados mentales (lo digo con sarcasmo y con ironía , porque así se nos, se les , percibe por algunos muy estudiados) que creen que Dios TODO lo puede y que no pueden pensar en otra cosa que no sea Jesús.



Estos carismáticos, están convencidos que Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre, y creen, en las promesas de Dios, en Joel, y las promesas de Jesús: “Estas señales acompañaran a los que crean”, creen que Jesús sigue haciendo “Lo que ve hacer al Padre”, creen en el Espíritu Santo y sus dones y carismas y los ponen al “servicio de la humanidad”.



Dios es amor y el amor impulsa el heroísmo de irse de misiones, de “perder el tiempo” en la Iglesia organizando las asambleas de alabanza y sanación, en retiros, en libros sobre los carismas… el amor es quien les impulsa a imponer manos, no porque sean poderosos, no porque de sus manos fluya una energía sanadora, sino porque imponer las manos ayuda al hermano a “experimentar” a Dios cercano, vivo, real, misericordioso, compasivo.

¿Te gustan los superhéroes?
Te tengo noticias: esos carismáticos son débiles pero Dios es muy fuerte en ellos. Te aseguro que querrías ser uno.

¿Te gustan los elfos? Todos coinciden en que tienen mal “genio”, los carismáticos tienen “Espíritu Santo” o mejor el Espíritu Santo  “los tiene”.




Nota final: Carismáticos deberíamos ser todos, en determinados momentos, ¿Cuáles? Cuando el prójimo lo necesite. Si, a veces necesitarás carisma de discernimiento, a veces de sanación, a veces profecía, dependiendo de cada caso, por eso hay “ministerios”, pero no te puedes quedar en el carisma, en eso coincido totalmente, pero tampoco te puedes quedar sin el carisma. Y no se vale justificarse con que hay muchos carismas y no todos tienen que hablar lenguas eso parece más una excusa para el escepticismo que un argumento real. Imagina catequistas carismáicos, músicos católicos carismáticos (que sepan qué cantar y cuando), ministros extraordinarios de la  Eucaristía, predicadores, misioneros, etc.



P.D Si en los comentarios puedes poner las citas bíblicas donde se menciona a Jesús diciendo lo que puse y pones además la cita de Joel a la que hago referencia  te mencionaré en la siguiente publicación.